Sentido de pertenencia II: Proteger

37- Estado Mariposa

- Me siento estúpida -

- No es difícil, estoy seguro que aprenderás hoy mismo -

El pelirrojo de gafas tomaba con delicadeza la cintura de la joven de ojos azules y la mano libre de la chica para guiarla en el baile.

- Un, dos, tres... Un, dos, tres. No es tan difícil, vas muy bien, ahora con cada paso vamos girando lentamente - indicaba el varón con una tierna sonrisa al mirar a Umiko concentrada en los pies del varón que guiaba el baile al ritmo de la música que provenía del celular de la chica.

Haz que este tiempo de vals, un, dos, tres, un, dos, tres no termine jamás ~♪

- Creo que ya le voy tomando el ritmo, Rojito - Celebraba Umiko al alzar la vista y moverse sin tener que mirar los pies del varón para evitar pisarlo.

- Te dije que no era complicado, vas muy bien - felicitaba Eren a la chica orgullosa de al fin aprender un baile de salón.
El padre de Eren y Eri decidió hacerse cargo de la boda de Neo y Eri al ver que siempre que ellos tomaban los planes algo pasaba.

"La vida me dio la oportunidad de ver a mis nietos, ahora sé que y entiendo que cada segundo es hermoso y valioso. Quiero ver a mis hijos felices, y la felicidad de Eri está con ese muchacho así que se van a casar sí o sí.
Eren, voy a organizar la boda, y necesito tu ayuda.
Ellos no lo sabrán, simplemente los traeremos aquí un día y se casan".

Por ahora, los únicos que sabían sobre el plan del señor Redfield eran Eren y Umiko. 

Umiko ayudaba orientando al hombre mayor sobre las costumbres y las tradiciones familiares para que la boda fuera como la relación de Eri y Neo: Una mezcla de blanco y rojo.

Umiko miraba emocionada la tienda de artículos de boda, los arreglos florales eran tan delicados y hermosos que parecían de fantasía. Mientras Eren y su padre miraban la lista de faltantes.

- ¿Qué opinas hijo? ¿Un arco de flores con colgantes de cristales Swarovski? - preguntaba el anciano señalando la fotografía con el elegantizo arreglo.

- Demasiado lujo, Eri se sentiría abrumada. Un arco de madera blanca con flores blancas le encantará, créeme - respondía confiado el varón de gafas.

- Oh, tienes razón. ¿Crees que el muchacho se sienta ofendido por lo que estoy haciendo? -

- No lo creo, Neo es muy agradecido. Y estoy seguro de que quiere una boda, y con todo lo que a pasado no han podido casarse. Estoy seguro de que Neo y Eri quedarán tan sorprendidos como felices cuando entren y vean que se trata de su propia boda - se sumó Umiko detrás de Eren.
El anciano sonrió al ver la cercanía de los jóvenes, le tomó mucho aprecio a Umiko desde que vio como se mantuvo en vela en el hospital al pendiente de la salud de Eren.

- ¿Y usted ya son novios? -

- Eh ... - Umiko se sonrojó.

- No lo sé, así parece. Bueno, si Umiko quiere - respondió Eren avergonzado acomodándose sus gafas. Eso fue suficiente para dejar satisfecho al anciano, veía en la muchacha una buena chica, de una buena familia, y a Eren feliz.

Ahora ambos en la sala del departamento, Eren enseñando a Umiko a bailar vals para el día de la boda, fue complicado para la chica caminar con tacón, y eso que no era alto, y mucho más bailar con él. Se sintió mal por los pobres pues de Eren que fueron pisoteados varias veces por ella, pero él solo sonreía y le decía que no se preocupara.

- No sé cómo un chico tan fino como tú, terminó con una bestia como yo. Es como una mala película "El bello y la bestia" - se burló Umiko.

- Je, je, me encanta que sea así. Jamás imaginé que terminaría viviendo con la hermosa chica del tren... Por cierto, ¿De qué color será tu vestido? -