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Pov. Taehyung.

Me habían repetido hasta el cansancio que la gente de Daegu era simpatiquísima, pero yo no tuve esa sensación

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Me habían repetido hasta el cansancio que la gente de Daegu era simpatiquísima, pero yo no tuve esa sensación. Me sentía como si hubiera invadido su territorio . No había pasado ni medio día y ya ten8a ganas de llorar.

Entonces llegó Min YoonGi.

Me salvó de la humillación pública de tener que comer solo el primer día de clases. A partir de entonces, me senté a comer con él y con sus amigos, cada día.

Al principio, no me agradaba mucho eso de que Yoongi viniera a casa los miércoles después de clase. En cuanto llegaba, sacaba las tareas y se ponía a trabajar hasta que su padre venía a buscarlo. Sólo se animaba cuando veíamos algún episodio de Sailor Moon. Al cabo de unos cuantos miércoles, empezabamos a charlas un poco más.

Era bastante cool. O sea, increíblemente cool, aunque a veces podía ser muy distante.

Un miércoles, cosa de un mes más tarde, tuvo que quedaese más rato que de costumbre. Mi mamá llegó del supermercado y me dijo:

-Yoongi, querido, tu padre acaba de llamarme. Se le hizo tarde, así que tendrás que quedarte a cenar. Espero que te guste la carne molida.

Sentado en la mesa del comedor en la que solíamos estudiar, Yoongi se quedó mirando a mi mamá, que había entrado a la cocina y estaba sacando la compra. Procuré no reírme de cuando Yoongi frunció el ceño. Siempre hacía eso para concentrarse, tanto en las matemáticas como en mi mamá. Me parecía adorable.

—Eh — intenté que Yoongi me prestara atención —¿Quieres que juguemos a un videojuego o algo?

—Prefiero acabar el trabajo de literatura.

Se puso a escribir a toda prisa.

Agarré el manoseado libro que estaba leyendo.

—¿Miss Lulu Bett?— me reí— ¿Éstas haciendo un teabajo sobre alguien que escribió un libro titulado Miss Lulu Bett?

Yoongi tendió la mano hacia el libro.

—¿Puedes tener cuidado, por favor? Lo saqué de la biblioteca. Es una rareza.

Le ofrecí el libro con ambas manos haciendo un gesto de reverencia.

—Y, para que te enteres, la autora, Min Sung, nació en Daegu y fue la primera mujer con el premio Pulitzer de teatro. No te vas a morir por aprender un poco de historia de esta zona. Ahora vives aquí.

—uh...

Casi siempre le respondía eso cuando Yoongi me soltaba un sermón. Me iba bastante bien en la escuela y sacaba buenas notas, pero no era tan ñoño como él.

YoonGi siguió escribiendo.

—¿Y tú trabajo de qué trata? ¿Del doctoe seuss?

—Me gustan los huevos verdes con jamón, YoonGo yo soy.

Yoongi hizo una mueca.

—Aveces no sé ni por qué me molesto.

Fingió volver al trabajo, pero me di cuenta de que le empezaban a bailar las comisuras de los labios.

Volví a agarrar el libro con cuidado.

—A lo mekor debería leer éste.e pregunto qué clase de apuesta hizo Miss Lulu.

Lo dije por que bet significa "apostar" en inhlés. Yoongi gimió

—Señora Kim, ¿Necesita ayuda con la cena?

—Señora Kim, ¿Necesita ayuda con la cena?

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Emilyfhantom

Yoongo... ¿y si mejor somos amigos? || Taegi|EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora