Un Sueño De Verdad.

49. ¿Cómo se llamaba?

Abrí mis ojos y me di vuelta en la cama para quedar boca arriba, miré al lado izquierdo y como había supuesto Ricardo no estaba.

Abrí y cerré varías veces mi ojos para que se fueran adaptando la luz, al caer en cuenta de cuanta luz había en la habitación miré hacía la ventana del balcón y ya había amanecido.

Miré hacía mi teléfono en la mesa de noche, lo tomé y encendí, dejé caerme en la cama soltando un suspiró de frustración al saber que ya eran las Díez de la mañana y no había escuchado la alarma para ir a al colegio.

Me envolvi en una de las finas sábanas blancas, me acerqué al clóset de él y tomé una camisa negra que me debería de cubrir bien para al menos ir a buscar mi ropa allá abajo.

Primero entré a la ducha y me di un baño rápido mojandome la cabeza para evitar recuerdos de anoche.

Al salir de la ducha y verme en el espejo mientras me ponía la camisa me di cuenta de unos pequeños moretones en mi cuello que claramente no son moretones.

—Ahora si tendré que usar maquillaje—dije tocandome el cuello en la zona de los chupones.

Salí del cuarto mientras me peinaba el cabello para que no se hicieran tantos nudos, al ir bajando en las escaleras me sorprendió verlo en la cocina.

Imaginaba que él si había ido al colegio, yo no me preocupó tanto por ir hoy por que no tengo absolutamente nada de evaluaciones hoy.

Al terminar de bajar el último escalón miré lo ordenada que ahora estaba la sala y lo muy bien iluminada que estaba.

—Buenos días princesa—Me acerqué a la cocina y se me hacía tan raro verlo haciendo desayuno.

—¿Ricardo Brown, el chico con millones asegurados, muchos escoltas y chicas de servicio, sabe cocinar?—Él sonrío y me miró examinandome mientras me acercaba a él.

—Digamos que mi madre todos los viernes nos hace servirles a las del servicio, así que se cocinar, limpiar y respirar como alguien considerado normal.

—Debe de ser divertido y horrible a la vez, a decir verdad yo no se cocinar, osea pocas cosas, cosas con las que podría sobrevivir fácilmente—Reímos y me coloqué a su lado afincandome en la mesa—¿Porqué no me despertaste para ir al colegio?

—¿No te llegó la notificación? No hay clases hoy, por algo te fui a buscar.

—Que buen día será hoy, increíble, no tengo que ir al colegio y tampoco a la academia de baile, aunque a esa si quería ir.

—¿Y Cómo vas en la de baile? ¿Viene otra competencia?

—Si, de hecho hoy van a dar las instrucciones y esas cosas,por que a final de este mes, si no se alarga, serán las competencias más importantes del año, pero Charlotte quedó de avizarme que decían, tengo miedo que no me eligan para ninguna coreografía por no ir pero ellos ya saben lo de la costilla y tengo dos semanas de reposo.

—Cierto, se me había olvidado decirte, mi papá tal vez se esté comunicando contigo por que tomo tú caso.

—¿Mi caso?

—Bueno, nuestro, mío ¿No te han dicho aún?—Negué y fue a la nevera agarrando crema batida para los hot cakes—Pues...Él sujetó que intentó violarte murió, se complicó, no se como fue el asunto y su esposa quiere demandar a los doctores y a mí "Por matar" a su prestigioso esposo.