El fruto de nuestro amor 🍃 Jaeyong

53 🍃 Congratulations

Todo estaba oscuro. Los ojos de Taeyong se encontraban vendados, despojandolo de su vista con el objetivo de agudizar sus otros cuatro sentidos.

Su cuerpo temblaba ligeramente ante la ansiedad que le provocaba no poder ver lo que ocurría a su alrededores, pero lograba mantener la calma al aspirar por la nariz el agradable aroma de los aromatizantes que la doctora Anh había puesto alrededor de él para ponerlo a prueba.

—Mantente respirando.—Indicó la doctora. Taeyong pudo oir a la perfección el sonido de un fósforo siendo encendido y dedujo que la doctora había encendido otra vela.—¿Como te sientes?—Taeyong se estremeció ligeramente al suspirar.

—Nervioso...—Confesó por lo bajo.

—No hay motivos para estarlo.—Aseguró la doctora, soplando para extinguir el fuego del fosforo. Taeyong atrapó el leve olor a quemado.—Si esto llega a ser demasiado para ti, solo dimelo y pararemos de inmediato, ¿esta bien?—Taeyong respiro hondo y asintió.—Bien, intenta imaginar conmigo, ¿si?—

Taeyong escuchó el sonido de sus tacones resonar contra el suelo antes de que se detuviera por completo casi frente a él.

—Estas en un lugar que te gusta mucho, uno que te trae muchos buenos recuerdos y te encantaría visitar en estos dias.—

Su mente trajó de inmediato las imágenes a él, su corazón comenzó a latir más rápido, pero esta vez, no por miedo o ansiedad.

—¿Que lugar se te viene a la cabeza?—Curioseo la mujer.

—Los bosques de Paju.—Fue su respuesta.

—¿Por que ese lugar?—La respuesta era muy simple, pero aún así, sus mejillas se sonrojaron ligeramente.

—Fueron mis primeras vacaciones solo con... Jaehyun.—

—Oh, ya veo.—Pronunció la mujer.—¿Tienes algún recuerdo favorito de ese momento?—

Taeyong asintió casi de inmediato.

—Cuando Jaehyun me llevó a la montaña y me mostró el arrolló...—Comenzó por decir, su pecho inflandose de una bonita sensación.—También... Cuando me hizo waffles con chocolate.—Continuó, con su voz un poquito más baja esta vez, casi como si estuviese suspirando sus palabras.

—Que tierno...—Pronunció ella, quizas con una sonrisa—¿Que tan ricos eran?—

—Los mas ricos del universo.—Afirmó y pronto, percibió un agradable olor a chocolate que comenzo a cubrir todos los demás aromas.

—¿Estuviste allí cuando Jaehyun te los preparó?—Preguntó, recibiendo un gesto positivo de Taeyong.—¿Puedes recordar ese momento?—

Taeyong asintió una vez más, sintiendo su boca hormiguar por el delicioso aroma combinado con sus recuerdos que se sentían tan vivos a pesar del tiempo que había pasado.

—Recuerdalo...—

La mente de Taeyong recreó ese momento para él. No recordaba bien que día había sido, pero estaba seguro de que hacía mucho frío y que por esa razon no habían podido salir de excursion. Taeyong había estado tan decepcionado por ello, pero Jaehyun no permitió que eso lo desanimara.

Recuerda que su novio lo llevó de la mano a la pequeña cocina de la cabaña y lo hizo sentarse en una de las sillas de madera que su abuelo había hecho a mano hace años. Al no tener internet o acceso a una televisión, Taeyong tenía que conformarse viendo a Jaehyun cocinar y considero que eso era mucho más gratificante que cualquier programa o aplicación que pudiese existir. Inhaló profundamente al sentir la sensación a flor de piel, recibiendo el olor al chocolate, haciendo que se sintiera allí de nuevo, donde eran solo Jaehyun y él, donde fueron tan felices.