9. A la luna.

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Dos semanas, solo dos semanas han pasado desdé que todos éramos amigos escapándose un día Martes del colegio para ir a un parque de atracciones.

Y ahora estamos entré una guerra de chicos contra chicas de bromas pesadas.

La cosa más absurda, al igual que el motivó por el cual inició, en ves de ser una hermosa declaración de amor por parte ambos, pero como hay tantos personas imbeciles en este mundo que no saben ser claros con lo que dicen todo se mal entendió y Lilith nos arrastró una guerra sin sentido alguno.

—Esto es injusto, Lilith, por favor para esto, me llenaron mi casillero con basura, ¡BASURA!—Llegó Ela alcanzandonos bastante alterada.

—No hasta que él se disculpe.

—Pero tú eres la que tiene que disculparse—le dijo Charlotte y Lilith solo puso los ojos en blanco.

—Por favor Lilith, mira al pobre—Extendí mi mano hacia donde estaba Daniel y el la extendió también—Ve lo, indefenso, solo, incomunicado—Me fui acercando al igual que él para tomarnos de la mano—Debe de estar sufriendo—Cuándo estuvimos apuntó de abrazarnos Malik lo cargó y lo alejó de nosotras, y Lilith al mismo tiempo me tomó de los brazos y me giró para ver hacía ellas.

—Al igual que mi bebé, está solo en esté mundo—Ela miró a su Novio que también la miraba desdé donde estaba algo triste.

—Ves lo que estás provocando, nos separando—le dijo Charlotte bastante sería a Lilith—No he podido cobrar el striptease que me debe Kenn.

—Si, ya se, todas tienen algo pendiente con ellos, pero entiendanme, si yo me disculpa estaré dejándome en ridículo y...

—No, solamente admitirías que te gusta y de que eres una cobarde que huye de las cosas del amor por miedo a enamorarse.

—No hables mucho Shannele, porque tú también eres así.

—Yo no tengo miedo de enamorarme, sería algo agradable si llega a pasar, tengo miedo de volverme una imbecil que dice estar enamorada y depende emocionalmente de alguien, pero ya esta siendo superado eso.

—¿Ah si, y como?

—Por que llegué a la conclusión de que el amor de mi vida soy yo—Tomé mi bolso del piso y empecé a caminar a mi auto.

—¡Shannele! ¡¿A dónde vas?! ¡No hemos terminado esta conversación!—Empezó a hablar con un tono de voz cada vez más fuerte.

—Para mi si—Me subí a mi auto, lo encendí y conduje hasta mi casa.

Concele cualquier tipo de compromiso antes de bajar a almorzar, toda una tardé libre para liberar cualquier tipo de estrés.

Ya después de comer la hora después se basó en una copa de vino mientras me cambiaba para ir a la piscina.

Un hora sin mi madre gritando, sin Elizee gimiendo en biblioteca, peleas absurdas, solo el sol, el agua, una copa de vino, un libro y yo.

Pero solo dos horas duró esa paz que merece ser eterna cuando tocaron la puerta de la casa, tan solo con ese sonido del timbre interrumpieron toda una tardé.

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora