CAPÍTULO 10

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#enelpresente2
Capítulo 10
-papito! estás bien?- preguntó Rin al ver llegar volando al ojidorado; éste no respondió. -donde estabas? Por que vienes así!- preguntó asustada la pequeña azabache.
-fui a arreglar unos asuntos- respondió fríamente quitándose la camisa.
-asuntos? Pero estás todo sucio, lleno de sangre, que sucedió?
-hija, no preguntes; confórmate con saber que todo estará bien... Ahora... Me daré un baño... Podrías decirle a tu abuela que me espere en el despacho? Necesito hablar con ella- dijo sin mirarla y caminando hacia su habitación.
Al llegar a su habitación vió a kagome recostada en la cama... Se acercó lentamente y sin hacer ningún ruido... La contempló unos instantes; ella estaba con los ojos vendados... Acercó lentamente sus labios a los de ella y la besó apasionadamente mientras la inmovilizaba tomándola de sus manos.
La joven ahogó un gemido en la boca de su amado pues la había tomado por sorpresa.
Un instante después sesshomaru deshizo el beso por la falta de oxígeno.
-te amo mujer- expresó la ronca voz del ojidorado.
-yo también te amo sesshomaru- respondió sonriendo la azabache. -sueltame, déjame tocarte- agregó.
-no- respondió secamente.
-por que no?- preguntó un tanto confundida. Rin iba entrando a la habitación y escuchó la pregunta de su madre.
-mi auto se descompuso y estoy sucio- mintió con tranquilidad ya que ella no podía verlo, miró a su hija y guiñó un ojo; la nena asintió entendiendo que debía guardar silencio respecto a la sangre que su padre traía encima.
-papi, mi abuela te espera en el despacho- dijo la pequeña Rin.
-gracias hija, me daré un baño y enseguida voy- dijo el peliplateado soltando a kagome y entrando al cuarto de baño... Cuando sesshomaru salió del baño kagome no estaba en la habitación; Rin se la había llevado al jardín, el ojidorado las vió por la ventana y frunció el ceño. -no permitiré que nadie me arrebate el más preciado tesoro que tengo- dijo girando sobre sus talones... Se vistió y caminó hacia el despacho donde su madre lo esperaba.
-sesshomaru, odio que me hagan esperar; eres un desconsiderado!- espetó molesta la ojidorada cruzándose de brazos.
-madre, como es que ese idiota pretende devolverle la vida a inuyasha usando la piedra meidou si inuyasha murió hace 300 años- preguntó restándole importancia al reclamo de la ojidorada.
-hijo, la piedra meidou es un fragmento de la piedra chintámani mejor conocida como la piedra del pensamiento la cual proviene de la constelación de Orión y fué traída a la tierra por seres de otro planeta... La chintámani fue llevada a la torre de Shambhala y ahí es custodiada por la hermandad blanca, mientras tres pequeños fragmentos desprendidos de la misma fueron repartidos por ciertos puntos del planeta a una serie de custodios elegidos; uno de esos custodios era tu padre y al sentirse incapaz de continuar con su misión me entregó el fragmento que él custodiaba... la piedra chintámani es una piedra mítica con la capacidad de conceder deseos a quien la porta... A diferencia de la meidou; la chintámani completa puede traer de vuelta a alguien que tiene siglos de muerto- explicó irasue mirando fijamente a los ojos a su hijo, sabía que el robo de la piedra meidou no era nada bueno.
-según he escuchado; para eso, la chintámani debe estar completa- expresó un poco pensativo.
-los otros dos fragmentos ya fueron encontrados y llevados al reino Shambhala- soltó fríamente la peliplateada; sesshomaru abrió los ojos como plato.
-hmph, Shambhala es un lugar sagrado; un youkai jamás podría poner un pie ahí, sería purifi...- decía arrogantemente el ojidorado pero su madre lo interrumpió.
-al Shambhala no se accede físicamente sino mentalmente mediante la meditación acompañada del mantra de la chintámani- dijo Irasue cerrando los ojos y sobandose las sienes. -por eso tu padre aún siendo un youkai había sido elegido como uno de los custodios- agregó.
-demonios!... Si ese bastardo logra acceder al reino Shambhala, completará la chintámani y podrá pedir su maldito deseo- dijo frunciendo el ceño con desprecio. -madre, por que me mentiste?- preguntó mirándola a los ojos.
-respecto a que sesshomaru?- dijo levantando una ceja.
-hace 500 años dijiste que la piedra meidou era una piedra infernal, por que mentiste?
-sesshomaru, en ese momento tu objetivo era perfeccionar la técnica de la luna infernal; yo usé la meidou para abrir un portal al inframundo tal y como me fué indicado por tu padre... Luego de eso la usé para devolverle la vida a la niña que venía contigo; tu visita fué corta y no iba a quitarte el tiempo contándote cosas que no eran necesarias en ese momento- respondió la peliplateada poniéndose de pie. -a estas alturas el nieto de Inuyasha debe estar en busca del Shambhala- espetó frunciendo el ceño.
-no voy a permitir que ese miserable logre su objetivo- gruñó girando sobre sus talones. -iré por él- agregó mientras salía del despacho.
-yo iré contigo- soltó firmemente siguiéndolo.
-hmph, andando.
Sesshomaru e Irasue salieron al jardín y sesshomaru se acercó a su mujer quien estaba sentada en la grama jugando con los niños.
-mami, ahora adivina que es esto- decía Rin entregándole en las manos un trozo de plastilina.
-que asco Rin, por que le diste excremento!- exclamó Daiki conteniendo una risita. Kagome gritó asqueada y tiró lejos la plastilina; los niños estallaron en risas.
-que sucede?- preguntó el ojidorado esbozando una sonrisa al ver lo contentos que estaban.
-sesshomaru, ayudame que asco!!!- gritó la joven azabache.
-mamá, jajaja, no era... Jajaja... No era excremento- dijo Daiki muerto de risa.
-Jajaja... solo fué... Jajaja una broma mami- Rin abrazó a su madre.
-kagome, saldré de viaje inmediatamente, mi madre viene conmigo- dijo poniéndose en cuclillas.
-hay algún problema mi amor?- preguntó llevando su mano hacia adelante tratando de tocarlo.
-si, me informaron de anomalías en la producción y ensamble de vehículos industriales de tanaka motor; tardaré unas dos o tres semanas dependiendo de la gravedad del asunto- dijo abrazando a su mujer.
-es... Es necesaria tu presencia? Es decir, no podría ir lady Irasue solamente?- kagome no quería quedarse sola con los niños ya que aún estaba en proceso de curación.
-mi presencia es sumamente necesaria- respondió el ojidorado dándole un beso en la frente. -adios mi amor- susurró y la besó en los labios. -volveré pronto; Daiki, quedas a cargo... Cuida muy bien de tu madre y hermana- dijo seriamente viendo a su pequeño hijo.
-no te preocupes padre, las protegeré con mi vida de ser necesario- respondió con la frente en alto y el pecho erguido.
-hmph, andando madre- dijo convirtiéndose en una esfera de luz y volando a toda velocidad siendo seguido muy de cerca por la ojidorada.
Por otro lado... Masahiro se había detenido a descansar un poco al llegar a China.
-esto me llevará tiempo, debía reunirme con los inversionistas europeos pero realmente esto es más importante; nunca pensé que el idiota de samurumaru me pusiera en bandeja a Irasue... Llevaba tanto tiempo buscando la manera de quitarle la piedra meidou y ahora que la tengo en mi poder... – decía para si mismo el ojiazul tumbado en la cama hasta que fue interrumpido.
-buenas tardes señor Taisho, servicio a la habitación- dijo la voz masculina tras la puerta.
-adelante- respondió. -deja todo por ahi- agregó quitándose la corbata.
Se levantó y tomó una manzana roja entre sus manos...
-te destruiré maldito bastardo, descubriré como murió mi abuelo y si tú tuviste algo que ver en su muerte... Desearás no haber nacido- entrecerró los ojos, apretó la manzana que tenía en su mano y la volvió puré... Tomó su celular y llamó a su amigo de la infancia.
*Masahiro, a que debo el honor!*
-Takeo, tengo la meidou- soltó a secas.
*Como dices?... Como diablos le hiciste, la mataste?* Preguntó la voz masculina al otro lado de la línea.
-no, ella andaba en busca de su nieto el cual samurumaru había raptado al encontrarlo por casualidad y como ya sabes samurumaru podía ocultar su youki y ella no supo de él hasta que lo tenía tras ella... Ella no opuso resistencia; supongo que quería estar con su nieto para “protegerlo” pero el niño ya estaba muerto... En fin samurumaru trató de ponerla a soñar pero no pudo pues ella es un ser superior y lo único que logró fué inmovilizarla unos minutos y aproveché para quitarle la meidou- explicó el joven ojiazul.
*Masahiro, con la meidou en tu poder; lo único que falta es que la lleves a las montañas kunlun y accedas al Shambhala... Te das cuenta? Pronto cumplirás con la tarea que se te fué encomendada, traerás de vuelta a tu abuelo; el gran inuyasha Taisho que derrotó a Naraku volverá a éste mundo!* Dijo sumamente contento.
-Takeo, necesito que vengas conmigo al Tíbet; sabes bien que deberé meditar tres días y tres noches repitiendo el mantra de la chintámani… No quiero interrupciones, si llegase a aparecer sesshomaru o Irasue quiero que estés ahí conmigo para que te encargues de ellos- solicitó masahiro a su amigo.
*Cuenta conmigo Masahiro, donde te encuentras, cuando empezamos el viaje?* Preguntó decidido.
-acabo de llegar a China, mañana mismo empezamos el viaje… pasaré por tu casa al amanecer- respondió.
*Muy bien aquí te espero, hasta entonces amigo* finalizó Takeo.
Masahiro tiró el celular a la cama y empezó a comer lo que había pedido, al terminar se recostó a la cama y se quedó dormido.




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