Sospechando (parte 1)

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 (1 año después...)

Un dato que necesitas saber: Draco y Hermione usan un collar que se abre para poner fotos adentro (no sé como se llama) en la que ponen de un lado una foto suya, y del otro una foto de el otro. Será llamado en el escrito colgante o collar.

---Draco---

- ...ningún niño, por si no te habías dado cuenta madre. Soy perfectamente capaz de hacer las compras por mi cuenta. -le dije a mi madre molesto de las cosas que me decía.

Estábamos en la tienda de Madame Malkin comprando túnicas, mi madre, ella y yo estábamos en el vestidor. Madame Malkin carraspeó la lengua y me contestó:

-Mira, querido, tu madre tiene mucha razón; en los tiempos que corren no es conveniente pasear solo por ahí, no tiene nada que ver con la edad...

-¡Quiere hacer el favor de mirar donde clava el alfiler! -le espeté.

Supongo que te preguntas por qué actúo como solía hacer cuando mi padre no estaba en Azkaban, pues la verdad es que últimamente estaba de muy mal humor y eso hacía que actuara como idiota.

Salí de detrás del perchero. Llevaba puesta una elegante  túnica verde oscuro con una reluciente hilera de alfileres alrededor del dobladillo y los bordes de las mangas. Di un par de zancadas y me miré en el espejo. Luego los vi, a Harry, Ron y mi Hermione reflejados en el espejo, ella tenía el ojo morado.

Me volví, con una sonrisa radiante.

-¡Hermione! -exclamé, y ambos corrimos a abrazarnos.

Retrocedí para ver su ojo.

-¿Quién te hizo eso? ¡Le romperé la cara!

Ella se rió.

-No te preocupes, solo fue algo de la tienda de Fred y George.

Yo asentí y la besé en la mejilla, mientras ella reía y rozaba mis labios con los suyos.

Mi madre salió y al ver a Hermione sonrió.

-¡Hola! -exclamó y la abrazó, luego se dirigió a Harry y Ron y los saludó a ambos.

Madame Malkin se acercó a mí.

-Me parece que tendríamos que acortar la manga izquierda un poquito más, querido. Déjame...

Antes de dejarla terminar olí el peligro y me apresuré a gritar;

-¡Ay! -le di un golpe brusco en la mano- ¡Cuidado con los alfileres, señora! Madre, creo que no quiero esta túnica...

Me quité la túnica y la arrojé a los pies de Madame Malkin. El ver a mi Hermione no ayudaba demasiado a mi mal humor.

-Tienes razón, hijo -se apresuró a decir mi madre al ver lo cerca que estuvo Madame Malkin de mi brazo izquierdo- Vamos a Twilfitt y Tatting. ¿Nos acompañan?

Harry y Ron negaron con la cabeza.

-Ya tenemos planes -se excusó Harry con una sonrisa tímida.

Mi Hermione les dirigió una mirada de suplica.

-Lo siento Hermione -se disculpó Ron, aunque no parecía sentirlo en serio.

Yo le dirigí una sonrisa triste medio forzada y la abrasé, salimos de la tienda y nos dirigimos a lugares distintos.

No me alegraba alejarme de Draco, pero no tenía mucha opción. Cuando íbamos saliendo no pude evitar mirar mi colgante donde aparecíamos ambos. Sonreí al verlo. Hice la pregunta que rondaba por mi cabeza:

La fuerza del destino (Draco y Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora