34 🍃 Fast

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Taeyong llevó una mano a su boca y mordisqueo una de sus uñas, en un hábito que siempre realizaba cuando tenía ansiedad, como en ese momento.

Otra vez el aroma dulce de la pastelería lo estaba agobiando. Ese día no utilizaron casi nada de chocolate o fresas debido a la poca actividad de la pastelería y a la nula necesidad de reponer productos en la vidriera, por lo que la cocina olía enteramente a vainilla y caramelo, y eso lograba desconcentrarlo demasiado de hacer su trabajo. Tenía tantas ganas de robárse las sobras, un trocito de pastel, alguna fruta que no utilizaron o la crema batida atrapada dentro de alguna manga pastelera. Desde su lugar de trabajo observaba aquellas tentaciones apartadas a un lado sobre una bandeja, esperando ser utilizadas para otra cosa, tal vez para el almuerzo de Taeyong.

—Ni siquiera lo pienses.—Le dijo Kun, alejando la mano de Taeyong de su boca para que dejara de morderse la uña y golpeó la mesa con su dedo con el objetivo de que mirase allí y no hacia las sobras.—Concéntrate, hyung.—

Taeyong realizo un pequeño puchero debido al regaño del gerente y asintió, procediendo a seguir con su tarea de armar los macarons rosas con la crema de mantequilla que acababa de hacer y que en serio se había esforzado por no probar.

Más seguro de que Taeyong no hiciera nada que no debiera Kun siguió con su camino, yendo hacia afuera para tirar la basura. Al oír la puerta trasera cerrarse Taeyong suspiro. Siente meses ya habían pasado desde sus diferencias con las fresas y el chocolate y sus seres queridos aún se empeñaban en alejarlo de cualquier cosa que pudiera contener más azucar de la necesaria. No sabia como había conseguido sobrevivir todos esos meses sin probar absolutamente nada de la pastelería ¡Siendo todo tan delicioso y tentador!

—¿Tio Yongie tiste?—Preguntó una vocecita que Taeyong reconoció al instante y una sonrisa se dibujo en su rostro al ver a Lucas sentado en el borde de la mesa de Ten, comiendo unas deliciosas galletas de chips de chocolate.

—No, patito. Tio Yongie esta bien, solo tiene hambre.—Lo último no quiso decirlo en voz alta, pero inocentemente se le escapó. Lucas emitió un suavecito "Ohhh" y tomó una de sus galletitas para ofrecérsela a Taeyong.

—¿Gasheta?—Le preguntó y Taeyong estuvo tan tentado a aceptarla, muchísimo la verdad, pero antes de que cometiera aquel error "fatal" Ten apareció, quitándole la galleta a Lucas y dejándola junto a las demás.

—No, bebé. Recuerda que al cachorrito de tio Yongie no le gusta el chocolate.—Le dijo su tio Tenie y Lucas abrió más sus ojitos al recordarlo.

—Lo siento...—Dijo suavecito y Taeyong suspiro, sintiéndose mal al casi aprovecharse de la bondad de aquel angelito.

—No te disculpes, precioso...—

—Si, todo es culpa de tío Yongie.—Taeyong fulminó a Ten con la mirada por aquel comentario y Lucas río por ello, endulzando los oídos de sus tíos y aliviado el ceño fruncido de Taeyong, quien suspiro, observando como Ten utilizaba el cepillo que fue a buscar para peinar un poquito el cabellito castaño de Lucas para proceder a hacerle colitas con la simple razón de estar aburrido al no tener trabajo que hacer.

Taeyong sonrió con suavidad, observando como él niño intentaba obedecer a su tío Ten de quedarse quieto mientras esté lo peinaba, pero como el bebé inquieto que era se removia de un lado a otro y ladeaba su cabecita sin querer. Una suave risa escapó de los labios del pelinegro por los regaños de Ten y las risitas divertidas de Lucas.

Recuerdos atacaron a Taeyong en ese instante. Imagenes de un Lucas bebé siendo cargado en los brazos de Kun, sentado sobre la encimera cubierto de harina y riendo con sus pequeños dientitos de leche que apenas estaban terminando de salir. Taeyong sintió su corazón estrujarse al darse cuenta de lo rápido que había transcurrido el tiempo y se sintió algo agobiado. ¿Tres años podían pasar volando de esa forma?

El fruto de nuestro amor 🍃 JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora