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Pov Min YoonGi.

Además, al margen de lo que yo hubiera hecho, no tenía excusa para ponerse a coquetear con otro en cuanto yo me diera la vuelta. En realidad, lo que más me molestaba era que le hubiera tirado la onda al ligue de Tae. Yo, en su lugar, me habría añegrado de que Taehyung tuviera novio.

—¿Tú entiendes algo? —le pregunté.

Negó con la cabeza y siguió andando. Mala señal.

Por lo visto, ambos tuvimos la misma idea. No llegamos a comentar hacia dónde nos dirigíamos, semcillamente fuimos a parar al parque Riverside. En silencio, nos encaminamos a los columpios y nos sentamos. Yo en el columpio del centro y Taehyung en el de mi izquierda. Así nos sentábamos siempre en séptimo, cuando íbamos al parque después de la escuela.

Empecé a colimpiarme.

—He estado pensamdo —aninció Tae, que seguía inmóvil en su columpio— que tienes razón. No deberíamos repetir lo de la cita doble.

Le eché un vistazo y vi un amago de sonrisa en su cara.

—¿Eso es un chiste?

-Bueno, o eso o tendré que afrontar que ya es la segunda vez que me ponen el cuerno.

—Estrictamente hablando, no te pusieron el cuerno.

Tronó la lengua con impaciencia.

—Ya, pero sólo por que tú lo impediste.

—No sabemos lo que habría pasado —ni yo mismo me creía mis palabras. Intenté quitarle tensión al asunto—. Y yo tendré que pasar de las fiestas si sé que alguna novia tuya estará presente. Y si hay puertas.

—A quién se lo vas a decir.

Se levantó y empezó a empujarme. Cerré los ojos y dejé que el columpio me llevara cada vez más arriba.

Nos pasamos así cosa de una hora. Eché un vistazo al reloj.

—O nos ponemos en marcha o llamamps a nuestros papás para que vengan a buscarnos.

D

ecidimos que sería mejor llamar a la mamá de Taehyung. Mi papá y el tío Alan se preocupan mucho por mí y no creía que se tomaran bien el hecho de que prácticamente me hubiera abandonado en una fiesta. Por suerte estaba con Tae y eso los haría sentir mejor. En cualquier caso, a los dos les caía bien a Minhyuk y se disgustarían cuando se enteraran de que habíamos cortado.

Cortado. No lo podía creer.

Taehyung y yo nos sentamos en el borde de la banqueta a esperar a su mamá.

—¿Va todo bien? —Le pregunté.

—La verdad es que no —se rodeó las piernas con los brazos—. No sé, puede que yo sea el problema.

—Tú no eres el problema —le aseguré.

—¿Y entonces por qué todas las chicas me engañan?

—No te engañan todas las chicas. Una te engañó y otro tomó una mala decisión.

Suspiró.

—¿Y si se debe a que beso fatal?

—Estoy seguro de que mo se debe a eso.

—¿Cómo lo sabes? —En eso llevaba razón—. Piénsalo: empiezo a salir con una chica, y, en cuanto desaparezco diez días, corre a besarse con el primero que encuentra. Y esta noche me alejo de mi novio unos diez segundos y cuando volteo a mirar está a punto de besarse con otro. Seguro que hago algo mal.

—Estás diciendo tonterías.

—Yo no lo veo así.

De repente, a Tae le dio por hablar. Se pasó los siguientes cinco minutos diciendo sin parar que debía de besar fatal y que nunca tendría novia pot que era un lerdo. Y que jamás volvería a salir con una chica por que no confiaba en ellas. Y que era un tipo patético por que TODAS corrían a besarse con eo primero que encontraban en cuanto él se daba la vuelta

Me estaba poniendo histérico.

Taehyung solía tomarse las cosas con mucha filosofía y yo no estaba acostumbrado a que se autoflagelara por culpa de un chico. Ni a que se pusiera melodramático.

Le repetí una y otra vez que él no tenía la culpa de nada.

Emily era la típica que coquetea con todos. Ni siquiera se podía pensar en ella en términos de "novia" porque ella prefería picotear de aquí y de allá. En cuanto a Jungkook, ¿quién sabe? Era muy joven. Había cometido un error.

Sin embargo, nada de lo que yo decía servía para consolarlo. Empezaba a sentirme muy frustrado. Una parte de mí tenía ganas de abofetearlo, pero sabía que eso no lo haría callar.

—No, te digo que se debe a eso. Beso fatal. Pronto correrá la voz por la escuela y entonces ninguna chica querrá darme otra oportunidad.

-¡Taehyung, por el amor de Dios! —le grité.

Y sin pararme a pensar lo que estaba haciendo, lo agarré por las mejillas y lo besé. Se quedó paralizado durante un par de segundos, seguramente de la impresión. Luego me rodeó con los brazos y me respondió.

Me aparté y Tae agarró aire.

-¿Qué-que-qué? —Balbuceó

—No te pasa nada. No besas mal. Lo he comprobado.

Asunto arreglado.

Me miraba con unos ojos coml plato, incapaz de proninciar palabra.

Me encantó verlo tan aturdido.

En aquel momento, divisamos el coche de su mamá a lo lejos. Yo me levanté, pero Taehyung se quedó sentando en el borde de la banqueta. Le tendí una mano para ayudarlo a pararse.

Tardó un segundo en asimilar la situación. Por fin se levantó, aúm atónito.

—En eso les llebo ventaja a tus amigos de tu casa y a los de por aquí.

Él me miró fijamente.

Me reí y le di un puñetazo en el hombro.

-Ninguno de ellos se habría atrevido a demostrarte que sabes besar. De nada, por cierto.

Guardó silencio durante todo el viaje a mi casa.

En el asiento trasero, yo me reía para mis adentros.

Basta un simple beso para cerrarle la boca a un chico.













Emilyfhantom

Yoongo... ¿y si mejor somos amigos? || Taegi|EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora