47 🍃 We don't need touch

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Taeyong parpadeó, sus ojos bien abiertos al mirar a su alrededor, hacia la sala que hace semanas había dejado de visitar. Observó los antiguos muebles que la decoraban, el color amarillo de las paredes y las fotografías posicionadas con orgullo en diferentes puntos de la sala. En una de ellas, específicamente sobre el pequeño mueble junto al sofá, se vio a si mismo junto a su padre, sonriendo en un retrató debajo de una fina capa de polvo.

El aire se sintió pesado mientras por dentro sentía que ya había olvidado como sonreír de esa manera.

Volvió a pestañar al oír un ruido cercano, sintiendo como una lágrima caía por su mejilla debido a la acción. La voz le sonó algo lejana, pero la reconoció a la perfección. Al apartar los ojos de la vieja fotografía y dirigirlos hacia donde provenía el ruido, logró visualizar a su hermana mayor empujando a Jaehyun de la espalda, guiandolo hacia las escaleras e indicándole que subiera a darse una ducha caliente antes de resfriarse.

Taeyong siguió a Jaehyun con la mirada mientras este subía los escalones con sus zapatos empapados. Su cuerpo enteró se estremeció en cuanto el menor miró por sobre su hombro y sus ojos se encontraron.

¿Que era ese brillo en sus pupilas? ¿Acaso era satisfacción? ¿Orgullo? ¿Jaehyun estaba orgulloso de él?

Su triste corazón comenzo a latir demasiado rápido mientras Jaehyun le regalaba una suave sonrisa, tan bonita y sincera que ante los inocentes e ilusionados ojos de Taeyong, esta decia "Bien hecho, cariño".

Taeyong quería seguir recibiendo sonrisas asi de su parte por el resto de su vida.

(🍃)

Su habitación ya se había oscurecido gracias a la tormenta que aún no había parado, por lo que una lámpara tuvo que ser encendida en medio de la tarde para darle algo de luz y así poder elegir ropa en su armário que Jaehyun pudiera ponerse. Jaehyun no tenia medidas muy diferentes a él, por lo que cualquier cosa podría quedarle, pero solo por si acaso eligió las prendas que por lo general le quedaban sueltas para que a su, todavía, novio no le apretaran demasiado.

Justo cuando el despreocupado conjunto estuvo listo en sus manos, su hermana entró a la habitación, empujando la puerta entreabierta. Taeyong volteó y la observó dar dos pasos al frente, tal vez tratando de no invadir su espacio y le devolvió la mirada desde la distancia.

—Tae...—Pronunció ella por lo bajo.

—Yo tampoco se que fue lo que paso.—Contestó sin necesidad de una pregunta verbal y el sonido del suspiró de Taeyeon le provocó un sutil escalofrío.

—¿Eres consciente de lo enorme que es este paso que has dado?—

—Lo se...—Taeyong asintió apartando la mirada y dio unos pasos hasta la cama para dejar la ropa allí.—Pidele que venga cuando haya terminado.—

—Tae, sigo pensando que...—

—Por favor, Noona...—Cortó sus palabras casi en un murmuró y levantó la mirada hasta dar con la de ella.—Dile que venga, necesito hablar con él... Todo estará bien.—Lo último procuró decirlo mientras la miraba a los ojos, para que supiera que realmente seria así.

Y una vez más, Taeyeon no tuvo más opción.

En cuanto su hermana se fue con las prendas de ropa en sus manos, Taeyong suspiró, dejando salir todo el peso en sus pulmones y se sentó sobre su cama. Junto sus manos por encima de sus piernas y comenzó a jugar con ellas mientras esperaba con el sonido de la lluvia de fondo, golpeando con fuerza contra sus ventanas.

Contempló sus manos, aquellas que se habían atrevido a abrir su puerta para salir y las sintio hormiguear, luego miro sus pies, los mismos que tomaron vida propia para correr hacia la puerta principal, tan lejos de la calma y seguridad de su habitación. Su interior se revolvió ante el simple pensamientos y tuvo leves nauseas a causa del reciente recuerdo.

El fruto de nuestro amor 🍃 JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora