La fuerza del destino (Draco y Hermione)

\"No me dejes...\"

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NOTA: Esto ocurre en la Batalla de Hogwarts, después de que Harry mata a Voldemort.

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El Gran Comedor estalló en gritos y exclamaciones de júbilo, todo el mundo quería agradecerle a Harry Potter, el niño que vivió, el Elegido, por haberlos librado de Voldemort. Solo había dos personas que no fueron a abrazar a Harry: Hermione Granger era una de ellas.

La muchacha buscaba entre la multitud que la había aprisionado, tratando de encontrar a alguien mientras gritaba a voz de cuello:

-¡Draco! ¡Draco!

Finalmente logró salir del gentío, y lo vio, a aquel rubio de ojos grises apoyado en una mesa del Gran Comedor. Corrió a abrazarlo... pero se detuvo en seco.

Draco Malfoy estaba herido.

Hermione se aproximó, mientras él trataba de sonreírle, estaba muy pálido.

-E-estoy... bien -jadeó el muchacho- Es... solo un... rasguño.

Hermione no lo escuchó, descubrió la manga derecha de Draco, donde había un profundo corte sangrante del hombro a la muñeca. Hermione soltó un grito, que fue ahogado por los escándalos de la multitud.

-¡AYUDA! -exclamó Hermione- ¡SEÑORA POMFREY! ¡AYUDA! ¡HAY UN HERIDO!

La señora Pomfrey no tardó en aparecer, examinó el brazo del rubio. Suspiró.

-¿Qué? -dijo Hermione entrando en pánico- Podrá curarlo ¿no?

Madame Pomfrey miró a la chica con tristeza.

-No tiene remedio, señorita Granger, aunque lo curara a perdido demasiada sangre. No sobrevivirá.

Aquello fue para Hermione como un jarro de agua helada.

-Los dejaré para que se despidan -añadió la enfermera y se perdió de vista.

Hermione lloró:

-No... No quiero que te vayas. No lo soportaré... no me dejes.

Draco la abrazó, seguía tambaleándose, pero debía ser fuerte... lo que le quedara de vida.

-Hermione -Draco tomó su rostro entre las manos, también estaba llorando- Nunca te dejaré. Las personas que amamos nunca se van, basta con que no las olvidemos. Yo permaneceré... -puso su mano en el pecho de la chica- ...aquí.

Hermione tembló. Draco parecía estar perdiendo la conciencia, y cuando lo hiciera ya no abría remedio. Draco cayó al suelo, Hermione se agachó y lo tomó en brazos. Draco estaba muy, muy pálido.

-¿Alguna vez... te he dicho... que te amo? -preguntó el rubio con voz temblorosa.

La chica sollozó, pero contestó:

-No.

-Te... amo.

-¿Todavía?

Draco cerró los ojos, y pronunció sus últimas palabras:

-Siempre, Hermione Granger.