CAPÍTULO 4

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#enelpresente2
Capítulo 4
-mi abuela tiene razón; yo soy un youkai y puedo defenderme sólo, no necesito que nadie me cuide, no necesito una estúpida hermana que aparte de humana es una maldita miko, tampoco necesito a mi mamá; ya estoy harto de sus tonterías, estoy harto de que me diga que soy su pequeño, su bebé, su amor… Hmph que patético que acaso no se da cuenta de que ya estoy grande para eso?... Todos los días quiere estarme dando besos y abrazos y detesto que haga eso por que desarregla mi ropa y cabello… me siento mejor ahora que estoy solo… podría acostumbrarme a vivir asi; sin lujos, sin familia, sin sirvientes… después de todo Jaken me comentó que hubo un tiempo en el que mi papá viajaba en busca de un tal Naraku y tuvo que acostumbrarse a dormir a la intemperie, sin lujos; bueno no podría decir que sin sirviente por que Jaken estaba con él pero lo importante es que si mi padre pudo vivir asi por un tiempo yo también podré- decía el pequeño Daiki quien se encontraba en un risco contemplando el amanecer… unos metros abajo había un enorme lago de agua cristalina. -me gusta este lugar; no hay humanos cerca, hay agua, hay comida y todo lo que necesito… quien será el dueño?- se cuestionó el pequeño peliplateado sin imaginarse que no era el único en aquel lugar.
-asi que tu eres el hijo de ese bastardo- dijo una grave voz masculina detrás del niño que no le dió tiempo de girar y verle la cara por que repentinamente se le acercó y lo tomó inmovilizandolo con una de sus manos y con la otra mano le tapó la boca para que éste no gritara.
Daiki trataba con todas sus fuerzas de soltarse del agarre pero sólo conseguía que lo estrujaran más.
(Quien rayos será? Por que no pude percibir antes su presencia?) Se cuestionó mentalmente el pequeño ojidorado.
-deja de armar tanto lío niño- dijo la voz de su captor mientras se elevaba con todo y Daiki desplazándose hacia algún lugar.
(Mierda, es un youkai… como pude descuidarse de esta manera, que piensa hacerme este imbécil, conoce a mi papá seguramente pero por que le llamó bastardo?) Pensaba el niño mientras sobrevolaban un espeso bosque.
-para ser un cachorro eres muy hábil, veo que sabes ocultar tu energía- habló nuevamente. Daiki únicamente frunció el ceño.
(Maldito, tu también sabes hacer eso; pues yo no pude percibirte) caviló molesto viendo como descendían en una especie de fabrica abandonada.
-quiero que vuelvas a esconder tu aura demoníaca niño… házlo!- ordenó pero Daiki negó con la cabeza.
-vaya y eso?- preguntó divertido un hombre de cabello plateado y ojos azules. -que demonios haces tú con uno de los hijos del idiota de sesshomaru?- cuestionó más serio.
(Es… es un inu-youkai!... Será familiar nuestro? Por que me traen acá?) Pensó Daiki.
-me lo encontré por casualidad… estaba cerca del lago y reveló su presencia de la nada y eso me llamó la atención, además de que me di cuenta de que es uno de los hijos del bastardo ese- respondió aún con Daiki en brazos y tapando la boca del pequeño.
-que piensas hacer con él?- preguntó el joven de ojos azules.
-me divertiré con él y luego lo usaré para llamar la atención de su padre- contestó de lo más normal.
Al oír esa palabras Daiki supuso lo peor y luchaba tratando de soltarse del fuerte agarre pero era inútil… el hombre que lo llevaba caminó hacia adentro de la fábrica abandonada y lo lanzó dentro de una celda, cerró la puerta y luego tocó un botón en la pared.
-será mejor que te portes bien y no trates de escapar perrito… los barrotes están electrificados y si los tocas me daré cuenta al sentir el olor a perro quemado- se burló.
-por fin te veo la cara maldito bastardo- espetó furioso el pequeño ojidorado poniéndose de pie. -quien demonios eres?- preguntó frunciendo el ceño.
-soy samurumaru y seré quien acabe contigo muchachito insolente- respondió molesto. -tambien me daré el gusto de matar al bastardo de sesshomaru- añadió para después expulsar de su boca unas esferas de luz de color celeste una de las cuales se introdujo en el vientre del pequeño ojidorado.
-pero que… que demonios es… esto- dijo Daiki y unos segundos más tarde el pequeño youkai yacía tirado en el suelo sufriendo terribles pesadillas.
-que le hiciste al niño?- preguntó masahiro al entrar y ver al ojidorado inconsciente.
-lo puse a soñar un rato para que deje de armar tanto escándalo… no pensarás defenderlo o si?- preguntó el hombre alto de cabello negro el cual lo traía recogido en una coleta alta.
-defenderlo? Por que habría de hacerlo?- preguntó despreocupado el peliplateado.
