12. La chica de mis sueños.

36 8 1
                                    

Narra Daniel.

Tengo dos semanas en Francia, ya mi familia se está organizándo con los negocios, la casa, autos, insistí en venir acá para encontrarme a mi mejor amiga.

Pero cada día que pasa estoy más seguro de que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Bueno, después de la decisión de tirarme por las escaleras envuelto en almohadas con un colchón. Hermosos recuerdos.

Pero amo definitivamente los viernes, son lo mejor de la semana y solo llevó dos semanas aquí y ya los amo, ¿tiene un motivó?

Todo tiene un motivó por el que ocurrir, supongo, pero este si lo tiene, una chica.

¿Es patético? Demasiado patético pero amo serlo cada segundo del día.

Estamos en clase de lenguas extranjeras, español para ser exactos, y no puedo expresar como amo esta clase, además de que la profesora entiende solamente unas palabras del idioma, y de que yo lo habló perfectamente porque es mi lengua natal, ella está en está clase, aunque no lo habla del todo bien, es muy buena en él español.

—Daniel, presenté su ensayó—Tomé las hojas en dónde tenía anotado todo y me levanté para pasar al frente de toda la clase—Comience por favor—Mire a todos los de mi clase y de último la miré a ella, como observa atentamente, devolví la vista al ensayó y me preparé para hablar español.

—Hoy les vengo a presentar mi ensayo llamado: Venezuela y Colombia, dice: "En una nací y en otra crecí, en una hay estrellas y en la otra más amarillo, pero ambas comparten una cosa, y no habló de mí, aunque podría hacerlo, habló de la arepa, una discusión tan grande por un manjar que en ambos lugares es distinta la manera de prepararla pero la discusión está desdé hace años y años, pero solo puedo decirles que la verdad usted sí se le hace mucha la hijeoputa fea, y no es que me considere muy chimba mija pero por lo menos mekskdjakaando lo mio, en cambio usted, seca mija seca, en conclusión maduro coñoetumadre—Sonreí al dejar de hablar y como ningúno entendió lo que dije me aplaudieron.

—Excelente Daniel, ¿De qué nos hablaste?—Me preguntó la profesora con una hermosa sonrisa de orgullo.

—De las costumbres y tradiciones de mi país—Ella se notó sorprendida pero feliz.

—Qué hermoso, tienes un Díez, Richard, sigue usted—me fui a mi asiento celebrando en mis adentros.

Yo sabía que esto me serviría algún día.

El resto de la clase se basó en francés intentando hablar español y en mi dejando de ponerles atención poco a poco por ver a una hermosa doncella llamada Emma, tiene unos hermosos ojos que desde que vi hace unas semanas me atraparon.

Una chica tierna, dulce, amable, que me agrada en está clase, creó que estamos empezando a ser amigos y quiero ir conociéndola poco a poco, se ve que es una chica con la que podría hablar de aliens y después de un tema político importante con facilidad.

—¡Hey! Daniel, ¿Me estás escuchando?—Salí de mis pensamientos y vi a Emma al frente de mi mirándome preocupada—¿Te sientes bien?

—¿Qué? Si, obvio, estoy perfecto, y para ser honesto no te escuché lo siento, es que estaba imaginando que me casaba y tenía hijos con alguien, ¿me lo repites?—Ella sonrío amablemente, y me tomó la mano.

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora