Epílogo

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Era una linda tarde de otoño cuando la familia Malfoy se dirigía a la estación 9 y ¾.

-¡Yo quiero ir! -gimoteaba Rose.

-Irás el próximo año -la consoló su madre.

-¡Pero quiero ir ahora!

Su madre rió, mientras pasaban por la pared hacia el expreso de Hogwarts.

-¿Dónde estarán? -preguntó Hermione.

-Deben de estar cerca -contestó su esposo Draco.

-¡Ahí está Harry!

Hermione alzó las manos, llamando la atención de Harry y Ginny Potter, mientras la pequeña Rose gritaba:

-¡Estamos aquí! ¡Estamos aquí!

Rápidamente Harry y Ginny se reunieron con ellos, con sus hijos siguiéndolos: James Sirius, Lily Luna y Albus Severus.

-¡Harry! -gritó Hermione mientras lo abrazaba.

-Hola, Hermione -contestó el susodicho correspondiendo a su abrazo- Idiota -añadió mirando a Draco como si "idiota" fuera su nombre.

El rubio rodó los ojos, con una sonrisa, pero también abrazó a Harry.

James se despidió de su madre y padre y corrió al tren para reunirse con sus amigos. Lily y Rose comenzaron a platicar de lo injusto que era que no pudieran ir ese año, mientras Albus y Scorpius se miraban, ambos preocupados y nerviosos.

El tren dio una sacudida, llamando a los faltantes pasajeros. Harry y Ginny se pusieron a darle las últimas indicaciones a Albus, mientras Hermione miraba a Scorpius, que subía temeroso por el tren.

-¡Oh, Draco! -sollozó Hermione- ¿recuerdas la primera vez que subimos al tren? ¡Era todo tan mágico!

Draco sonrió.

-Si, lo recuerdo, pero lo más mágico era haberte conocido.

Hermione se sonrojó, sonriente, en el acto.

-Adiós Scor, pórtate bien, no retes a nadie en duelo hasta que no tengas experiencia y trata de no meterte en tantos problemas con James y Albus.

Scorpius sonrió pícaramente.

-No te prometo nada.

Su madre rodó los ojos, abrazó a su hijo y lo besó en la frente, luego su padre se agachó y miró los ojos de Scorpius, iguales a los de Hermione.

-Cuídate -le dijo- Estoy orgulloso de ti.

El niño sonrió y abrazó a Draco.

Scorpius subió al tren y los padres miraron como el tren se perdía de vista, con sus hijos a bordo.

Hermione y Draco se sonrieron.

-¿Alguna vez te he dicho que te amo?

-No.

-Te amo.

-¿Todavía?

-Siempre -dijeron ambos al unísono, para luego fundirse en un beso con infinito amor.

La fuerza del destino (Draco y Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora