45. Dulces sueños.

20 4 20
                                    

Él podcast que estaba escuchando se detuvo, dejé de hacer los apuntes y mire el teléfono, era una llamada entrante de mi mamá, tomé el teléfono y atendí la llamada.

—¿Hola?

—Hija menos mal estás despierta, como estoy en Roma necesito que mañana estés muy pendiente de mi cuarto, nadie, absolutamente nadie más que tú puede entrar a mi cuarto.

—¿Por qué? ¿Pasó algo?

—Sabes que conmigo siempre llevó el papel donde esta la contraseña de la caja fuerte y la estoy buscando y no la encuentro, y tú eres la única persona que se la sabe, así que cuidado, yo llegó el lunes—Iba a decir algo pero me colgó.

Me levanté con mi teléfono en mano y salí de mi habitación, iba con mucho cuidado de hacer ruido por que Diego y Papá están durmiendo, ya son casi las tres de la madrugada, oficialmente ya es sábado y yo estoy preparando un debate sobre la educación como debilidad o algo así, para el lunes.

Entré al cuarto de mi mamá, dejé mi teléfono en la cama y cerré con seguro la puerta.

Me coloqué frente al cuadro gigante en una de las paredes al que jamás le he encontrado sentido porque es muy extraño.

Lo quité de la pared dejando ver la caja fuerte que estaba detrás, coloqué la combinación.

Me la aprendí desdé que la escuché cuando estaba más pequeña por que la cantaba, creé una canción con los números y se me quedó grabada.

La coloqué y abrió al instante dejando ver todo el dinero que mi madre tiene Guardado aquí y no en el banco por que le estresa el papeleo.

Vi una pequeña caja rosada con corazones en el fondo, intenté alcanzarla pero no llegaba, me di vuelta y vi una silla, la tomé y acomode para poder subirme y así alcanzar la caja.

Al tomarla vi que la tapa tenía mi nombre escrito, estaba llena de polvo y tuve que sacudirla un poco, estaba algo pesada e intenté abrirla pero me di cuenta que tenía un pequeño candado.

Dejé la caja en la cama y me volví a subir para buscar alguna llave pero no había nada más que dinero en efectivo.

Cerré la caja fuerte y puse el cuadro para cubrirlo, acomode la silla en donde iba y empecé a buscar en algún cajón una pequeña llave que entrará pero en los que pude revisar no había nada.

No pude seguir buscando por que la pantalla de mi teléfono se encendió y llamó mi atención, fui hasta el y Ela me estaba llamando, tomé el teléfono y vi la hora, ya son las tres de la mañana, es raro que me esté llamando y no esperé más para atenderle.

Al principio solo escuchaba música a todo volumen.

—¿hola? ¿Alguien?

—Mi amor, mi divina, ¿Mi amor ya lo dije? Corazón te necesito—Por como hablaba noté que estaba ebria.

—¿Estás tomando? ¿Dónde estás?

—Es que...Yo, yo estoy con el equipo X, estamos...¿Dónde estamos? Estamos en el club donde hay mucho, mucha gente, el del metro rojito y algo circular...

—¿El VIP Room?—Pregunté a ver si adivinaba por qué es uno de sus favoritos.

—Si, si, ese, estamos todos aquí, Daniel, Emma, Charlotte, Malik, uno medio rarito y otro con camisa negra, si

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora