Sentido de pertenencia II: Proteger

12- Lazos pasados y lazos nuevos

La mañana del día de la ecografía:

La imponente sultana de la moda y el "buen vivir", Elina despotrincaba contra su pobre criada quien solo bajaba la cabeza tratando de no mandarla al diablo.

- ¡Estúpido viejo! Estúpido Redfield ¿Cómo puede avalar la estupidez que está haciendo su hija?

Fuera de la habitación, Michael y el Señor Redfield escuchaban el griterío. Iban a salir pero el mayor sugirió ir a espiar a su ex esposa a lo cual Michael se sintió agradecido, pues le tenía un buen estima a Margo la "Chacha" y sabía que su malvada patrona siempre se desquitaba con ella.

- Pero Madame, su hija está enamorada y al parecer es un buen muchacho. Si está además embarazada no hay nada más que hacer... -

- ¡¡¡Cállate!!! ¡Existen los abortos! -

La joven de cabello negro se tía que la sangre le hervía, no entendía como alguien podía ser tan egoísta. Sus puños apretados con furia, una vena a punto de estallar en su frente, su paciencia al límite.

- ¡¡¡EL LA VIEJA BRUJA MAS CRUEL RUIN Y EGOÍSTA QUE HAY SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA!!! ¡ME TIENE HARTA! ¡ASQUEADA! ¡NO SE COMO DIABLOS PUEDO SEGUIR TRABAJANDO PARA ALGUIEN TAN MALVADA! ¡RENUNCIO! ¡VÁYASE AL DIABLO USTED Y SU MALDAD! ¡NO PIENSO SEGUIR SIENDO PARTE DE ESTO! -

- ¿Cómo te atreves insolente? ¡Arruinare tu carrera! ¡No encontrarás empleo en ninguna parte! -

Fuera del departamento, los varones combatían contra la risa, hasta que vieron la puerta abrirse y salir a Margo con su maleta.

- Señor Redfield, Michael... -

- ¿Necesitas empleo? - preguntó el varón mayor haciendo que Michael sonriera por saber que ayudaría a su amiga.

- Mucho, lo que gano es para ayudar a mi familia tengo una hermana en la universidad y una madre que no puede trabajar - respondió la muchacha.

- Bueno, pues Michael es una enorme ayuda y estoy muy satisfecho de su trabajo. No obstante, no lo puedo tener 24 hrs pendiente de mí y además de las cosas de las empresas, le vendría bien una ayuda ¿Qué dices Michael? ¿Te vendría bien una mano?  Mismo sueldo, menos horas... -

Los jóvenes estaban emocionados al oír esa maravillosa oferta, no había como rechazar algo así. La emoción de Margo fue tal que abrazó a su nuevo jefe agradeciendo el gesto.

- ¿Cuándo comienzo señor? - preguntó limpiándose una lágrima la joven de cabellos negros.

- Ahora mismo, Michael. Por favor pide una habitación junto a la nuestra para que tenga dónde quedarse, mientras, usted señorita cambiarse ese horrible uniforme de criada por ropa más cómoda. Iremos de compras y ustedes me ayudar a elegir -

Desde la distancia y atónita Elina veía todo lo que acababa de pasar y hervía aún más en cólera.

- ¿¡Cómo es posible!? ¡¿Cómo te atreves a poner a mi Chacha contra mi?! - reclamaba la mujer furiosa.

- Ahora sabes lo que se siente que pongan a alguien que necesitas en tu vida contra tí - respondió en seco el varón mayor.

Era de esperarse que ambos se encontrasen en la ciudad, y en el mismo hotel. Era el hotel más lujoso de la ciudad, y en convenio con las empresas del Señor Redfield, ambos podían hacer y deshacer ahí.

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La tarde después de la ecografía:

El rubio líder de las tropas SWAT se servía una taza de café en la cocina se su departamento. Un piso completo para el sólo, bien amueblado, bien situado en la zona buena de la ciudad, amaba su trabajo, disfrutaba su departamento, saboreaba su café.