-como es familiar tuyo- respondió irónicamente el youkai polilla.
-si a esas vamos, yo debería matarte- respondió masahiro frunciendo el ceño en señal de molestia pues aunque era cierto que era familiar del niño y de sesshomaru odiaba serlo y que se lo recordaran por que él deseaba matarlo y quedarse con todo.
-ah si?- retó samurumaru.
-claro que si, después de todo mi abuelo inuyasha acabó con tu padre y tu tio- dijo el peliplateado de forma altanera.
-yo soy un hombre de negocios no de rencores, eso sucedió hace 500 años- dijo el pelinegro restándole importancia a lo acontecido entre sus antepasados. Masahiro se encogió de hombros y se acercó a la celda del niño.
-como que soñando eh?... Khe! Como que podría atemorizar a un niño de su edad en estos tiempos- se cuestionó el peliplateado.
-no lo sé pero por su expresión si hay algo que lo atemoriza- dijo samurumaru al ver al niño fruncir el ceño, tensar la mandíbula y apretar los puños mientras sudaba siendo víctima de las pesadillas.
PESADILLA DE DAIKI
El pequeño ojidorado despertaba en un espeso bosque cubierto por una extraña niebla, se concentró pero no sintió la presencia de ningún ser cerca de él…
-que extraño… donde estoy?- se preguntó a si mismo en un susurro y empezó a caminar lentamente con los brazos extendidos hacia adelante pues no podía ver casi nada y no quería caer y lastimarse… repentinamente un aroma muy conocido llegó a sus fosas nasales y el pequeño frunció el ceño y rodó los ojos en señal de desagrado pues el no lograba entender como es que ella lo había encontrado. Apretó la mandíbula y los puños al mismo tiempo.
(Maldita sea! Que hace mi hermana aquí?) Pensó al sentir su aroma y detuvo su andar esperando a que ella se acercara.
-Daiki, tu hora ha llegado- la voz de su hermana resonó en todo el lugar haciéndolo tensar por el odio con que fue pronunciada la frase… una fuerte ventisca disolvió la niebla que cubría el bosque y Daiki tuvo una mejor visión de donde se encontraba; no reconoció el lugar pues jamás había estado ahí, logro ver una especie de… Pozo?.
Quien demonios ocupa un pozo hoy en día si por todos lados hay agua potable?) Se cuestionó mentalmente el pequeño. -maldita miko, sal de donde estés!- ordenó al revisar con la vista el lugar y no ver a su hermana.
-Inuyasha!- el gritó de una mujer lo hizo desviar su atención y corrió instintivamente hacia donde provenía el grito; al llegar vió a una mujer muy parecida a su madre pero esta vestía con unas ropas muy extrañas… era tal cual le habían descrito la vestimenta de una miko shinto. Traía un arco y flecha en sus manos y traía una enorme herida que sangraba abundantemente… la vió tensar el arco y disparar. -muere inuyasha!- gritó nuevamente la mujer y hasta entonces el pequeño ojidorado giro su cabeza y vió a un peliplateado corriendo  con un traje rojo, éste extraño hombre tenía dos orejas de perro sobre su cabeza y entre sus manos traía una… perla?... La flecha atravesó el pecho del hanyou y este quedó sellado en un inmenso árbol. Vió a la miko herida tomar la perla y retirarse, luego el pequeño se acercó al joven recién sellado.
-tu destino es el mismo, muere Daiki!- el grito de su hermana lo hizo girar en pos de ella pero lo que vió lo hizo estremecer; la niña llevaba un traje similar al de la otra miko y también traía un arco y flechas en sus manos… vió venir la flecha a toda velocidad recargada de energía sagrada… si… quería matarlo, quería purificarlo. Sintió la flecha atravesar su corazón y un gran resplandor rosa lo envolvió de inmediato y su mente quedó en blanco.
FIN DE LA PESADILLA.
Por otro lado la joven azabache despertaba muy agitada.
-solo fue una pesadilla- se dijo a si misma llevando su mano a la altura de su pecho.
-mami, buenos dias- saludó la pequeña Rin entrando a la habitación de su madre.
-buenos días Rin- respondió aún agitada ; se puso en pie y sintió un par de fuertes pulsaciones en su pecho… tambaleó un poco y se sentó nuevamente.
-madre, estás bien?- preguntó la pequeña evidentemente preocupada.
-ven conmigo Rin, estoy bien- respondió saliendo de la habitación y la pequeña azabache la siguió.
Entraron a una extraña habitación la cual siempre estaba cerrada y tenía una placa que decía “no entrar”… ella siempre había respetado la voluntad de su amado, además que jamás había preguntado por que no podía entrar a ahí.
-madre no deberíamos estar aqui- dijo la niña al cruzar el umbral de la mano de su madre.
-algo aquí me está llamando- dijo con el corazón acelerado.

EN EL PRESENTE 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora