15 🍃 Hug me

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Taeyong llegó a casa a eso de las 8pm, cuando sus amigos al fin decidieron dejarlo ir y solo porque Jaehyun estaría en casa en unos minutos y podría cuidar de él por ellos. Si, estaban siendo altamente paranoicos, pero Taeyong no podía culparlos, no cuando el también tenía miedo de mirar detrás de su espalda.

Se quitó los zapatos y se pusó sus pantuflas, y muy diferente a otras ocasiones, simplemente arrojó sus llaves a la mesa, sin animos de colgarlas en su respectivo ganchito ese día. Desganado y arrastrando los pies, caminó hasta la cocina en busca de un poco de agua. Eso no era exactamente lo que necesitaba en ese momento, pero lo ayudaría a distraerse del mar de sensaciones que inundaba su interior.

Se sentía extraño, frío, incómodo, con náuseas y un sentimiento de disgusto que por más que suspirara no se iba. Quería quitarse esa horrenda sensación de encima. Sentirse a gusto otra vez, feliz, pero lo único que obtenía era una profunda insertidumbre que tranquilamente podría hacerlo llorar hasta dormirse.

Bebió de su vaso de agua, aún con esa sensación obstruyendo su garganta y lleno sus mejillas del líquido, sus ojos cubiertos de lagrimas listas para salir y cuando tragó soltó un profundo suspiró, acercándose a su teléfono abandonado dentro de su mochila, el cual habia empezado a sonar. Vio el identificador antes de contestar.

—Hola mamá.—Hablo, intentando sonar lo menos extraño posible.

—Taeyong, cariño... Perdona que te moleste tanto el día se hoy... Solo quería saber como estabas.—Pronunció la mujer, Taeyong pudo sentir la preocupación de su madre através de la línea y su corazón se estrujo, ademas de sus lágrimas que ya estaban cayendo. No pudo evitar sorber su nariz y su madre logró escucharlo.—Bebé... ¿estas llorando?—

El pelinegro se tomó un segundo para respirar hondo y no quebrarse justo allí.

—Lo vi, mamá... Henry estaba frente a mi.—Dijo, recibiendo tan solo silencio antes de continuar.—Me abrazo...—Pronunció con una pequeña sonrisa de vergüenza por sentirse tan afectado por algo así, pero es que le dolía tanto abrazarlo después de que la confianza en él ya no existiera.—Me abrazo, mamá y se sintió tan mal.—

La mujer estaba sin palabras, deseando poder estar ahi para abrazar a su bebé y decirle que todo estaría bien, que nadie más lo iba a lastimar mientras ella esté viva.

Cariño... Por favor, no llores. No puedes estresarte. Recuerda al bebé.—Intento tranquilizarlo con ello y funcionó un poco. Recordar a su bebé era la mejor manera para que Taeyong recobrará sus fuerzas.

Limpió sus lágrimas con la manga de su poleron y lucho por recomponer su respiración alterada por el llanto.

—¿Quieres que vaya?—Preguntó la mujer, ya lista para colgar y recoger su bolso para tomar un taxi a la casa de su hijo. Taeyong sonrió, negando con la cabeza.

—No, mamá. Jaehyun llegara a casa en cualquier momento. Él cuidara de mi. No te preocupes ¿Si? Solo... Solo son las hormonas, ya sabes. Me pondre mejor en un momento.—

—¿Estas seguro?—

—Si, muy seguro. Ya no te preocupes más. Te llamaré si algo sucede ¿Esta bien?—

Taeyong no pudo verla, pero por el respiró de resignación supo que estaba asintiendo en rendición. Intercambiaron unas cuantas palabras mas finalizando con unos "Te amo" antes de despedirse y Taeyong dejo su teléfono sobre la mesa de la sala. Tomó una gran respiración y regresó a la cocina para lavarse la cara en el fregadero y se secó con una servilleta absorbente.

El fruto de nuestro amor 🍃 JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora