54 🍃 Like the first time

4.3K 391 392
                                    





Taeyong revisó el interior de su gastada mochila de la secundaria una vez más. Chequeó que llevera la candidad adecuada de cuadernos, lápices y su billetera con algo de efectivo, el suficiente para pagar su viaje de ida y vuelta en autobús y tal vez un capuchino en la cafetería más cercana.

Verificó una vez más la hora que marcaba el reloj de la cocina. 8:15am, se le había hecho un poco tarde. Sin perder mas tiempo, cerró su mochila, la cargó con una mano y se encaminó hasta la puerta principal de su hogar, siendo seguido muy de cerca por su pequeña Ruby.

Le envió un mensaje a su hermana avisandole que ya se iba y respondió con un "Ok" al mensaje de Ten, el cuál le asegurába que estaría en la parada de autobús en cualquier momento. Tomó sus llaves, las unicas abandonadas en el ganchito junto a la puerta y con ellas abrió la puerta, recibiendo la luz de la mañana en su rostro.

Tomó una profunda respiración, armándose de valor para comenzar un nuevo dia y antes de salir de su hogar acarició la cabecita de Ruby para despedirse de ella, recibiendo unas cuantas lamidas a cambió que lo hicieron sonreír. Cerró la puerta con un sentimiento de culpa en el corazón al tener que dejar a su pequeña perrita sola en casa otra vez, pero se consoló al recordar que Taeyeon regresaría pronto y podría ocuparse de ella.

Se colgó su mochila al hombro y recorrió las calmadas calles de su vecindario se tomaba un momento para apreciar el bonito día. No habían muchos autos circulando y la mayoria de los vecinos de la zona estaban trabajando o en la escuela, lo cual explicaba toda la paz que cubría las calles y le permitía a Taeyong un momento de paz antes de que todas sus emociones comenzarán a estallar.

Visualizó la parada de autobús a lo lejos y aceleró el paso para alcanzarla mas rapido, sin embargo, su ceño se frunció ligeramente al llegar y no encontrar a nadie esperando allí. Revisó el letrero junto a él para asegurarse de que el número del autobus que se detenía ahi fuese el correcto y luego miró de un lado a otro, intentando visualizar a su mejor amigo por algun lado, pero no asomaba ni una mosca por las calles.

Pronunció una pequeña mueca y optó por realizar una llamada, solo esperaba que Ten le contestará antes de que el autobús llegará, lo que menos quería era irse sin él. Llevó el telefono a su oreja y este casi se le resbaló de la mano cuando el rugido de un auto sonó muy cerca de él.

Taeyong dio un saltó en su lugar y retrocedió dos pasos, observando el auto color verde estacionado justo frente a la parada de autobus. Las piernas de Taeyong temblaron ante el miedo irracional de ser secuestrado, pero entonces, el vidrio polarizado de la ventanilla comenzó a bajar, revelando la imagen sonriente de su mejor amigo desde el interior del vehículo. Taeyong parpadeó varias veces.

—Hola guapetón. ¿Te llevó?—Preguntó Ten desde el interior del auto con su sonrisa coqueta y sus cejas subiendo y bajando rítmicamente. Taeyong quiso no haber guardado todos de sus cuadernos dentro de su mochila para poder lanzarle uno a Ten en ese momento.

—Ten, ¿de donde...?—

—Tranquilo, es de mi padre y me lo prestó. Esto es totalmente legal.—Aseguró el Tailandés realizando un movimento con su mano. Taeyong alzo una de sus cejas.

—Lo sería si tuvieras tu licencia de conducir.—

—¡Casi la tengo! Solo me queda un examen más.—Reclamó, haciendo un pequeño puchero de manera inconsciente.—¡Anda! Estas viendo al mejor conductor de tu generación.—

Un suave suspiro escapó de entre los labios de Taeyong, revelando su inquietud de subirse a un auto con un conductor inexperto, peró aun asi, guardó su teléfono en el bolsillo de su chaqueta y rodeó el vehículo para subir del lado del copiloto.

El fruto de nuestro amor 🍃 JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora