EN EL PRESENTE 1 Y 2

CAPÍTULO 22

#enelpresente2
Capítulo 22
Masahiro escuchó atentamente el relato de su abuelo y sonreía complacido al ver la cara del malvado lord quien a pesar de su estoicismo su olor delataba su incertidumbre...
-Maldito infeliz, dejaste morir a tu hermano... No te sentiste suficiente hombre para ayudarlo y luego luchar por ella, eres un cobarde!- dijo el ojiazul apretando más al ojidorado con su látigo.
Hiromi estaba perplejo pues no pensó que se tratara de algo así.
-tsk! Masahiro, no interfieras en esto- dijo el ojidorado con algo de dificultad ya q Masahiro lo tenía sumamente apretado.
El joven hanyou caminó hacia la ventana y continuó hablando.
-kagome, yo quería volver a verte así tuviera que esperar a que nacieras y crecieras... Yo siempre te amé- dijo mirando hacia el cielo.
-deja de hablar tantas estupideces maldito híbrido!- espetó furioso el peliplateado mayor y el ojiazul lo soltó.
Sesshomaru caminó hacia su mujer y al tenerla frente a frente pudo ver lo decepcionada que estaba... Alzó su mano y trató de tocarla en el rostro más ella le tomó la mano antes que éste la tocara.
-no te atrevas sesshomaru, me has decepcionado... Me mentiste, todo este tiempo me tuviste engañada, eres un descarado... Como puedes hablarme de que un amor de hace 500 años si no pudiste entender que Rin, tu protegida se enamorará de ti, si tu sentías amor por mi; debiste entender lo que una persona enamorada hace por lo que siente... Sesshomaru, tú la humillaste!- dijo indignada la joven azabache. -ademas... Ya te viste en un espejo? Que mujer no querría estar contigo!!!... Sesshomaru no puedo creer que hayas dejado morir a tu hermano sólo por tu inseguridad!- frunció el entrecejo mientras lo veía a los ojos; sesshomaru negó con la cabeza.
-mujer tu no entiendes- dijo serio.
Kagome dió media vuelta y salió de la habitación muy enojada.
Sesshomaru volteó a ver a su medio hermano con desprecio.
-tenías que aparecer para hecharlo todo a perder maldito híbrido... Por que no puedes entenderlo? Tú hiciste tu decisión hace 500 años y viviste tranquilamente con la mujer que decidiste hacerlo... Por que vienes a estropear mi vida con ella ahora que tenemos una bonita familia... No soportas verla conmigo no es así? No soportas saber que ella encontró el amor conmigo, te revienta el hecho de saber que ella me correspondió, que imbécil eres Inuyasha, te duele saber que después del daño que tú le provocaste yo si pude hacerla feliz, Hmph que patético... quieres hacerla creer que siempre la amaste y no hiciste nada para impedir que la miko de barro sellara el pozo por donde ella llegaba- dijo mirando a su hermano menor a los ojos. - Luego me encargaré de ti maldito bastardo- espetó mirando al ojiazul y salió de la habitación tras su mujer.
Kagome salió de la casa y caminó hacia el árbol sagrado; ahí la alcanzó su esposo.
-kagome por favor mi amor escuchame- dijo el ojidorado tomándola del brazo.
-no tengo nada que escuchar sesshomaru, cada palabra que sale de tu boca es una vil mentira, yo confié en ti y me has decepcionado- respondió soltandose del agarre de su esposo y corrió hacia su auto; sesshomaru se había quedado analizando las palabras de su mujer, si, ella tenía razón en sentirse molesta habían pasado 7 largos años desde aquella vez en que él la llevó a la mansión después de haber sido secuestrados y le dijo a Jaken que le explicara todo lo que había ocurrido tras su partida del Sengoku, claro, todas aquellas mentiras habían sido planeadas entre ambos youkai mucho tiempo atrás y todo por no quedar como el malo de la película... Ahora la vida le estaba pasando la factura.
La noche había caído, a toda velocidad voló tras el auto que conducía su esposa; sintió el olor salino de sus lágrimas y vió como el sencillo Toyota Corolla de color blanco zigzagueaba en la autopista... Su mujer estaba perturbada e iba llorando.
(Maldición! Por que tuvo que pasar esto!) Caviló el peliplateado.
El Corolla blanco giró hacia la derecha enrumbandose hacia la mansión Tanaka pero al llegar a la siguiente curva se salió de la carretera por el exceso de velocidad la azabache no había logrado mantener el control del vehículo y éste se estrelló contra el muro de una vivienda... El ojidorado sintió su corazón detenerse y se acercó al auto a toda velocidad... La sacó con mucho cuidado, las bolsas de aire del auto no habían funcionado y no llevaba puesto el cinturón de seguridad... la joven había sufrido una herida en la frente y sangraba abundantemente, estaba inconsciente.
-oh por kami!!!- exclamó asustada la dueña de la vivienda al salir y ver el accidente que había ocasionado daños en el muro y se asustó mucho más al ver la condición de la azabache.
-llame una ambulancia!- gritó el ojidorado sumamente preocupado, había olvidado su celular en la oficina y sabía perfectamente bien que era muy peligroso moverla y odiaba admitirlo pero necesitaba a un médico.
La señora corrió hacia adentro de la casa y llamó a emergencias y unos minutos más tarde la ambulancia llegó y trasladaron a la joven quien iba muy delicada.
Al llegar al hospital un médico le impidió el paso a Sesshomaru y éste se molestó.
-como que no puedo pasar!!! Es mi esposa!!!- gritó furioso el ojidorado.
-lo entiendo señor pero la paciente debe ser atendida, por ahora no puede pasar- respondió el médico.
-mierda!!!- espetó molesto. (Ese par de bastardos pagaran por todo esto) pensó.
-señor, venga conmigo necesito nos brinde los datos de la paciente- la voz del médico llamó la atención del ojidorado.
Sesshomaru siguió al doctor y brindó los datos que requerían.
Mientras tanto en el templo Higurashi…
-Inuyasha, como te sientes?- preguntó Masahiro acercándose al hanyou quien estaba sentado sobre el techo de la casa.
-mal, no puedo creer que me hayas ocultado que la pareja de sesshomaru era kagome y no sólo eso, también me ocultaste que tenían hijos!- respondió el hanyou a su nieto.
-no era correcto darte esa noticia así como así, tu debias enterarte por tu cuenta- dijo el ojiazul.
-muchachos, ya no hay nada que hacer aquí- dijo Hiromi llamando la atención de ambos peliplateados.
-vamonos- la voz del hanyou denotaba aflicción.
Saltó hacia abajo, subió a su Lamborghini rojo y condujo hacia la mansión del sur siendo seguido muy de cerca por su nieto y el kitsune quienes volaban a una gran altura para no ser vistos por nadie.
Como iban en dirección contraria a la que la pareja había tomado ninguno se dio cuenta del accidente que había sufrido la joven azabache.
Mientras tanto en la mansión Tanaka…
-en donde demonios están! Acaso no saben a qué hora cenamos en esta casa!!! Takashi, sirve la cena que muero de hambre!- gritó el pequeño ojidorado.
-deberiamos esperar, papá y mamá no deben tardar- sugirió la pequeña Rin.
-Rin, ellos se deben haber quedado a cenar con la abuela Nahomi, Takashi estas sordo o que? Muero de hambre!!!- volvió a gritar el ojidorado.
-callate! deja gritar, estás loco? Yo me voy, ya se me quitó el hambre... Tonto- dijo la nena caminando hacia el jardin.
Al llegar al árbol de sakura la pequeña sintió un par de pulsaciones muy extrañas.
(Esto es... Mi madre me habló sobre esto) pensó la pequeña azabache.
-sucede algo princesa?- preguntó Oriushi acercándose a la niña.
-oriushi, algo no anda bien... tengo un mal presentimiento; llama a mi padre o a mamá- ordenó Rin.
-en seguida princesa- dijo el mayordomo sacando su celular y marcó el número de su amo... Al no responder llamó al celular de kagome y para su sorpresa respondió sesshomaru.
*Oriushi, no digas nada... ven al hospital central* ordenó el ojidorado al tomar la llamada.
-voy para allá amo- respondió el mayordomo elevándose rápidamente para no repetir la experiencia de Takashi cuando Rin le dijo q no lo soltaria y si trataban de obligarla lo purificaria.
-Oriushi, dime q pasa!- gritó Rin al verlo volar.
-no pasa nada princesa, parece que se descompuso el auto de lady Kagome y el amo requiere de mi ayuda- mintió sin detenerse.
(Se que mientes Oriushi) caviló la nena caminando hacia la entrada de la casa.
-princesa, la cena está servida- dijo Takashi al verla entrar.
-Takashi, si te pido un favor... Me lo harías?- preguntó la pequeña Rin un poco pensativa.
-princesa no me diga que quiere que le prepare otra de las recetas de comidas extranjeras que encuentra en internet- dijo con algo de cansancio.
-requiero de tu poderoso olfato para seguir a Oriushi, creo que algo malo sucedió y él no quiso decirme nada- respondió la nena.
-algo malo? A que se refiere?- preguntó confundido el joven chef.
-con mamá y papá- respondió sin tanto rodeo.
-yo voy con ustedes... Sólo déjenme terminar de comer- dijo el ojidorado con la boca llena.
-Daiki, no seas cerdo!- regañó asqueada la pequeña azabache.
-princesa, no puedo hacer eso... Alguien debe quedarse a cuidar la mansión- soltó el chef muy preocupado.
-Rin, yo te llevaré pero espera que termine de comer- dijo nuevamente el pequeño peliplateado.
-que asco Daiki!!! date prisa!- dijo la niña conteniendo las arcadas.
-no pueden salir solos!- espetó serio el joven chef.
- y quien me lo va impedir, tú?- vociferó petulantemente el pequeño.
-joven Daiki, ustedes no saldrán de aquí así tenga que enfrentarme a usted- respondió serio.
-entonces tendré que purificarte!- gritó molesta la pequeña azabache.
-pues prefiero eso a tener que explicarle al amo que los dejé ir arriesgando a que los secuestren!!!- gritó sumamente molesto el joven chef y sus ojos castaños se volvieron a un color verde oscuro.
-ca..ca..cálmate Takashi- titubeó nerviosa la niña al recordar que Takashi podía convertirse en un enorme dragón.
-Takashi, no te tengo miedo prepárate- espetó serio el pequeño ojidorado al terminar su cena.