Pov. Min YoonGi
―Y qué planes tienes para las vacaciones? ―preguntó Hoseok.
Sólo faltaban unos días para Navidad.
―Yo tengo pensado en flojear y tragar todo lo que pueda.
Estaba agotado de tanto estudiar y llevar a Taehyung de acá para allá. Me moría de ganas de pasarme diez días sin hacer nada aparte de ver la tele, leer y comer hasta reventar. Le había pedido a mi papá que me regalara unos libros de cocina y tenía pensado en preparar sushi desde cero (de palitos de cangrejo, prefería no arriesgarme a sufrir una intoxicación de pescado en Navidad).
―Ah, flojear y tragar ―Hoseok sonrió―. Dos de mis verbos favoritos.
Me volteé a mirar a Tae.
―Invitaste a Irene a pasar por la casa en Año Nuevo, ¿no?
Como Taehyung no estaba para muchas celebraciones, me había ofrecido a preparar una buena cena aquella noche. Hoseok acudiría también, pero se marcharía temprano para asistir a la fiesta que organizaba la banda.
Asintió.
―Sí, aunque me sabría mal que se perdiera una buena fiesta por mi culpa.
―¡Eh! ―di un manotazo a la mesa―. Habla por tí. Yo me considero una buena fiesta.
―Sí ―Hoseok asintió―. Lee las inscripciones de los lavabos de los chicos.
―Ja, ja, ja ―lo fulminé con la mirada.
Cada vez entendía menos la relación que tenía Taehyung con Irene, de verdad. Pensaba que iban a tronar, pero aún seguían juntos. Y era lógico. Ella era una de esas clases de chicas guapísimas y entusiastas que siempre están sonriendo y diciendo cumplidos. A Tae le debía de resultar muy fácil estar con ella. No le creaba problemas así que, sinceramente, no comprendía por que Taehyung no quería pasar más tiempo con Irene, por más que él dijera que lo hacía por ella. Daba la sensación de que siempre estuviera buscando excusas para no verla.
Había aprendido la lección: ni en sueños volvería a entrometerme en las relaciones de Tae. Si él quería hablarme de ello, perfecto, pero yo no pensaba involucrarme.
Cuando lo hacía, todo salía mal.
A persar de la locura que la preccdió, la Navidad transcurrió sin incidentes. Fue lo mejor que me pudo pasar.
Irene llevaba un minivestido de fiesta y mallas negras con brillos plateados. También se había recodigo el cabello con una liga plateada. Taehyung se había puesto jeans y una sudadera.
Por lo visto, todo el mundo tenía plan esa noche. Incluso mi papá se había ido a la fiesta que daban los Kim. A mí me habían invitado a un par de lugares, pero me había rehusado. A Tae no le apetecía ir muy lejos en aquellas condiciones, pero tampoco quería quedarse en casa con todos los amigos de sus padres compadeciéndolo. Lo iban a operar dentro de un par de días, así que, como es comprensibles, estaba algo decaído.
Los cinco nos acomodamos en la mesa del comedor.
Aquella noche no fui creativo: no sabía qué tipo de cocina le gustaba a Irene, y Taehyung no fue de gran ayuda. Preparé una clásica ensalada césar, ñoquis de ricota con crema al pesto y omelette noruega de postre.
―¡Oh! ―exclamó Irene con la boca llena―. Está riquísimo.
Bueno sí, a lo mejor quería impresionarla, sólo un poquito.
―Vaya ―me dijo Hoseok frotándose la barriga―, tendré que dejar de ser tu amigo si quiero que me quepa el traje que compré para el baile de invierno.
―Sólo faltan seis semanas ―le recordé.
―Ya, me tomé un descanso ―miró el trozo de omelette noruego que le tentaba desde el centro de mesa―. De momento, seguiré atascándome. Ya me preocuparé por el baile el año que viene ―miró el reloj―. Me quedan menos de cuatro horas.
―¿Ya sabes con quién irás? ―le preguntó Irene a Hoseok.
Él enarcó las cejas.
―Le eché el ojo a un baterista.
―Uy... ―bromeé―. ¿No sabes lo que dicen de los bateristas?
―Que tienen buena vibra ―replicó Hoseok impertérrito.
―No ―Taehyung me miró―. Dicen otra cosa. ¿Me la recuerdas, Yoongo?
―Uy, que se dan autobombo para tener más éxito con las chicas y chicos ―empecé.
Tae fue tan amable de continuar.
―Pues yo tengo la cabeza como un bombo y ninguna me hace caso. ¿Dónde están mis fans?
―Tú lo que tienes es una bombona por cabeza
Taehyung remató el gag
―Que me castiguen si no estoy a punto de darme cabezasos contra la pared de tanto oírlos.
Hoseok nos miró fijamente.
―¿Alguién entiende una palabra de lo que dicen?
―Yo sí ―replicamos Tae y yo a la vez.
Hoseok miró Irene.
―Será mejor que nos larguemos antes de que sea yo el que empiece a darse cabezasos contra la pared.
Como es comprensible, Hoseok e Irene se marcharon a sus fiestas respectivas en vez de esperar la llegada del Año Nuevo con Taehyung y conmigo. Alan se quedó un rato para ayudarme con los platillos porque Tae tenía que dejar descansar la pierna. Mi tío me ayudó a llevarlo al sótano para que pudiera recostarse en el sofá modular.
―¿Necesitas algo más? ―me preguntó Alan.
―Creo que ya está.
jola queridos hermanos, vayan a misa este domingo :v
¿cómo están? ¿todo chido? ¿todo bien? sjsjNeta alguien me regala un celular? :') uno que ni les sirva alch. el mio va a tardar en llegar chingaaaa ya me desesperé.
espero que les haya gustado uwu. no olviden votar :v si no Tae se queda paralítico
aki me puedan dejar el money para irme a comprar un celu oshioshi, aun que sea de 1200 :vvvvEmilyfhantom
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Yoongo... ¿y si mejor somos amigos? || Taegi|EN EDICION
FanficTaehyung y Min Yoongi son los mejores amigos a simple vista, algunas personas dicen que aveces los hombres no pueden ser "mejores amigos". Ellos quedan de verse después de la escuela, hacen millones de cosas... como todos los amigos. Los mas grand...