Sentido de pertenencia II: Proteger

16- Domingo

A pesar de estar en un "estado de guerra" cada involucrado en la lucha contra el crimen hacia lo posible por continuar con sus vidas.
Las palabras de Eri a Neo en el hospital cavaron profundo en todos.

"No te puedo dar una vida normal".

"Yo no quiero una vida normal".

La relación de Eri y Neo puso a muchos a cuestionarse sus propias vidas y relaciones. Era más cómodo y seguro enviar a la mujer que amaba a esconderse fuera de la ciudad, incluso muchos pensaron que era irresponsable seguir viviendo juntos, sin embargo, era más sensato pues ella era la fuerza que lo motivaba a seguir luchando y Eri se dió cuenta que fue una estrategia para separarlos: Divide y conquista.

Ahora Neo tenía a Sádica cerca de Eri, si bien la relación fue hostil al comienzo, ella era una de las mejores sicarias del enemigo pero les perdió la lealtad al verse traicionada por Cáncer.Ahora el albino podía trabajar sabiendo que en el edificio del buro estaba protegida, y en casa también. Sabía que su amada pelirroja no dejaría de trabajar, no a menos que fuera para prepararse a tener a los bebés, ya lo habían platicado y ella dejó bien en claro que no dejaría de trabajar.

- Eri, tal vez sería más cómodo para tí quedarte en casa... Sé que no quieres vivir de la herencia de tu padre y eso, pero yo gano lo suficiente para sostener una familia de cuatro y sólo sugiero, no te obligo, lo juro -

Después del pleito en el hospital, el albino siempre recalcaba "sugiero".

- Descuida cariño, estoy bien. Además, me gusta mi trabajo quiero seguir trabajando me hace sentir útil y tengo amigos en el trabajo también... Y ahora compartir oficina contigo me gusta más, volviste al turno rotativo y habrá semanas que no te vea más que un rato durante la noche, en el trabajo te veré más seguido. Agradezco que sólo lo sugieras, je, je -

Y no sé habló más del tema, Eri no dejaría de trabajar.

No era como si se fueran a pasear de la mano en el trabajo, todo seguía siendo igual que antes. Al menos dentro de la jornada laboral, ya que en la hora del almuerzo muchos colegas ahora se sumaban a la mesa para platicar sobre los bebés o llevar golosinas a la futura madre. Algunos seguían muy sorprendidos por "la extraña pareja" que eran los dos. Neo era silencioso, elegante a su modo, su mirada aterraba a quien no lo conociera y se sabía que era sanguinario en su trabajo, sin contar que las historias que se contaban sobre "Los Zenshiro" siempre lo recalcaban a él como el más sanguinario y valiente, por el contrario Eri era dulce y extrovertida, siempre sonriente, algo torpe pero se esforzaba mucho, poco y nada se sabía de su procedencia, pero algo era seguro: Eri siempre era positiva y siempre tenía una sonrisa para quién se le acercase. Por ello, muchos se sorprendieron la primera vez que la vieron platicando con Neo.

"Bueno, es que Eri es así con todos. Es amiga hasta del monstruo del armario"

"O es muy valiente, o muy tonta"

"Eri ¿Amiga de Neo? Se entiende de Ash, él es un caso especial pero... ¿Con don mirada "te voy a matar si tocas mi auto"? Vaya, eso no se da todos los días".

Eran comentarios, murmullos que se podían oír cuando pasaba Eri o Neo por los pasillos. Cuando la dulce pelirroja pudo oír de frente uno de esos comentarios por primera vez se le vió con el ceño fruncido alzando la voz y no en un tono dulce.

"Es como la bella y la bestia, espero que a la Caperucita no se la coma el lobo. Digo, vamos quizás hasta es amable con él para subir de puesto o le tiene miedo"