La despedida

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---Hermione---

Salí de la enfermería abatida.

Era la tercera vez esa semana que iba a visitar a Draco, y me sentía muy mal. Suspiré. Tenía que llegar a clases, pero por primera vez eso no me interesaba lo más mínimo. Saqué mi colgante. Se me escapó una lágrima, en la foto Draco estaba sentado contra un árbol, con aquella tierna sonrisa que me volvía loca. Reía y se tapaba la cara, pues lo había tomado por sorpresa al tomarle la foto. Apreté el colgante contra mi pecho y me dirigí a mi clase.

[1 semana después...]

Estaba en el Gran Comedor comiendo sin mucho ánimo.

-Vamos, Hermione, come algo -me dijo Harry- ya he conseguido el recuerdo, por lo menos has como si te interesa.

Hice una sonrisa tan falsa que daba lástima.

-Lo siento, Harry, pero ahora no estoy de humor.

Él se encogió de hombros. Me levanté, no tenía hambre. Caminé por los pasillos sin mirar, estaba ocupada viendo mi foto de Draco en el colgante. Sentí que algo chocaba conmigo y me tiró mis libros.

-¡Perdón! -grité y me agaché para recogerlos.

Una mano suave agarró un libro y me susurró al oído una voz muy conocida:

-¿Te ayudo con eso?

Ni lo pensé. Le eché los brazos al cuello mientras gritaba de felicidad una y otra vez:

-¡¡DRACO!! ¡¡HAS VUELTO!! ¡¡DRACO!!

Besé su cara por todos lados, él no paraba de reír.

-¿Cuándo saliste?

-Hoy en la mañana.

-¿Y por qué no me viste...?

-Porque fui por esto.

Dejó en mis manos un pequeño paquete en forma cuadrada. Lo abrí con emoción. Era un   álbum. Lo hojeé, estaba lleno de fotos mías y de Draco.

-Yo debería traerte algo -protesté.

Él tardó algo en contestar, su expresión se había ensombrecido.

-Hermione -me dijo tomando mi mano- Hoy es el día. Ya lo he reparado, fue otra razón por la que no fui contigo, es... mi regalo de despedida.

No pude detener la lágrima que surcó mi rostro.

-Te extrañaré mucho -susurré con un hilo de voz.

-Yo también a ti. -me contestó él. Puso su puño en su pecho, luego en el mío- ¿Oyes eso? Es mi corazón, late por ti.

Lo miré.

-¿Alguna vez te he dicho que te amo? -pregunté.

-No.

-Te amo.

Una breve sonrisa pasó por su rostro.

-¿Todavía?

-Siempre.

Me besó en la frente.

-Lo haré en la noche. -me confió- Se que el colegio estará solo, dile a Harry que... que lo lamento.

Asentí. Antes de que pudiera irse de mi lado, tomé su rostro entre las manos y lo besé. Fue un beso húmedo, ya que ambos estábamos llorando, pero igual fue tierno, anhelante, teníamos esa sensación de pérdida que no queríamos afrontar. Y entonces me di cuenta, de que nunca en mi vida había amado de verdad.

La fuerza del destino (Draco y Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora