El amor duele, pero vale la pena sufrir por él

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---Draco---

Abracé a mi madre y obligué a Hermione a salir de mi mente, solo pensé en decir que el Sombrero Seleccionador me puso en Slytherin apenas cuando me rozó. Narcisa me besó varias veces hasta hacerme reír.

-¿Cómo te fue cielo? -me preguntó con una sonrisa.

Mi padre estaba cerca, así que no dije toda la verdad:

-¡Muy bien madre!

Tal vez te preguntes por qué cuando tenía 11 años le decía a mi madre "madre" y no "mami" o "mamá", pues porque la primera vez que lo hice mi padre me golpeó, y me dijo que decir "mami", "mamá", "ma, "pa", "papi" o "papá" era una falta de respeto, todavía no lo comprendo, pero más vale obedecer.

 Mi padre se acercó, así que decidí que era el mejor momento de decirlo:

-¡Padre! ¡A penas el Sombrero me rozó me puso en Slytherin!

Sonrió, y yo sentí como una holeada de felicidad me rodeaba, había logrado que se sintiera orgulloso de mí. Se agachó y me acarició el cabello con ternura.

-Ése es mi muchacho. Iré por algo de beber. ¡Esto lo tenemos que celebrar!

-¡Apúrate Lucius! -dijo mi madre- ¡Que Draco debe irse en un rato!

-¡Lo haré!

Ahora que mi padre se había ido, me tomé la libertad de contarle a mi madre lo que sucedió con Hermione.

-Madre.

-¿Si, cielo?

-Creo que me gusta una chica, se lama Hermione, Hermione Granger.

-¡Eso es maravilloso! -luego vio mi cara de angustia y entendió que no lo era del todo- ¿Cuál es el problema, cielo?

-Es una Gryffindor, y... hija de muggles.

El rostro de mi madre se tornó en una mueca de decepción.

-Es una lastima, me temo que tendrás que olvidarte de ella, tu padre nunca lo aprobará, pero no te preocupes, no le diré. -me aseguró, sonreí con tristeza.

-No es necesario que me lo digas.

¡Ay no! Mi padre estaba detrás, y lo había escuchado todo. Sentí como un escalofrío me hacía temblar pasando por mi columna. ¡Que mala suerte la mía!

-Lucius... -empezó mi madre, pero él la apartó de un empujón.

-Una Gryffindor y una sangre sucia. Una Gryffindor y una sangre sucia. ¡Una Gryffindor y una sangre sucia! ¡UNA GRYFFINDOR Y UNA SANGRE SUCIA!

Olí el peligro, traté de huir, pero antes de lograrlo mi padre me tomó por el cuello de la camisa y me zarandeó, lo cual no se siente bien. 

-¡¿Cómo se llama?! -exigió saber.

-Hermione Granger -dije casi sin aliento.

Me soltó, y la caída hizo que me doblara de dolor.

-¡Repítelo! ¿Cómo se llama la chica que te gusta?

-¡Hermione Granger!

Me dio una cachetada que de seguro dejó marca.

-¿¡Cómo se llama la chica que te gusta!?

La tercera es la vencida, cedí:

-¡Nadie! ¡Nadie me gusta!

Se irguió.

-Así es -declaró- no te gusta ni te gustará ninguna sangre sucia, si te llega a gustar alguna chica será una de sangre limpia.

Asentí con lágrimas de dolor y amor en los ojos. Lucius se retiró, y mi madre me abrazó también llorando, yo la correspondí.

-Tranquilo. -me dijo, pues yo no paraba de temblar- Ya verás que todo va a estar bien, de seguro es solo una etapa de enamoramiento, se te pasará, y puedes ocultarlo por ése poco tiempo. Tranquilo, cielo, tranquilo.

Le creí, quería creerle, pero aunque en ése momento yo no sabía, aquella no era una etapa de enamoramiento.

La fuerza del destino (Draco y Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora