52. La puerta.

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—Si, primero esperemos que se duerma Diego y luego hablamos, porque hay algunas cosas que tengo que aclarar—dije aclarando mi garganta, sacando de la caja los colores para ordenarlos.

Miré a Ricardo junto a Diego acostados en la cama de Diego viendo televisor.

Ricardo acariciandole la espalda desnuda a Diego, y Diego acostado en su pecho viendo de manera fija el televisor.

Me fijé en el televisor y estaban viendo paw patrol.

—Ignorada por una serie infantil, que hermoso momento—Empecé a separar los cien colores por tonalidades para luego ponerle los nombres.

—¿Tú as a poner nombres?—Volteé para ver a Diego que ya había vuelto del trance.

—Si Diego, ¿Me quieres ayudar?

—Papá había decido que él iba hacerlo—Me quedé callada viéndolo por que no sabía que decirle al respecto—¿Cuándo a vover papá?

—Campeón, ¿Recuerdas lo que hablamos? Papá tuvo que ir a jugar con los angelitos.

—Lo ecuerdo...Pero ¿Poemos hacelo cuándo vuelva?

Apreté mis labios y miré hacía arriba para no llorar en frente de él.

—Es que como esta en una misión súper secreta va a tardar en volver, hay muchas cosas malas intentando destruir a los angelitos y volverá cuando estén totalmente a salvó—Diego se notó algo triste y Ricardo se levantó de la cama tomando un marcador—Pero tengo este instrumento secreto que te va a permitir ir a verlo cuando más lo extrañes.

—¡¿Enserio?!—Diego se levantó corriendo de la cama a dónde estaba Ricardo.

—Si, tú tienes que dibujar una puerta como esta—Él dibujo una puerta en una hoja de papel—Lo único que tienes que hacer es abrirla, pero solo la puedes abrir una sola vez en toda tú vida.

—¿Solo una vez?

—Si, por eso yo aún no la he abierto, siempre extraño a mi hermana mayor pero como se que soy fuerte y que aún puedo aguantar para abrirla después entonces no la he abierto, así que ya sabes, utiliza la puerta solo cuando lo veas muy necesario—Él asintió y se quedó viendo la hoja de papel, corrió hacía la cama y siguió viendo teléfono.

Seguí ordenando los colores con Ricardo con nombres que nos daba Diego hasta que se quedó dormido.

Salimos de la habitación Ricardo y yo, al hacerlo sentí un alivió extraño pero tan increíble.

—¿Qué querías decirme?—Le tomé de la mano y lo llevé a mi habitación.

Me acosté con los ojos cerrados, boca arriba.

Un lado de la cama se hundió un poco, y luego empezó a acariciar mi cabeza.

—Ahora mismo estoy...Bastante confundida y en ningún aspecto bien, pero se lo que tengo que hacer desdé ahora mismo y quiero aclarar todo para que no se haga difícil para mí.

—¿Aclarar?

—Si, Ya se que te gustó y todo eso, pero como sabrás no estoy en el mejor de los momentos...Pero quiero saber si ¿realmente quieres algo serio, algo formal o solo quieres que sigamos siendo amigos?—Pensó un poco en que diría por lo que tardó en responder.

—En realidad ya lo de amigo me duele así que eso no, se que esto no fue nuestro plan pero si quiero algo serio, algo más contigo que solo sexo.

—¿Y qué quieres que haga yo? ¿Qué creés que debo de hacer yo?—Lo miré y se encogió de hombros.

—¿A que estamos jugamos? ¿No será que sientes algo más tú también?

—¿Él que? ¿Qué me gusta gustarte? Si, me gusta mucho eso.

—Admítelo, también te gustó, admítelo—Negué con una pequeña sonrisa—Dilo, di que te gustó, solo quiero que me beses y me digas que tú también sientes lo mismo—Me coloqué boca abajo y me movió un poco para que hablara y solo me reía intentando ignorarlo.

Me levanté sentándome frente a él mirándolo a los ojos.

—Me gustas inútil, ¿Feliz?

—Ve, tú me gustas, yo te gustó ahora solo falta que te quedes conmigo por siempre—empecé a reír y me abrazó haciéndonos acostar en la cama.

—Prometeme que esto es real por que de verdad en unos meses no quiero volver a andar sintiéndome mal por que ya estoy cansada y...

—I lose my mind when it comes to you, and I don't want to smile if it's not for you, así que es totalmente real.

—Tengamos un trató entonces, sin lo de novios pero tú podrás ser mi sol y yo seré tú luna.

—Entonces tú...

—Tú eres mío pero yo no soy de nadie, ¿Está bien?

—Esta bien, creó que esta bien, al final sabemos que soy el amor de tú vida así que no tengo problemas—Empecé a reír y me levanté de la cama.

—¿Tú papá sigue en la ciudad?

—Si, mañana por la noche va a New York.

—¿Podrías decirle que necesito hablar con él antes de que se vaya?

—¿Para qué?

—No quiero seguir solo soñando cosas, quiero hacer los sueños de verdad, y como se que viene una pesadilla pronto quiero estar preparada.

Tocaron la puerta de mi habitación y Ricardo la abrió, yo me acerqué a mi clóset y tomé un pijama rosa con pastelitos que tengo.

Vi a Diego entrar con su manta arrastrando y peluche en mano.

—No quiero dormir solito—Ricardo lo cargó y le dio una vuelta como si fuera en un avión y le decía que no iba a dormir solo.

—No mirar—Diego le tapó los ojos a Ricardo para que no viera que me iba a cambiar.

Diego se llevó a Ricardo al baño para que pudiera cambiarme y desde afuera se escuchaba como Diego regañaba a Ricardo por que eso no se podía hacer.

Entre risas me coloqué en pijama y avisé para que salieran.

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora