25. Dioses.

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Narra Ricardo.

Terminé de guardar la ropa en el armario y enseguida salí de la habitación. No me gusta mucho estar en un lugar tan cerrado, siento que me ahogó muchas de las veces.

En cuánto salí me cegaron los Flashes de cámaras, cuándo pasó la ceguera me asomé y estaba Shannele posando para varias cámaras, tenía un vestidos blanco, se me hacen parecidos a los vestidos que siempre usan las diosas griegas, se movía ante la cámara con tanta naturalidad, bailaba, reía, jugaba un poco con algunas cosas de la sala.

De vez en cuándo varios se le acercaban y le acomodaban el cabello, re tocaban el maquillaje, la acomodaban en una pose específica.

—¡Ey!—Escuché una voz varonil bastante lejos, mi miraba fue hacia abajo y estaba un hombre haciéndome señas—¡Ven aquí!—Le hice caso por curiosidad, al tenerlo al frente tenía una extraña sonrisa pero creó que es de gustó—Eres perfecto, ¡Eres perfectamente perfecto!

—Eso lo se, pero me lo dices ¿Por?

—Ponte al lado de ella, ¡Shanne! Mi amor, ven aquí—Volteé y ella se quedó viéndonos y después se acercó, en cuánto estuvo algo cerca el señor la tomó de los hombros y la colocó al lado mío,  se alejó un poco y sus ojos iban de ella a mí, una y otra vez—Son perfectos, ¡Lo encontramos! ¡Matthew ya no llamas a la agencia!

—Perdón, pero me he perdido un poco, ¿Él perfecto? Yo si, pero ¿Él?—Sonreí ante su momento de egocentrismo.

—¿La princesa está sorprendida de tener al frente alguien más perfecto que ella?—Me di vuelta para esperar su respuesta, es adorable ver su cara con esas expresiones de "Arrodilla te y súplica que te perdoné"

—No, porqué todavía no la he tenido al frente, aún no conozco a Harry Styles—Tenía esa sonrisa que estaba esperando a que le respondiera algo.

—Los amo, esa energía es la que quiero es la cámara, ¿Quién gana entre los dos?—Me apuntó y miró fijamente—La chica de allá te va a dar la ropa—Miró a Shannele—Nosotros vamos a hacer unas últimas fotos, ¡Caminen!

En cuánto dijo eso una chica apareció atrás de mi y me llevó a un cuarto a cambiarme.

Pasaron como unas tres o cuatro horas en donde nos decían como ponernos, nosotros jugamos con las palabras cada que podíamos, nos cambiaron de ropa unas cinco veces, a ella le ponían transparencias en los cenas para que se viera como si no estaba usando nada en la parte de arriba, vestidos azules o grises, prendas y peinados, en mi utilizaron brazaletes, togas parecidas a la de dioses, sandalias doradas simulando oro,  coronas, alas como si fuera un Ángel, esmoquin con decoraciones de lunas. Estuvimos en la piscina, y varias partes de la casa.

—Well, you touch my face again and you are going to look for work in the fucking street, okay?—dije con seriedad a la chica que me estaba tocando la cara bruscamente desdé hace rato.

—¿De malas el niño?—Escuché la voz de Shannele detrás de mí, la chica se alejó de mi y me di vuelta para mirarla, tenía esa sonrisita de superioridad.

—¿Ya terminamos?

—Eso creó, eso quiero, ya me duele la espalda.

—¿Si quieres un masaje?

—Le tengo miedo a tus masajes la verdad.

—¿En serio? No parecías asustada—Ella se acercó con una ceja alzada y brazos cruzados.

—¿Ah no?

—No, parecía que lo disfrutabas princesa.

—Entonces creó que deberías de ajustar tu percepción ante esas situaciones—Me acerqué más a ella, al punto donde tenía que mirar hacia arriba para verme a los ojos.

—¿Me ayudarias con eso o tengo que buscar a alguien más?

—Tendría que revisar mi agenda, es que esta bastante llena y no creó estar disponible para eso—Sonreí y ella también.

—Entonces esperó tú llamada, a menos de que estés ebria, nunca más.

—Lo tendré en cuenta—Me alejé e iba al cuarto en donde me estaba cambiando todo este rato, pero me devolví y me acerqué a su oído.

—Es mejor que le des una oportunidad a Joè, Darah es un imbecil, ten cuidado con él. —Le susurre y me alejé rápido.

Subí a la habitación en donde me voy a estar quedando y me metí a  la ducha.

Un Sueño De Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora