CAPÍTULO 16

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#enelpresente2
Capítulo 16
Horas después sesshomaru despertó y vió a la ojidorada sentada a unos metros de él, estaba perdida en sus pensamientos y mirando fijamente el horizonte.
-madre- dijo sesshomaru llamando la atención de Irasue.
-volvamos a Japón- se puso de pie y se elevó lentamente.
Sesshomaru la siguió muy de cerca y no le quitaba los ojos de encima estaba muy extraña con respecto a su comportamiento habitual.
Irasue quería regresar pronto a la mansión de su hijo, quería ver que todo estuviera en orden, saber que sus nietos y su nuera estaban bien.
-demonos prisa- dijo la ojidorada convirtiendo en una esfera de luz y volando a toda velocidad.
Sesshomaru entrecerró los ojos y la siguió transformándose en una esfera de luz.
Al anochecer llegaron a un bosque en donde se detuvieron a descansar e hicieron una fogata.
-madre, que te sucede?- preguntó ya harto de tanto silencio.
-sesshomaru... La meidou... La meidou ahora es... Es sólo una piedra capaz de devolver vidas... Ya no puede abrir portales dimensionales- respondió mirando la piedra en sus manos.
Sesshomaru se tensó y abrió los ojos como plato, él pretendía enviar al infierno al su medio hermano abriendo un portal con la meidou.
-hmph, tendré que deshacerme del híbrido con bakusaiga- espetó fríamente el ojidorado.
-tu mujer debe estar preocupada por ti y tus cachorros también- dijo la peliplateada caminando hacia el río que estaba cerca de ahí. -me daré un baño espera aquí 20 minutos y alcanzame para que traigas mi ropa a secar- agregó.
-hmph- fué la respuesta del ojidorado.
Después de 20 minutos sesshomaru se levantó de donde estaba, avivó la fogata y fué hacia el río, vió la ropa de su madre y se la llevó, la puso cerca del fuego para que ésta se secara y se dispuso a dormir.
Dos horas después Irasue volvió hacia el lugar donde estaba Sesshomaru y su ropa ya estaba seca, sesshomaru al sentir la presencia de su madre ni se inmutó pues no pretendía ver a su madre en ropa interior; la ojidorada se vistió con toda confianza y se dispuso a dormir.
Muchos kilómetros atrás...
Masahiro y sus acompañantes se habían detenido a descansar.
-oye no te comas todo!- reclamaba Takeo al ver como su hermano mayor tomaba otro enorme trozo del jabalí que había cazado Inuyasha.
-deja de reclamar, aún queda suficiente!- dijo Hiromi mordiendo la carne.
-ahora vuelvo- dijo el ojidorado levantándose de su lugar y caminando hacia un sitio más silencioso.
-siguelo, talvez estando a solas los dos... Se desahogue más cómodamente- susurró Takeo.
-si Masahiro, síguelo... Yo me encargo de tu parte de la comida- dijo Hiromi divertido.
Masahiro se puso de pie con un trozo de carne en sus manos y se dispuso a seguir al ojidorado.
Caminó siguiendo el aroma de su abuelo y lo encontró en un claro del bosque.
-por que no me dejas sólo!- espetó molesto el ojidorado al sentir la presencia de su nieto.
-ab.. Inuyasha, debemos hablar- dijo el joven de ojos azules.
-esta bien, empieza por decirme... Por que rayos me has traído a la vida, que esperas de mi?- preguntó sin tanto rodeo el impulsivo hanyou.
-ya te lo he dicho, fué la última voluntad de mi padre... Él tenía la sospecha de que Sesshomaru había tenido que ver en tu muerte ya que él era el único que estaba contigo en ese momento- respondió Masahiro mirando hacia el cielo, luego vió a su abuelo a los ojos.
-Masahiro, sesshomaru... Tiene una pareja?- preguntó el ojidorado mirando fijamente a los ojos de su nieto.
El joven de ojos azules se tensó y miró hacia otro lado.
-pues...- titubeó tratando de disimular.
-si o no?- exclamó molesto el ojidorado.
-si, sesshomaru tiene una pareja- respondió aún sin valor para verle a los ojos.
-quien es? Como se llama?- preguntó impaciente.
-te enteraras de todo a su tiempo Inuyasha- respondió Masahiro dando media vuelta, no, la conversación había tomado un rumbo incómodo y él no tenía ganas de hablar de esas cosas; ya había superado lo que sentía por kagome pero no quería hablar de ese tema por que no sabía cómo reaccionaría Inuyasha al enterarse de que la mujer que tanto había amado ahora era la compañera de su medio hermano sesshomaru.
(Esto no puede ser, realmente espero que ese imbécil no haya logrado su cometido) pensó el ojidorado cruzándose de brazos.
Quince días después sesshomaru e Irasue llegaban a la mansión.
-amo sesshomaru!!!- gritó emocionado el viejo sapo corriendo al encuentro de su amo.
Los niños al escuchar a Jaken gritar se levantaron del sillón donde estaban jugando ajedrez y corrieron hacia el jardin.
-papito!!!- gritó emocionada la pequeña Rin al ver a su padre descender. -abuela!!!- agregó.
-padre, donde estabas? Nos tenías preocupados a todos- dijo el pequeño ojidorado entrecerrando los ojos. -hola abuela- agregó.
-Hola cachorros, su padre y yo venimos realmente cansados, yo me retiro; voy a descansar a como se debe- dijo visiblemente fatigada.
-Daiki, no es momento para preguntas- respondió secamente caminó hacia la pequeña azabache y le revolvió el cabello en forma de saludó y se dirigió a su habitación.
-amo sesshomaru!- saludó cordialmente Oriushi al verlo entrar.
-Oriushi, estaré en el cuarto de huéspedes; no quiero que nadie me moleste- dijo subiendo las escaleras.
-amo sesshomaru, no desea algo de comer?- preguntó Oriushi.
-…
El ojidorado continuó su camino en completo silencio y se encerró en la habitación de huéspedes.
-esto no está nada bien, algo malo pasó- dijo para si mismo el viejo mayordomo.
-Takashi, preparale a mi papito está receta, mira se llaman chilaquiles- dijo la pequeña Rin; Takashi iba llegando con las compras del supermercado.
-No- la voz de Oriushi hizo tensar al chef y a la niña.
-por que no? Mi papito acaba de llegar y es justo que coma algo!- la nena estaba molesta cruzada de brazos y mirando al mayordomo.
-Rin, el amo sesshomaru viene cansado y lo único que quiere es descansar; pidió no ser molestado- aclaró Oriushi.
-Rin, si tu quieres te preparo la receta para ti- dijo amablemente el joven chef.
-no Takashi, muchas gracias- respondió la niña dando media vuelta.
Una hora después kagome llegó a casa, Daiki la recibió.
-madre... mi padre y abuela han regresado- informó el pequeño ojidorado.
-como están?- preguntó preocupada.
-estan bien, vinieron algo cansados y se fueron a dormir... Pidieron no ser molestados- respondió tomando de la mano a su madre.
Empezaron a caminar hacia adentro de la mansión, el aroma de su hembra llegó a sus fosas nasales, abrió los ojos y pensó en ir hacia ella pero no quería oír reclamos.
Se quedó dormido nuevamente poniéndose una almohada en el rostro.
-mi lady, el amo ha vuelto- dijo Oriushi al ver entrar a la azabache.
-dijo donde andaba?- preguntó frunciendo el ceño.
-ya sabe como es el amo, el nunca dice nada- respondió el mayordomo.
-mi lady- saludó Jaken.
-Jaken, avísame cuando esté lista la cena- ordenó la joven azabache, Daiki quien aún mantenía tomada de la mano a su madre la haló llevándola a la habitación de Rin.
-mami, como ya sabrás mi padre ha vuelto; quiero pedirte de favor que no vayas a pelear con él- dijo la nena sumamente preocupada pues se había percatado de que su madre estaba enojada con la desaparición de su padre.
-madre, si mi padre se fué y dijo mentiras sobre el lugar a donde iba sus razones tendrá, escúchalo antes de reclamarle- dijo Daiki mirando a los ojos a su madre.
-no se preocupen, no vamos a pelear pero; su padre tiene mucho que explicar, él no puede desaparecer así como así y sin decir hacia donde va realmente- respondió la azabache dando media vuelta y saliendo de la habitación.


EN EL PRESENTE 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora