—Linda, puedo explicártelo—Esas palabras solo me confirmaron un poco más mis sospechas, de repente comenzó a faltarme el aire como cuando estaba en mi cuarto llorando, o el en baño del colegio, él niño empezó a decir mi nombre algo mal pronunciado me imaginó por la edad pero intentaba acercarse a mi.
Iba a alejarlo y entrar a encerrarme pero Ricardo me tomó de la mano y me regaló una sonrisa.
—Se llama Diego, parece que tu padre ya le había hablado de ti y no paraba de decir en el caminó que hoy conocería a su grandiosa hermana por lo que me tradujo Daniel, se que puedes aguantar un poco más, no lo hagas en frente de él, no tiene la culpa de nada Shannele, si quieres luego hablamos o hablas con tú papá, pero al menos espera a que se duerma—Me miró fijamente a los ojos mientras hablaba, mientras yo iba recordando como respirar bien para calmarme, asentí y me sonrió a labios cerrados.
Me hizo una seña y dudé en si ignorarlo pero al final me acerqué al niño y en enseguida puso sus pequeñas manos en mis mejillas y con sus ojos tan brillantes me sonrió y empezó a moverse para que lo cargará yo.
Ricardo lo pasó a mis brazos y enseguida el niño me abrazó y seguía balbuceando mi nombre, jugué un poco con su manito y haciendo algunas caras, cosquillas rápidas y el solo se reía como si fuera algo tan gracioso que se me escaparon algunas sonrisas.
Mi papá tenía una sonrisa que expresaba ternura, orgullo y algo de culpa, le hice una seña con la boca para que entrara y que estaba todo bien y Daniel se llevó al bebé con ellos para adentró.
Note la presencia de Joè en la puerta observando pero se fue con los demás.
—Princesa, yo quisiera quedarme para hablar de lo que quieras pero ya voy algo tardé para una reunión.
—No, esta bien, ya has hecho mucho la verdad, en realidad nada de esto tendría que...
—No sigas porqué no terminaremos bien, yo quise hacer esto porque Daniel me lo propuso, te lo mereces y se que esto te podrá ayudar mucho, así que no me agradezca ni nada de eso, tampoco tienes que pagarme ni mucho menos, lo mejor que puedes hacer es hablar con tú y que te expliqué todo, el bolso del niño y lo pase al auto de Daniel, cualquier cosa sabes donde esta mi departamento y sabes que puedes entrar y salir cuando quieras, esta a tú disposición.
—Esta bien, lo haré, que te vaya bien en tú reunión.
—Gracias, a mi papá le dará gustó saber de ti, pásala rico pero no abuses ni caigas tan bajo de nuevo, también te quiero princesa nos vemos luego—Se dio vuelta y entro a su auto.
Esperé a que avanzará y cuando ya no viene el auto en la calle me di vuelta y entré a mi casa.
Sorprendentemente mi mamá no estaba gritando como loca, Mi mamá y su novio estaban agarrados de mano sentados a un extremo de la mesa, mi papá en el otro extremo y en uno de los laterales la mamá de Joè juntó a él.
Daniel estaba en el suelo de la sala jugando con él bebé.
—Hija de mi vida, podemos hablar en el despacho un segundo—Mi madre se levantó y noté la clara mirada de ese señor con el que esta directo a su trasero.
Entrelace mis manos y empecé a hacerme lo de romper un poco pero al caer en cuenta que lo hacía las separé de inmediato y asentí caminando hacía el despacho.
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Un Sueño De Verdad.
RomanceShannele Martínez, una joven afortunada para el mundo donde reinan las apariencias en el que vive. La chica de la que todos hablan, pero de puertas para dentro, lucha con inseguridades, miedos y problemas familiares. En el momento menos esperado co...