Narra Ricardo.
—Daniel en el cuarto de Shannele tampoco están—dije saliendo al pasillo juntó a los demás.
—¿Pero ninguno las vio salir?—preguntó Daniel y todos negaron verlas salir de los cuartos—Bueno, talvez salieron a comprar algo se cenar, aún es temprano, esperemos a que lleguen y todos felices.
—Yo voy a ir a dormir, me avisan si pasa algo—Malik se fue a su cuarto y quedamos Daniel, Joè y yo.
Antes que Joè abriera la boca me dirigí a mi cuarto y cerré la puerta con seguro para evitar accidentes de nuevo.
Saqué mi teléfono del sacó, vi el mensaje que me había enviado Shannele, entre a la conversación y me había respondido al "¿Dónde estás?" De hace unos minutos con un "No te importa" Sonreí y le respondí con un "¿Cuánto más vas a seguir molesta?"
Dejé el teléfono en la cama y me empecé a desabotonar la camisa mientras miraba mi teléfono, de repente Flashbacks de Shannele haciendo eso vinieron a mi atrapandome en el momento en dónde estaba en mi departamento, como le ordené que se arrodillara y obedientemente lo hizo, al volver a la realidad terminé de quitarme la camisa y entré al baño, abrí la llave para poner el agua caliente y terminé de desvestirme para entrar a la ducha.
Mi mente se situó en el momento en el que me estaba bañando y solo se escuchan gemidos y las voces de Shannele y Joè, apreté la mandíbula y mis manos se hicieron puños sin ninguna razón.
Entré a la ducha y mi cuerpo al hacer contacto con el agua tibia se sintió bien y esos intentos sonidos se disminuyeron, después de mojar mi cuerpo un poco tomé el jabón y empecé a enjabonar mi pecho, al llegar a mi cuello fue como si me teletransportara al momento en dónde entramos a la habitación de hotel porqué no quería que los demás se dieran cuenta de que había estado llorando.
De como nos empezamos a pelear porque no quería irme a otra habitación aparte y no iba a dormir en el suelo, de como empezamos a retarnos y provocarnos para terminar basándonos mientras nos quitabamos la ropa, los besos desordenados, duras estacadas, y como resultado gemidos perfectamente audibles.
Me mordi el labio si recordar su espalda arqueada por mi, al volver a la realidad moje mi cabeza y terminé de enjabonarme y lavarme el cabello.
Después de sacar todo eso y durar unos minutos más en la ducha solo porque si salí, me coloqué una toalla al rededor de la cintura y salí del baño.
Encendí el teléfono y vi la respuesta de Shannele "¿Cuántos días más nos quedan aquí?"
Terminé se secar mis manos y le puse "Solo dos más." Volví a dejar el teléfono en la cama y fui al clóset, tomé un mono negro y me lo puse.
Tocaron la puerta, fui hasta ella y abrí, vi a Joè y coloqué la toalla en mi cuello.
—¿Qué se te ofrece?—Él iba a hablar pero Daniel apareció y pasó entre ambos entrando al cuarto—Pasen si quieren—dije con sarcasmo y Joè entró.
Volteé y Daniel estaba sentado en mi cama, tenía unos vasos de shots y una botella.
—Ahora que los tengo aquí vamos a averiguar cuál de los dos hijos de sus madres preciosas arrebató la inocencia de mi hermosa bebé, y vamos a hacer una depuración entre nosotros porque siento mucho odio y tensión aquí—Mire de reojo a Joè y el también me había mirado así, volvimos a ver a Daniel con una expresión que denotaba un claro "No"
—Daniel, ya eso pasó, las chicas ya lo hicieron, todo bien—Joè se dio vuelta para salir y Daniel enseguida lo alcanzó y se colocó en la puerta.
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Un Sueño De Verdad.
RomanceShannele Martínez, una joven afortunada para el mundo donde reinan las apariencias en el que vive. La chica de la que todos hablan, pero de puertas para dentro, lucha con inseguridades, miedos y problemas familiares. En el momento menos esperado co...