El fruto de nuestro amor 🍃 Jaeyong

10 🍃 Where is your hair?

Taeyong llego a su hogar, totalmente agotado luego de un largo día de trabajo. Al cerrar la puerta tras él colgó su mochila en el perchero y sus llaves en el ganchito junto a la puerta. Soltó un gran bostezo, quitándose los zapatos y remplazandolos por sus cómodas pantuflas. Se dirigió hacia las escaleras, pero antes de llegar a ellas se detuvo frente al marco con espejo que colgaba en la pared.

El maquillaje en su rostro ya se había ido casi por completo y su cabello estaba sumamente desastroso, con los mechones alborotados, el color rosa prácticamente desaparecido y sus raíces negras ya casi 5 centímetros visibles. Taeyong llevó una de sus manos a su cabello y paso sus dedos por los mechones, analizando la situación.

No podía decolorarse el cabello para retocar el rosa. Había leído en una página de internet que los químicos podrían hacerle daño al bebé y por supuesto, Taeyong se mantendría completamente alejado de cualquier cosa que pudiera afectar a su bebé, pero tampoco podía dejar su cabello así.

Debera tomar otras medidas.

(🍃)

Jaehyun llegó a casa a eso de las 10 de la noche. Dejó sus cosas junto a las de Taeyong y camino por la sala con sus pantuflas, buscando a su gatito con la mirada.

—¿Taeyong?—Llamó al no encontrarlo por la sala. Decidió continuar su búsqueda en la cocina, no obstante, antes de entrar a ella, escuchó unos pasos bajar por la escalera y volteó, seguro de que se trataba de Taeyong.

No estuvo preparado para lo que vió.

Su gatito se encontraba bajando las escaleras, vistiendo un pantalón holgado a cuadros y una camiseta blanca de mangas cortas, la cual hacia resaltar el color de su alborotado cabello, que era un negro muy intenso y brillante.

El ahora pelinegro sonrio hacia su esposo y pareció decirle algo, pero Jaehyun no se encontraba escuchándo, estaba demasiado ocupado teniendo una especie de flashback; Regresando 8 años atrás, cuando Taeyong y él se conocieron

El mayor tenia 17 años en esa epoca y era la cosita más dulce y bonita que Jaehyun había visto en sus 15 años de vida. El cabello de Taeyong era negro en ese entonces y Jaehyun recordó pensar que nunca imaginó que a alguien le quedaría tan bien un color tan cotidiano como ese, pero Taeyong había llegado para demostrarle que hasta las cosas mas pequeñas, podian ser el triple de especiales y hasta el dia de hoy ello no había cambiado.

Jaehyun se quedo totalmente embobado, volviendo a la realidad cuando parpadeó y lo primero que sus ojos divisaron fueron lágrimas rodando por las mejillas de su gatito.

—No te gusto ¿verdad?—Preguntó Taeyong, con un nudo en la garganta y con la desilución plasmada en sus ojos.

—¿No gustarme?—Cuestionó Jaehyun, aún con secuelas del shock y sonrió a la vez que se acercaba a Taeyong y veía de cerca el cambio.

El mayor se quedó estático mientras Jaehyun subía una mano hasta su cabello negro y peinaba una parte de su flequillo hacia un lado, sintiendo la suavidad producida por los ingredientes hidratantes del tinte y entrelazando las oscuras hebras entre sus dedos. Taeyong analizó con ojos aguado la expresión en el rostro de Jaehyun y su corazón se alboroto al presenciar esa hermosa sonrisa con hoyuelos tan de cerca.

—Es totalmente imposible que algo en ti no me guste, Yongie. Tu haces de las cosas más cotidianas, como el color negro, una obra de arte.—

Las mejillas del pelinegro se tiñieron de un rosa muy intenso mientras que Jaehyun parecia totalmente encantado por su nuevo estilo. Habían pasado más de 5 años desde la ultima vez que Jaehyun había visto a Taeyong con su color de cabello natural y definitivamente esto debía ser parte de una de las 8 maravillas del mundo.