19- Previa a la Redada en el Puerto

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Ash conducía su moto y está vez iba de pésimo humor. Iba rumbo a incentivar una pista sobre un punto de venta de una droga química que al parecer estaba siendo producida por Cáncer. Lo poco que se sabía, es que era líquida y al parecer tenía efectos similares al éxtasis y esteroides era de un costo sumamente elevado pero por una extraña razón, su comercialización era para líderes de carteles criminales extranjeros. Ash y Neo fueron advertidos por su primo marine en la costa, a los límites de a ciudad, Nick Zenshiro.

Ahora Ash conducía a la costa llevando a Sádica quien sabía el punto de venta. Cabe recordar que Ash no tolera a su ex-captora y su peculiar sentido del humor.

- ¡Deja de manosearme! Con un demonio, voy conduciendo -

- Sólo me estoy sujetando porque vas muy rápido - respondió la mujer de trenzas disfrutando como el joven albino estaba molesto de tener que lidiar con ella.
A pesar de ir con casco, se podía sentir el aire más limpio y la sal en el aire. Señal de que estaban cerca de la costa.

- Es por allá Ojitos, debajo de la caleta pesquera -

Ash como un excelente conductor, aumentó la velocidad y se abrió paso por la pandereta de concreto que llegaba a la caleta.

- Rodearé el lugar, haz lo tuyo, hay que hacerlo rápido para no levantar sospechas - indico Ash antes de entrar con la moto en la arena debajo de la caleta. Sádica se paró sobre la moto, y mientras Ash rodeaba la caleta, la hábil ex-sicaria de Cáncer lanzaba pequeñas navajas con cámaras y micrófonos de alta gama que se clavaban a los pilares de madera rodeando todo el perímetro donde durante la noche se haría la redada.

- Listo Ojitos, ahora vamos a comer algo -

- ¿Más encima te tengo que sacar a comer? -

- Vamos Ojitos, estamos en la playa. ¿Y si le llevas algo bonito del mar a tu hijita y a la tipa por la que me cambiaste? -

- A Unice me la respetas - respondió el varón de ojos grises dando media vuelta rumbo al sector de tiendas de la costa.

- Sabes Ojitos, partimos mal. Pero deberíamos hacer las paces, más que mal, ahora somos equipo -

- Agh, está bien, paz - respondió el albino conduciendo a una velocidad moderada para ver dónde podía estacionar.

- Paz, entonces... ¿Sexo de reconciliación? -

- Estás bien enferma, deja de acosarme, en serio -

- Ay es sólo una broma, que amargado Ojitos -

Ambos bajaron de la moto de Ash y se detuvieron en un puesto de brochetas de pulpo frito, compraron y mientras comían miraban las artesanías del lugar.

- Supe que vas a adoptar a la niña soldado -

- Se llama Ashley, y sí. Pronto será una adopción legal -

La mujer de trenzas sonrió y puso una mano en el hombro de Ash que mascaba el bocado de pulpo, la mujer debía reconocer que a diferencia de Neo, Ash era más dulce y emocional, hasta tierno aunque tratase de verse fuerte y frío como su hermano.

- Esa pequeña es afortunada, cuidale mucho. Ojalá algún día olvide que fue una soldado - la melancolía en la voz de Sádica hicieron sentir un poco de lástima a Ash. Sabía que esa molesta mujer de trenzas también día una víctima más de una vida desafortunada, que quizás sufrió mucho en su niñez, y ni hablar de las privaciones que debió tener. Cada vez que comenzaba a sentir un poco de respeto o empatía por ella, ella arruinaba lo poco que había logrado con sus insinuaciones.

- La cuidaré con mi vida, Ashley es mi hija. No importa si no fui quién la concibió, ella es mi hija del alma y es lo único que importa -

- Aaaooowww eso fue adorable, hasta te haría un hijo -

Sentido de pertenencia II: Proteger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora