Eri llegaba junto con Neo al hospital, en el pasillo fuera de la sala de cirugía estaba Umiko llorando sentada en el suelo abrazada a sus piernas, mientras junto a ella el Señor Redfield trataba de consolarla.- Umiko-chan ¿Qué pasó? ¿Mi hermano? -
La ojiazul se levantó y abrazó a Eri.
- Lo siento tanto, lo siento tanto ... Abrió la puerta y le dispararon no alcancé a hacer nada... ¡Cómo lo siento! -
- No fue tu culpa muchacha... - consoló el padre de los mellizos pelirrojos. La información que había ahora es que había perdido mucha sangre, estaba en cirugía, y fuera de eso no se sabía nada más. Sólo podían esperar y rezar.
Del otro lado del pasillo, aparecían Ash con la pequeña Ashley dormida en brazos.
- Hermano ¿Coletas-chan está mejor? ¿Cómo está Unice? - preguntó Neo ofreciendo los brazos para cargar a la niña un rato.
- Ashley está más tranquila, la enfermera le dió unas gotitas para calmarla... Unice, le dieron puntadas en la nuca. Le hicieron radiografías para ver si, si es que... Tiene fracturas en las costillas. ¡Mierda! ¿Por qué ella? Ella no hizo nada... ¿Por qué ella? ¿Por qué Eren? No tienen nada que ver en esto... - Ash furioso lanzó un puñetazo a la pared de concreto, la pintura de esta se trizó un poco a la vez que un pequeño hilo de sangre rodó por su puño. Estaba furioso, no soportaba la idea de que sus seres queridos fueran daño colateral.
- Esos bastardos quieren darnos dónde más nos duele... Debes estar sereno por ella, tu hija te necesita, y ahora Unice también -
Las últimas palabras de su hermano calaron en el más joven. Debía admitir que ver a la joven herida, le dió una ira que no había sentido nunca.
- Neo, creo que yo... ¡¡¡Q¿UÉ HACE ESA LOCA AQUI?!!! - Ash sacó su arma de servicio y apuntó directo a Sádica quien aparecía con dos vasos de café.
- Shhh, no grites ojitos, más respeto que es un hospital -
- ¡RESPETO TU CULO! ATRÁS LOCA - exigía Ash poniéndose como escudo frente a Neo que cargaba a la dormida Ashley.
- Ash... Sádica está de nuestro lado ahora. Por un tiempo, después se va a la cárcel -
- No cuentes con la parte final - respondió la mujer de trenzas.
Paso una hora, mientras Neo le contaba a su hermano la extraña alianza con Sádica con tal de derrotar a Cáncer. El señor Redfield, Eri y Michael ayudaban a calmar a Umiko quien se seguía culpando por lo que pasó a Eren.
- Umiko-chan, no fue tu culpa. Créeme, Eren te quiere mucho, no querría que te sientas culpable... - consolaba Eri a la ojiazul quien estaba aferrada a la sudadera roja de Eren. Hace unos días atrás se durmió en el sofá, al despertar estaba abrigada con la prenda. La devolvió, más de vez en cuando cuando la veía por ahí la "raptaba" un rato, de vez en cuando la usaba de pijama, le agradaba el perfume de la prenda, lo suave de la tela de algodón... Era lo más parecido a estar abrazada a él. La chica lloraba en silencio con la prenda sobre sus piernas y los anteojos de su querido amigo en las manos. Aún había una mancha de sangre seca en el cristal.
- Eren... Por favor debes estar bien - murmuraba casi en una plegaria la joven de ojos azules.
El señor Redfield también sufría con lo que había ocurrido, pero al ver a su hija tan mal también, sabía que debía ser fuerte para ella. Sorprendido de la jovencita que lamentaba tanto lo ocurrido a su hijo, y como atesoraba las gafas y el abrigo se dió cuenta que su dolor era sincero.
- Muchacha, mi hijo es fuerte. Sé que saldrá de esto... Y te necesitará fuerte también -
Umiko se limpió las lágrimas, trato de respirar profundo y calmarse un poco. Sólo podía esperar.
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Sentido de pertenencia II: Proteger
FanficContinuación de la primera obra "Sentido de Pertenencia". Un universo donde los personajes son humanos y viven la historia después de la pesadilla de Neo (U1146). Para entender cómo comienza la trama, sí o sí deben leer la primera parte de la saga...