29. Lindo desahogó.

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Narra Joè.

—Daniel, tú puedes, solo sube-dije en modo de aliento para darle ánimo a subir la pared rocosa, Ricardo ya estaba arriba de cuclillas riendo por como Daniel no subía más de un metro.

—¡Tírate imbecil, no puedes!—Daniel miró hacía abajo y se aferró más a la soga para no caer.

—¡Ni loco me lanzó!—Seguí tomándome mi malteada y Ricardo bajó toda la pared, alzó los brazos para que Daniel cayera en ellos y cuándo él se soltó de la soga Ricardo quitó los brazos y Daniel cayó en las colchonetas.

—Por cobarde—Ricardo tenía una gran sonrisa y Daniel se retorcía exageradamente hast que se levantó y tomó su batido.

—Esto es mucha actividad física para mi—A ambos le quitaron los arneses y se acercaron a mí.

—¿Creen que ya es hora de ir a buscar a las chicas?—dije viendo mi teléfono, no había mensaje de alguna de ellas diciendo que la fuéramos a buscar.

—Si, ya están listas, ahora de decirle cosas lindas a Ela...Y a Emma—dijo Daniel mirando a la nada, claramente imaginando la.

—Un poco más y veo los corazones volando—dije y Ricardo asintió con una sonrisa burlona.

—No puedes hablar mucho Joè, "Estas muy linda Shannele" "Te doy mi asiento Shanne" "prestame atención Shannele porque te quiero desdé que estamos en Kinder"

—No es desde Kinder...

—Joè, no besas el suelo por donde camina porqué le tienes miedo a que te miré raro—Continuó Ricardo, Daniel solo hacia señas que se traducían a "el sabe de lo que habla"

—¿Y a ti Ricardo? Te gusta alguien—Él alzó una ceja, iba a decir algo pero sonrío a labios cerrados y asintió.

—Si, se llama Ricardo, un dios, ojos azules, rubio, Estadounidense con abuelos latinos, billonario y futuro cabecilla de todos los negocios de mi familia, ah, y usa Shampoo de coco—Se acomodó la chaqueta y me alejé de la mesa en donde estaba apoyado.

—Qué presumido, Alguna persona te debe de gustar, aparte de ti.

—Talvez, pero es muy parecida a mi.

—¿El espejo?—dijo Daniel y Ricardo asintió.

—Si, el espejo—Empezamos a caminar a la peluquería donde las dejamos, Daniel a lado derecho, yo del izquierdo y Ricardo en medio, parecía que íbamos coordinados al caminar.

Me sentía en uno de esos desfiles de moda, todo el mundo nos miraba como si fuéramos celebridades, talvez sea por la ropa que tenemos puesta y las bolsas que llevamos en las manos.

Cuándo estuvimos frente a la peluquería Daniel tocó la puerta de vidrio y se hizo atrás, a los segundos la puerta se abrió, Salieron Emma y Charlotte con los brazos entrelazados, ambas tenían el cabello suelto, a simple vista no les notó mucho el cambio, o no me interesa verlo.

Salió Lilith, del castaño claro ahora lo tenía totalmente negro, se notaba la diferencia en su rostro, se veía más Blanca y sus ojos más bonitos, Ela salió y ahora tenía el cabello lacio, más rubio y más largo, se veía aún más bonita de lo usual, pero en vez de ese toque tierno de siempre se veía un poco más fuerte, mala, conquista al mundo si quiere.

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora