47. A mi es a quién prefiere.

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—¡Chequea como se menea! Ella es ese sueño que tuve despierto, un recuerdo leve de esto que siento, una sacudida, a mis salidas, la cima de un beso en un brinco suicida—Canté A todo pulmón mientras me colocaba unos lentes en forma de labios que había traído Daniel.

—Su fuente de energía Cautiva mis sensores, pues no hay quien la controle cuando baila encendia, tiene adentro esa chispa que quema transistores y bebé de un elipses que enciende sus motores—Daniel siguió cantando la letra de la canción usando uno de mis cepillos como micrófonos mientras le subía al volumen.

—¡Salió a la disco a bailar, una diva virtual!...¡Chequea como se menea!—Cantamos juntos y al terminar la última frase como era un remix se puso otra música más movida y nos dimos vuelta y comenzamos a hacer twerk—¡Esto es una vaina movie pa' que las mamis muevan su chapa, a mi me gustan Lazie, pero que sean de raza!

Seguimos bailando y cantando hasta que la puerta de mi cuarto se abrió y vimos a Charlotte, Ela y Emma.

—¿Esto no iba a ser noche de chicas?—Preguntó algo confundida Charlotte.

—Si, Daniel es una chica esta noche, ponte lo que te dije—El corrió al baño y salió unos segundos después con la peluca rosada que se había comprado y sus típicos lentes en forma de corazón.

—Hola chicas, Soy Daniela, pero díganme Francis, la que me diga de otra manera no le respondo—Las cuatro nos reímos fuertemente.

—Esta bien, nos convences, entonces ¿Sacamos las colchonetas, carpas y sábanas para armar nuestro campamento en el patio?

—Si, Francis lleva los colchones—Nosotras tomamos las almohadas y sábanas rápido y salimos dejándolo solo para que sacará lo más pesado.

Tardamos una hora más o menos armando lar carpas, acomodando las colchones, poniendo sábanas, luces, llevando dulces, poniéndonos las pijamas combinadas que tenemos, excepto Daniel, se supone que era de chicas y bueno, no hicimos más pijamas pero andaba con un mono gris feliz de la vida.

Haciendo todo mientras escuchábamos música latina, además de que mis amigas ya están acostumbradas y se saben muchas, Diego cantaba y jugaba con nosotros, hasta que mi papá se despidió y se lo llevó para dormir.

—Que ha probado todo tipo de mujeres, Drogas, putas en moteles Pa’ ver si to’ eso me duele (Si cuando termina tu peli siempre me llama, que)—Comenzó a cantar Charlotte.

—¡Que me, que me prefiere a mí
Que me, que me prefiere a mí
Si supieran esas ratche' que no pueden competir. Que me, que me prefiere (a mí) Que me, que me prefiere (a mí) Avisale a todas tus groupies que no pueden competir!—Cantamos las cuatro al mismo tiempo con peines, cucharillas y lápices como micrófonos.

—Al WhatsApp, nunca le tiro
Pasa por lao', ni lo miro
Te dije que no compraba esa mierda Y como Eladio, nunca me viro, Como vos, yo tengo una colección Pero vos sos mi preferido Y aunque pase el tiempo, siempre tengo un nuevo skill Pa' dejarte sorprendido—Cantó Emma mientras miraba a Daniel y se hacía el sorprendido.

—Me quiere, me odia, me escribe
Me ignora, me llama, me llora
Que no ve la hora de quemar un krippy conmigo, Quedarse esta noche conmigo, Quiere sentirse bendecido, Tengo agua bendita pa’ apagar el fuego Que te convirtió en un demonio
Y una habilidad que te nubla la mente, No sabe si es amor o es odio, Él no sabía de locura y me conoció, El más malo que no caia, en la mía cayó—Seguimos cantando con pasión y alma otras canciones que son un himno tanto en Inglés como español.

Así jugamos por un rato hasta que Emma y Daniel desaparecieron a buscar dulces.

—¿Por qué tardan tanto? Tengo hambre—Charlotte hizo un puchero como si yo pudiera sacar algo de mi espalda y darle de comer.

