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Pov. Taehyung.

—¡Tierra a Taehyung! Estuviste increíble. Nos vamos a Culver's ¡La crema corre por mi cuenta!

—Aunque me encantaría verte abrir la cartera aunque sea una vez, hoy saldré con el equipo —lo despeiné con ademán cariñoso.

Él me apartó la mano de un manotazo.

—Ah, está bien, sólo chicos. Tarde de fracasados. Fiesta de morenos. Eh, espera, ¿es una sonrisa eso que veo ahí? —frunció el ceño y fingió escudriñar mi expresión—. Sí, definitivamente es una sonrisita. Claro, para sonreír como Dios manda necesitas tiempo de calidad con lod cuates. Sí, para eso tienes que salir con los amigotes y hacer cosas de negros.

—Tú te lo pierdes —Intervino Hoseok—. YoonGi y yo teníamos pensado hacer una guerra de amohadas en ropa interior.

—Desde luego —YoonGi hizo un movimiento travieso con las cejas—. Y ahora que lo pienso, tenía planeado algo más. No sé, lo tengo en la punta de la lengua —frunció los labios con ademán juguetón y se dio unos golpecitos—. Mmm... no sé qué será.

—Son malvados.

Traté desesperadamente de arrancar  de mi mente la imagen de YoonGi y Hoseok en ropa interior. Aquello era una crueldad lo mired por donde lo mires. Creo que a veces YoonGi se olvida que soy un hombre que le gustan también los hombres... y de que los hombres experimentamos ciertas reacciones difíciles de controlar.

—Te estoy tomando el pelo —me dio un toque de cadera.

Yo más bien diría que me estaba torturando.

—Tengo que ir a bañarme.

A darme un baño muy muy frío.

—Que se diviertan. En serio —volció a abrazarme con fuerza. Lo cual no me ayudó a recuperarme—. Estoy orgulloso de ti. Nos vemos mañana. Pásala bien con los del equipo.

—Sí, pórtate como un machote —se burló Hoseok.

Ambos se echaron a reír y se alejaron.

-Oye —Andy me siguió a los vestidores—, ¿seguro que no puedo llevarlo al baile de fin de curso, ni aunque te prometa protarme como un cabellero.

Negué con la cabeza. Ni en sueños.

—Es una crueldad que me restriegues onda "se mira pero no se toca".

"Bienvenido al club", pensé.

Chen y Andy me habían estado ayudando a practicar con el balón. Incluso Namjoon se había unido a nosotros unas cuantas veces y afirmaba que, el año que viene, me dejarían jugar, salir al campo y eso.

Aquella era la vida que había soñado cuando llegué a Daegu hacía cuatro años. Tener amigos, ser popular. Me da igual si parezco superficial. Es verdad.

Íbamos a clase en grupo. Salíamos en grupo. Con mi grupo. Las chicas me prestaban más atención.

Habían pasado dos semanas desee el día que YoonGi y yp habíamos compartido aquel abrazo sudoroso y estaba celebrando con mis amigos celebrando la típica cena después de la competencia.

—¡V!-Andy se puso a dar palmadas en oa mesa.

Chen se le unió a golpes de puño.

—¡V campeón!

Pronto, la mesa entera estaba entonando mi nombre.

Agarré el licuado y me lobñ bebí de un trago. Ni siquiera noté el sabor y el frío me destrozó la garganta, pero no me importó. Los chicos me estaban vitoreando.

—¡Hermano! —se rio Andy—. Qué fuerte. Veinteséis segundos. Machacaste el récord de Tim.

—No será la última vez —alardeé sin hacer caso del fuerte dolor de cabeza que me había provocado la bebida fría.

Andy se irguió una pizca y se pasó las manos rápidamente por el pelo. Luego sacó la barbilla.

—¿Qué tal, YoonGi?

Me di la vuelta y vi que YoonGi acababa entrar con Hoseok. Se sentaron en una mesa de la esquina.

—Ánadale —me suplicó Andy—. Dile que se siente con nosotros.

No sabría decir si la punzada que sentí fue porque aplaste el envase del licuado de un puñetazo o por la insistencia de Andy para que le facilitara el camino con YoonGi.

Andy interpretó mi silencio como ina negativa. Pensé que se había conformado... pero de repente se levantó de la silla y se acercó a su mesa.

Sólo veía la mitad del rostro de YoonGi mientras Andy se acercaba. Al principio pareció confuso y luego le dedicó una gran sonrisa. Andy le dijo algo que le hizo reír y yo me puse en pie a toda prisa.

—¿Qué pasa aquí? —rodeé a Amdy con el brazo y le pedí perdón a YoonGi con la mirada—. ¿Te está molestando?

—Estoy invitando a estos precioso jovenes a sentarse con nosotros.

Andy inclinó la cabeza con gesto de cabello.

Hoseok agarró la carta y se nehóqa alzar la vista. Su nivel de tolerancia hacia las "estúpidas payasadas de los chicos" no era mucho mayor que el de YoonGi.

Sabía que el único modo de alejar a Andy de allí era ponerlo celoso.

—Eh, tú —empujé a Andy a un lado y me senté junto a YoonGi—. ¿Qué vas a comer? —le apoyé la barbillá en el hombro para aumentarbeo afecto—. A ver si lo adivino. ¿atún con queso?

—Puede... —La vi lanzarle una mirada a Hoseok que se convirtió en una sonrisa conspiratoria.

El silencio se apoderó de la mesa. Andy se disculpó, pero yo quería quedarme allí unos minutos más para dejar bien claro que aquella mesa me pertenecía.

—Me voy a lavar las manos —Hoseok se levantó y se marchó.

Yo ocupé su sitió a YoonGi.

—¿Cómo va todo?

YoonGi se encogió de hombros.

—Bien. ¿vas a venir a cenar el domingo por la noche?

-No puedo... quedamos en casa de Namjoon. Pero mis papás si irán.

Él volvió a mirar a la carta. En aquel restaurante sólo había dos o tres cosas que le gustabab, así que no entendia qué miraba con tanto interés.

—Ah, y el miércoles tampoco podré. Quedé...

—Con los chicos —me cortó YoonGi con un atisbo de resentimiento en la voz.

—Sí, claro —le quité la carta—. Mira, siento haber estado tan ocupado.

























Emilyfhantom

Yoongo... ¿y si mejor somos amigos? || Taegi|EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora