La fuerza del destino (Draco y Hermione)

Felix Felicis

---Hermione---

Harry y Ron me encontraron en la sala común antes del desayuno. Harry comenzó a discutirme que Draco realmente podía referirse a que Voldemort le había asignado algo que hacer.

-Es evidente que solo estaba hablando de lo peligroso que sería ir a Hogwarts el año que viene, su madre es muy estricta con su seguridad ¿no? -dijo Ron.

-Pues no lo sé, es muy propio de ella pero si Lucius es mortífago... -susurré muy preocupada por mi Draco ¿y si Harry tenía razón?

-¡Exacto! -exclamó Harry.

Fruncí el ceño. "Draco ¿qué estás ocultándome?" quise decirle "quiero saber... ".

Cuando nos dirigimos a la primera clase de pociones con Slughorn, yo corrí inmediatamente hacia mi Draco, y el profesor entró justamente en el momento en que nuestros labios se juntaron.

-¡Eh, eh! -exclamó al vernos, aunque se notaba que se empezaba a reírse.

Me separé de Draco completamente sonrojada, Harry trataba de contener la risa al entrar al ver mi cara. Draco sonreía como hipnotizado, como si no hubiera estado feliz últimamente...

-Muy bien, muy bien -dijo el profesor- siéntense, por favor.

Me senté rápidamente junto a Draco, Harry y Ron. Harry le pidió a Slughorn los libros y la balanza, así pues, inició la clase:

-He preparado algunas pociones para que puedan observarlas, ¿alguien sabe cual es esta de aquí?

Alcé la mano. Él me señaló.

-Veritaserum, la poción incolora e inodora, obliga a quien la bebe a decir la verdad.

No es mala idea usarla contra Draco...

-¡Estupendo, estupendo! Esta otra, es muy conocida últimamente y...

Volví a alzar la mano.

-Es poción multijugos, señor.

Draco no pudo evitar sonreír ante mi rapidez.

-¡Excelente, excelente! Y ahora, esta de aquí... ¿Sí, querida? -me preguntó el profesor con desconcierto al ver que volvía a levantar la mano.

-¡Es Amortienta! -exclamé, feliz con el nuevo profesor.

-¿Puedes decirme tu nombre, querida?

-Me llamo Hermione Granger, señor.

Entonces Draco susurró en mi oído:

-Mi hermosa y talentosa Hermione Granger.

Me sonrojé.

-¿Granger?

-Sí, mis padres son muggles.

Draco desvió la mirada, comprendí que recordaba a su padre.

Slughorn sonrió, radiante.

-¡Ajá! ¡"Una de mis mejores amigas es hija de muggles y es la mejor alumna de mi curso"! Deduzco que es ella ¿no, Harry?

-Sí, señor.

-Vaya, vaya. Veinte merecidos puntos para Gryffindor, señorita Granger.

Sonreí.

-¿De verdad le dijiste que era la mejor del curso? ¡Oh, Harry! -murmuré.

Harry me sonrió, al igual que Draco.

-Bien, ahora a llegado el momento de trabajar -dijo el profesor tras explicar para que funciona la Amortienta.

-Señor, no nos ha dicho que hay en ese.

Ernie señaló una pequeña botellita donde había un alegre líquido dorado.

-¡Ajá! Esa damas y caballeros es una poción curiosa llamada Felix Felicis, no tengo duda, señorita Granger -se volvió, risueño- que sabe que produce.

Lancé un gritillo.

-¡Es suerte líquida! -dije emocionada- ¡Te hace afortunado!

Draco se volvió tan bruscamente que yo me sobresalté y casi me caigo del susto.

-Muy bien. Otros diez puntos para Gryffindor. Y eso, es lo que les ofreceré como premio al terminar la clase de hoy.

Ahora si que Draco estaba más que clavado en Slughorn. Se hizo silencio.

-Bien ¿cómo se lo pueden ganar? abran su libro de pociones en la página 10, el que haga mejor el Filtro de Muertos en Vida se ganará la poción. ¡Suerte!

Todos comenzaron a trabajar en sus pociones rápidamente. Draco parecía muy empeñado, como si no conseguir la poción le costara la vida. Yo estaba molesta con Harry al decirme instrucciones que no eran las oficiales ¿¡quien se creía!? Supongo que ya conoces el resto de la historia...