—No se, pero ellos si deben de estarse comiendo así que se aguanta el hambre, chicas, yo quería decirles algo—Ela se sentó al frente de nosotras, podía notar que era algo serio lo que diría.

—¿Qué pasó mi diosa?—dije y ella nos tomó de las manos a Charlotte y a mí.

—Esto es serio, y necesito que estén conmigo ¿Si?

—Me estás asustando Ela—Charlotte se puso totalmente derecha mirando preocupada a Ela.

—Mis papás hablaron conmigo hace una semana más o menos y me dijeron que se querían separar, ambos me explicaron que no es por alguna infidelidad o esas cosas, simplemente ambos ya sienten que no hay amor y quieren separarse para que todo este bien...Y quisiera algún consejo de ustedes, ya que...Ya saben—Charlotte y yo Sonreímos con ternura.

—Ela, mi vida, la verdad es que no creó ser la mejor para darte algún consejo...Solo que nunca te cierres, se que tienes mucha confianza con ellos, cuando pase algo, te sientas triste o lo que sea, por muy boba que te parezca les digas y hablen como familia.

—Eso es muy cierto, eso y que te va a encantar esto de tener doble regaló de navidad, cumpleaños, lo que sea—Las tres nos reímos muy fuerte aunque si puede ser una realidad, más cuando terminan bien.

—Deberíamos de dormirnos ya ¿no? Mañana tenemos que ir al colegio—Ela se acomodó en el centro de las colchonetas.

—Yo no quiero ir—Me cubri el rostro con una sábana.

—Tranquila, nosotras te vamos a ayudar a cubrir esos moretones y como si nada—Charlotte me sonrió intentando darme confianza.

—Divina, pero que pereza hacer eso, levantarme, estudiar y tener que quedarme hasta tardé.

—Todo va a...

—¡Emergencia!—Escuchamos a Daniel de repente haciéndonos voltear y verlo asomarse algo agitado—¡No hay dulces! Buscamos por toda la casa, en la cocina, en el escondite secreto de Diego y el de Shannele, hasta revolvimos todo el cuarto de Shannele—Sonreí y el se veía tan preocupado por que se habían acabado los dulces—¿Qué tal si vamos a comprar? A unas casas de aquí hay una pequeña tienda.

—Lo que sea por los dulces...

•••
—En eso si estamos de acuerdo Shannele, fue un buen debate, nos vemos el miércoles, esperó que te mejores.

—Gracias, nos vemos el miércoles—Me dio un beso en la mejilla y se alejó el chico delgado de ojos oscuros al que me he agarrado cariño por que es muy bueno en esto y adorable cuando ya sale de personaje.

Saqué la caja que había encontrado en el cuarto de mi mamá del casillero, por que no lo iba a dejar en mi cuarto corriendo peligro de que mi madre lo viera y me lo quitará.

Al salir esperé encontrarme con Daniel ya que había planeado ir con él a comprar algunas cosas que necesito para una operación pero no estaba.

Estaba totalmente vacío el lugar, saqué mi teléfono para llamarlo por que el nos había traído a todas después de la pijamada y obviamente no tengo mi auto ni mucho menos efectivo para un taxi.

Salí un poco más para ver si estaba estacionado más allá de la acera pero solo estaba un auto negro que encuanto me asomé las luces se encendieron y comenzó a avanzar.

Algo de miedo me entró y me hice para atrás apunto de correr a adentró de la escuela, se detuvo al frente de mi y bajó uno de los vidrios.

Me tranquilizó al ver que solo era el papá de Ricardo, muy sonriente mirándome.

—Shannele, estaba esperándote, necesito hablar contigo.

—¿Conmigo?

—Si, ¿Tienes algo que hacer? ¿Danza o algo más?

—No, solo tengo que ir a comprar hilo verde, algunas batas, imprimir unas cosas para hacer una operación a un peluche, esta algo grave—Él se rió y abrió la puerta del auto.

—Sube, vamos a comprar todo lo necesario para que ese peluche esté bien y de paso tomamos un café, tengo algo que proponerte...

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora