La fuerza del destino (Draco y Hermione)

Flores

---Draco---

Lo primero que hice al despertar (por muy insensato que fuera) fue aparecer flores en la mesita de noche de mi Hermione. Ella no sabría que se las di yo, llevaba dejándole flores desde hace muchos años, y ella no sospechaba, obviamente, de mi. Después de dejarlas me hice el dormido y esperé a que mi Hermione despertara.

---Hermione---

Abrí los ojos lentamente, había dormido de lado, por lo que al despertar vi que en mi mesita de noche había unas preciosas flores. Me incorporé y las olí. Y lo que descubrí me dejó desconcertada. El aroma era el mismo que olí cuando me llevó el extraño a la enfermería. Entonces recordé lo que le dije a Ron: "¡Él me llevó a la enfermería! ¡Me ayudó!". Me había quedado helada. "Son imaginaciones mías" concluí "muchos chicos tienen ese aroma", pero en el fondo sabía que solo me estaba engañando, ese olor era único, nunca lo había olido en toda mi vida, pero no podía procesar la idea de que Malfoy... "¡No fue él! ¡Estoy totalmente segura!" me dije y decidí no volver a pensar en el asunto, me apliqué un "confundus" imaginario y fingí creer que las flores me las había enviado Harry. Me percaté de que Malfoy me observaba. Lo miré, él tenía una sonrisa burlona.

-¿Tienes un admirador, Granger? -se burló.

Entrecerré los ojos.

-Me las envió Harry -respondí no muy segura.

---Draco---

Mi teoría fue confirmada, mi Hermione creía que se las había enviado Potter.

---Hermione---

-¡Así que Potter te ama! -gritó el muy descarado.

-¡Cállate hurón deforme!

En ese momento Harry entró con una radiante sonrisa.

-¡Hermione! -me saludó. Luego miró a Malfoy y exclamó con el mismo tono, sarcasmo y una sonrisa forzada que se notaba a propósito:- ¡Malfoy!

Malfoy le sacó la lengua, a lo que Harry correspondió. Se acercó a mí y miró las flores.

-¡Qué lindas flores, Hermione!

-¿Verdad? -respondí.- ¡Muchas gracias, Harry!

-¿Perdón? -se extrañó el para mi desgracia. -Yo no te envié flores.

---Draco---

"Debí de hacerle un Imperio" me dije horrorizado ante la respuesta de Potter. Como no supe que hacer le eché carrilla:

-¿¡Qué decías, Granger!? -le espeté.

Ella me miró con desprecio.

-De seguro fue Ron. -declaró. "Si claro" pensé con sarcasmo.

-¡Uy! ¡Weasley está enamorado! -me sentía como si me burlara de mí mismo.

-¡Dije que te callaras, hurón deforme!

Por algún motivo me gustó el sobrenombre que me puso, era bastante creativo, ya que el maldito de Moody me había transformado en un hurón, reprimí una mueca al recordarlo. Caí en la cuenta de que Potter no había parado de reír ante nuestra discusión.

-¡No es gracioso Harry! -se molestó mi Hermione.

-¡Si lo es! -dijo él aún en carcajadas. Me di cuenta de que casi se le sale decir "Porque Ron SI está enamorado de ti, pero al muy idiota le da miedo mostrarlo". Casi le arranco la cara a Potter por su comentario mudo, estaba hablando (o mejor dicho pensando) sobre mi, no sobre la rata de Weasley, yo era el enamorado y cobarde, ¡no era justo que me confundieran con otro!

-¡Tiempo del programa de Harry el detective para descubrir quien se enamoró de Hermione! -exclamó Potter, a lo que Hermione rió, deseé poder haberla hecho reír yo, pero con su risa bastó para reconfortarme. "¡Soy culpable!" pensé. Quería decirlo, quería estar casado con ella y que ante la broma de Potter pudiera decirlo y ella se riera.

Entonces llegó la señora Pomfrey, me miró y se acercó a mí.

-Veo que despertó señor Malfoy, debo informarle que pasará aquí una semana, 6 de esos días la señorita Granger estará aquí, su padre a sido informado...

-¡¿QUÉ?! -¡No! ¡No ha mi padre! ¡Piedad!- ¡No por favor! ¡No debió decírselo! ¡Me matará! ¡Estoy seguro de que me matará! ¡Dígale que no es cierto!

-¡Eso es ridículo señor Malfoy! Además, el señor Lucius Malfoy me dijo que si usted sufría algo que lo hiciera parar a la enfermería o a San Mungo debía decírselo inmediatamente, lo cual ya hice.

-¡Usted no entiende! ¡Él no debe enterarse!

-¡Demasiado tarde!

-¡Nunca es demasiado tarde!

-¡Basta señor Malfoy! Ya lo he hecho y no hay vuelta atrás, dijo que llegaría hoy a las 12:30, para lo cual faltan 5 minutos.

Gemí aterrado mientras ella se retiraba.

Potter y mi Hermione habían observado la escena en silencio, ella parecía algo extrañada y pensativa, mientras Potter me miraba con lástima y disculpa, como si creyera que me iba a ir muy mal, lo cual era absolutamente cierto.

-Debo irme Hermione -dijo Potter, no se si porque tenía clases o para no ser testigo de mi muerte.-Vendré después con Ginny, Fred y George.

-Adiós, Harry. -contestó Hermione.

Potter se detuvo en la puerta, se volvió, me miró y dijo:

-Suerte. -y salió de la habitación.

Escuché pasos que venían hacia aquí, eso no me tranquilizó. Miré a mi Hermione, queriendo agarrar valor cuando las puertas se abrieran.

Mi padre entró.