El fruto de nuestro amor 🍃 Jaeyong

4 🍃 Humor Changes

Taeyong despertó por si solo la mañana siguiente. Sin desperador sonando, sin luz entrando por la ventana y sin besos ni un Jaehyun a su lado. Taeyong abrió los ojos de repente al entender lo que significaba aquello y dirigió su mirada al depertador.

¡7:49! ¡Jaehyun ya se tenía que ir al trabajó!

El pelirosa saltó de la cama y se colocó las pantuflas lo más rápido que pudo. Esquivando las maletas que continuaban intactas salió de la habitación a toda velocidad y miró hacia abajo por sobre el barandal de las escaleras, no viendo a Jaehyun por ningún lado.

¿Se habrá ido ya? ¡Jaehyun no podía irse sin cumplir con su palabra! Si se atrevió a irse sin despedirse lo iba a... Esperen ¿Que es ese olor?

Taeyong aspiro hondo por la nariz, percibiendo un aroma dulce, muy dulce, atrayentemente dulce que hizo rugir su estómago en ayunas. Sus ojos se cerraron automáticamente y como si su cuerpo se manejará por si solo empezó a bajar las escaleras y fue directamente a la cocina, encontrando unos deliciosos panqueques con fruta y jarabe sobre la mesa y a un apuesto hombre a un lado de la estufa. Taeyong no sabia hacia donde dirigirse primero.

—Buenos días, yongie.—Jaehyun utilizó el dichoso apodo que le habían puesto sus amigos hace años y se acerco a Taeyong, mientras terminaba de abotonar su camisa. Se inclinó para darle un beso a su gatito, pero Taeyong se apartó, cambiando su semblando de baboso a disgustado.

—¿Por que apagaste el despertador?—Reclamó el pelirosa con los brazos cruzados sobre su pecho. Jaehyun inclinó no poco la cabeza hacia un lado, confundido.

—Yo no lo apague.—

—¿Entonces por que no sono la alarma?—La pregunta hizo que una sonrisa se dibujada en los labios de Jaehyun.

—Si sono, solo que tu la apagaste y te volviste a dormir.—

Los ojos de Taeyong se abrieron, abandonando su ceño fruncido.

—¿Yo hice eso?—Preguntó sorprendido, a lo que Jaehyun asintió.

—Si, simplemente te estirarse sobre mi para alcanzar el despertador y te derrumbarse sobre la cama como un osito pardo.—Declaró Jaehyun finalizando con una suave risa.—Te veías tan tierno.—

Las mejillas de Taeyong se colorearon de rosa. ¿Él realmente había apagado el desperador? Pero si siempre se despertaba unos minutos antes de que sonara y... ¡Y dormir mucho no le gustaba! Mucho menos cuando eso implicaba no alcanzar a Jaehyun en el desayuno y solo tener tiempo para despedirse de él antes de que se fuera a trabajar. Un pequeño puchero inconsciente se formo en los labios de Taeyong.

—¿Y por que no me despertaste?—Cuestionó el pelirosa hacia su esposo.

—Te veías muy cansado, cariño. Quería dejarte descansar.—

—¡Pero dijimos que hablaríamos en la mañana sobre...!—Se detuvo antes de completar la frase, sintiéndose un poco avergonzado. Jaehyun sonrió, adorando la timidez de su gatito.

—¿Sobre tener bebés?—Completó la oración, ganadose un bufido y otro ceño fruncido, Taeyong se veia tan lindo avergonzado.—¿Que más necesitamos decir? Tu quieres tener un bebé, yo quiero tener un bebé. Solo debemos esperar a que pase.—

Taeyong lo meditó un momento, apartando la vista de su esposo, como todo un gatito enojado. Jaehyun sonrió dulcemente y se inclinó nuevamente hacia Taeyong.

—¿Ahora si me das un beso?— Taeyong no respondió, simplemente reafirmó sus brazos cruzados, dejando en claro que seguía molesto. Jaehyun se contuvo de reir de lo tierno que se veía.—Amor, no me puedo ir sin tu beso de buenos dias, sino no tendré suerte hoy.—