11 🍃 Tantrum

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Taeyong se removió inquieto en la cama, en la que sería la décimo quinta vez aproximada en la que lo hacía. Se quejó contra su almohada al no conseguir reconciliar el sueño después de un buen rato y abrió los ojos perezosamente, dirigiendo sus ojos hacia el despertador.

6:11. Aproximadamente 19 minutos para que la alarma sonase. Esta era la primera vez que Taeyong se despetaba antes que el despertador después de pasar 3 meses simplemente abriendo los ojos medio segundo para localizar el aparato y apagarlo para continuar durmiendo. Se sentía extraño despertar y que Jaehyun continuará dormido a su lado. No recordaba que se viera tan lindo en ese estado.

Taeyong sonrió de lado, llevando una de sus manos al alborotado cabello de su esposo para darle una cuidadosa caricia antes de levantarse de la cama y tomar el reloj para atrasar la alarma 30 minutos más. Esta vez sería Jaehyun él que dormiría un poquito más esa mañana. Luego de ir al bañó y salir fresco como una lechuga, bajo a la cocina para empezar a hacer el desayuno.

Mientras las tostadas con huevo terminaban de cocinarse en una sarten, Taeyong programó la cafetera para depositar el cafe de Jaehyun en una taza. Se metió un dedo con restos de bibimbap* en la boca y abrió el refrigerador para sacar un puñado de moras y una banana para asi acompañar sus aburridos y tristes panqueques de avena. Cerró el refrigerador y dio unos pasos para buscar un cuchillo y asi cortar la banana en trocitos, pero a medio camino, sintió el aroma que emanaba de las bananas y se detuvo a observarlas. Taeyong no tenía ningun problema con ellas ni con las moras, eran ricas, pero estaba tan harto de ellas. De su rigurosa dieta y que le negaran comer azúcar.

Daría lo que fuera por comer un chocolate.

Taeyong se entristeció al pensar en la última vez que comió uno. Lo había robado de la alacena, específicamente del lugar en donde Jaehyun los escondía y prácticamente se lo trago. Luego de 3 días sin comer uno, Taeyong se sintió renovado, no obstante, 5 minutos después de saciar su antojo, su estómago se revolvió de manera dolorosa y cuando Jaehyun llego a casa 10 minutos después encontró a Taeyong vomitando en el baño y más pálido que una hoja. Desde entonces su esposó, ambas familias y sus amigos habían hecho el pacto de no darle ni una chispa de chocolate hasta que naciera el bebé y casi 3 meses después de eso, Taeyong se encontraba agonizando. Ni siquiera Yuta, su traficante de dulces, había cedido a darle chocolate y a pesar de que aceptaba todo lo que este le daba, para Taeyong continuaba siendo insuficiente. Sin darse cuenta, Taeyong se perdió en sus propios pensamentos y sólo alcanzo a apagar la cocina y la cafetera antes de dejarse llevar por la ansiedad.



[🍃]


Jaehyun despertó debido unos sonidos extraños provenientes de algun lugar de la casa. Al abrir los ojos y mirar alrededor, se dio cuenta de que Taeyong no estaba a su lado y mentiría si dijera que no se asusto por un momento. Con la mirada nublada, miró hacia el despertador.

6:34. ¿Que hacia Taeyong despierto?

Ignorando por completo el cansancio, Jaehyun se levantó de la cama y salió de la habitación. El escándalo que lo despertó parecía venir de la cocina. Bajó las escaleras lo más rápido que su recalculante cerebro se lo permitía y al llegar a la planta baja, caminó con sigilo hasta la puerta de la cocina y al entrar al lugar, casi le dió un infarto al ver a Taeyong de pie sobre el borde de la mesada de la cocina.

—¡Taeyong! ¿Que estas haciendo?—Exclamó, apenas captando la atención del pelinegro, el cual estaba demasiado ocupado buscando algo en el estante mas alto de la alacena.—¿Bebé?—

—Se que están aquí.—Pronunció Taeyong, buscando entre las cosas de la alacena.—Se que los guardaste aqui. Siempre los guardas aquí.—

El fruto de nuestro amor 🍃 JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora