CAPÍTULO 39

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#enelpresente2
Capítulo 39
Seis años después los hermanos “Tanaka” estaban en el jardín de la escuela discutiendo.
-ya te dije que no te quiero ver con ese imbécil, por que no obedeces Rin!- espetó molesto el joven ojidorado.
-y tú quien te crees que eres para prohibirme algo, yo no te debo obediencia; tú no eres mi padre! Además no me has dicho por que no te agrada!- respondió altaneramente la hermosa jovencita.
-ese estúpido libidinoso se ha acostado con varias chicas y quiere hacer lo mismo contigo!- alegó mientras apretaba sus puños con fuerza y fruncia el ceño.
-como dices?- dijo abriendo los ojos como plato.
-si Rin, por eso es que odio a ese repugnante humano, cuando un hombre hace el amor con una hembra es por que la ama, por que quiere estar con ella por el resto de su vida pero ese humano lo hace por diversión, por burlarse de las chicas a las que emboba con su carita de yo no fui... Se que tú lo ves como un amigo pero él te desea como hembra y yo no voy a permitir que ese infeliz te haga daño- explicó mirando fijamente a su hermana.
-Daiki, se que siempre me has cuidado de ese tipo de chicos pero dime una cosa... Alguna vez me dejarás tener novio como una chica normal?- preguntó la joven azabache.
-no- respondió el ojidorado dando media vuelta.
-te odio Daiki!- espetó molesta y sonó el timbre indicando la entrada; todos los jóvenes ingresaron a sus aulas de clase.
-buenos días chicos, hoy tenemos un alumno nuevo, puedes pasar; su nombre es Koichi- dijo el profesor de historia.
El joven entró y Daiki frunció el entrecejo al verlo; se veía como un humano normal pero no lo era.
-bienvenido Koichi- dijeron al unisono los jóvenes del salón.
-koichi, toma asiento- indicó el profesor y el aludido asintió y obedeció.
A la hora del descanso el joven koichi se acercó a la joven azabache que se encontraba sentada en la cafetería.
-hola, puedo sentarme contigo?- preguntó mirando a la joven.
-claro, por que no?- respondió con una sonrisa.
-ese muchacho con el que discutias a la entrada... Es tu hermano cierto?- preguntó sin tanto rodeo.
-s..si, por que?- dijo un tanto confundida.
-tu eres humana pero eres hija de un youkai- afirmó mirándola a los ojos.
-quien eres y que quieres?- preguntó mientras se ponía de pie muy nerviosa.
-tranquilizate, no le diré a nadie... Es sólo que me llamó la atención verte con un youkai el cual posee un aroma similar al tuyo, deduje que son hermanos pero es muy extraño que él sea youkai y tú humana- dijo despreocupado.
-tu también eres un youkai?- preguntó la jovencita.
-no, él es un hanyou- espetó el joven ojidorado acercándose a su hermana. -vámonos Rin- ordenó mirando con desprecio al joven nuevo.
-si- respondió de inmediato la azabache y se fue con su hermano.
(Como si no fuera suficiente con un estúpido humano detrás de mí hermana ahora tengo que cuidarla de un híbrido) pensó el ojidorado mientras caminaba junto a su hermana.
(Eres muy hermosa Rin Tanaka... O más bien... Rin Taisho) caviló el joven de profunda mirada oscura y cabellos negros.
Los hermanos caminaron algunos minutos y llegaron al estacionamiento.
-Rin, hablaré con mi padre para que nos cambie de escuela- dijo el joven ojidorado mirando fijamente a su hermana.
-no Daiki, no hagas eso; te prometo que no volveré a hablar con Satoru pero no hagas que nos cambien de escuela- dijo la jovencita en tono suplicante.
-ese híbrido no me agrada- espetó girando su atención hacia el joven de ojos negros quien pasaba cerca de ellos.
-Daiki, yo se cuidarme sola de los youkai y de los híbridos por eso no te preocupes- adujo mirando al joven que se había detenido para hablar por celular.
-si es así por que te pusiste nerviosa cuando estabas con él?- preguntó sin quitarle la vista de encima al joven.
-me sorprendió que supiera que eres un youkai y que me dijera que soy hija de uno; Daiki, aún no puedo diferenciar a un humano normal y a un youkai o hanyou que oculte sus rasgos- dijo un tanto avergonzada.
-hmph... Oriushi podría ayudarte con eso- respondió mientras se ponía de pie. -no te quiero volver a ver cerca de mi hermana o vas a lamentarlo Koichi- amenazó en voz alta para que el joven lo escuchara.
El aludido cortó la llamada y giró en pos de Daiki quien lo veía desafiantemente.
-no me digas Taisho- dijo arrogantemente. -tu hermosa hermana me gusta; que vas a hacer al respecto?- preguntó petulantemente.
Daiki caminó lentamente hacia él y al tenerlo cerca le respondió.
-voy a cortarte los que ya sabes y te los pondré en la boca mientras te desangras como cerdo... Ah y otra cosa... Como sabes que soy Taisho?- preguntó al petrificado joven.
-eres... idéntico a tu padre- respondió soltando disimuladamente el aire que había retenido al escuchar la amenaza del ojidorado.
-hmph- bufó y dio media vuelta.
El tiempo fue pasando, el joven de ojos negros no se daba por vencido a pesar de la amenaza de Daiki; buscaba a la hermosa joven azabache quien al ver la insistencia del joven hanyou había suavizado su corazón y había bajado la guardia entablando con él una bonita amistad a escondidas de su hermano.
-Daiki está en su clase de física, podemos hablar un momento Rin?- preguntó al acercarse a la hermosa azabache quien platicaba con varias amigas en la cancha de voleibol.
La joven se sonrojó al instante, sus amigas se pusieron de pie y se despidieron son risitas y susurrando alguna cosa.
-gracias chicas- dijo koichi al verlas marcharse.
-hola koichi, de que quieres hablar?- preguntó mirando fijamente al piso.
-Rin, desde que ingresé a esta escuela y te ví discutiendo con tu hermano en la entrada... Me gustaste... Se que de inmediato le caí mal a tu hermano, se que te cuida mucho y creo que no le agradó por que no soy un youkai de sangre pura pero...- decía el joven pero fue interrumpido por la azabache.
-no, no es por eso, nosotros tenemos un hermano de 8 años; es un hanyou y Daiki lo quiere y lo respeta, la verdad... No se por que no le agradas- dijo sonriendo.
-no entiendo, de verdad no lo entiendo... se que a tu hermano no le agrado pero eso no me detendrá para decirte lo mucho que te quiero y que estoy muy enamorado de ti desde el día en que ingresé a esta escuela, Rin... Eres una chica muy linda, con un corazon muy noble, se que no soy nadie para decirte esto, se que no estoy a tu altura; tu padre es un gran empresario, dueño de uno de los consorcios más grandes del mundo y yo...- se detuvo, se sentía como un completo tonto declarando su amor a la hija del gran Sesshomaru.
-y tu...- dijo la jovencita esperando que él completara su frase.
-Rin, te diré la verdad... Yo soy nieto de Akiyama; el mayordomo de la mansión Taisho, mi padre murió cuando yo tenía un año, quien lo mató buscó luego a mi madre que era humana y también la asesinó... Mi abuelo se hizo cargo de mi y crecí en la mansión Taisho... Cuando el amo Masahiro fue al Himalaya a revivir al amo Inuyasha tu padre llegó a la mansión Taisho y mató a casi todos los sirvientes, mi abuelo fue herido de gravedad y la mansión Taisho fue destruida; mi abuelo logró escapar, yo estaba en la mansión del sur ese dia... De no ser así... Tu padre me habría asesinado- dijo con profunda tristeza recordando en las condiciones que habían llevado a su abuelo ese día. El timbre sonó y la cancha quedó sola a excepción de los dos jóvenes que platicaban.
-lo siento mucho koichi, mi padre ha cometido muchos errores pero en el fondo él no es malo- dijo la joven azabache posando su mano en el hombro del entristecido muchacho.
-Rin, Yo no guardo rencor hacia tu padre por eso; yo se que él no quería que revivieran al amo Inuyasha por que temía perder a tu madre... Rin, discúlpame... No vayas a pensar que soy un atrevido se que no estoy a la altura pero debía decirte lo que siento- dijo mientras se ponía de pie.
Repentinamente y a una velocidad sobrenatural el ojidorado apareció tomando por el cuello al joven hanyou.
-tienes razón, no estás a la altura de mi hija!- espetó molesto el imponente lord.
-se..señor.. Sesshomaru- atinó a decir el joven quien luchaba por respirar.
-Daiki ya me había dicho que un hanyou andaba tras mi hija pero nunca pensé que se tratara del nieto de Akiyama- dijo con desprecio mientras sus ojos destellaban un tono carmesí.
-sueltalo papá, no lo lastimes!- gritó horrorizada la jovencita tomando por la camisa a su enfurecido padre.
-no te metas Rin- espetó mientras apretaba más su agarre.
-Señor Sesshomaru... Yo estoy... Enamorado de... Su hija- dijo sintiendo que el oxígeno le faltaba y a punto de perder la consciencia.
-sueltalo papá o no respondo!- gritó asustada al ver que el joven perdía el color.
Sesshomaru lo soltó y el joven cayó poniendo sus manos en su cuello tratando de respirar inalando y exhalando rápidamente.
-te atreves a amenazarme por defender a ese maldito bastardo?- preguntó mirando fijamente a la joven quien se encontraba en cuclillas sosteniendo a su amigo. -ven acá!- la tomó del brazo muy enojado y la pegó a su cuerpo, se elevó a una gran velocidad y se la llevó hacia la mansión.
-sueltame papá, ya déjame!- gritaba la joven al llegar a la mansión y su papá la halaba del brazo hacia el estudio. Entraron al estudio donde se encontraba Oriushi cambiando las cortinas y al ver a su amo tan molesto salió sin decir una sola palabra.
-sientate!- dijo mientras la empujaba a un sillón; ella muy molesta se sentó y subió los pies al sillón abrazando sus piernas. -baja los pies!- ordenó.
-te odio papá! Por que me haces esto?- soltó mientras bajaba los pies del sillón.
-aun eres una niña; muy bonita y atractiva a la vista de cualquier hombre pero una niña al fin- dijo el enojado lord.
-no me digas!- exclamó poniéndose de pie. -ya tengo 16 años papá, tu te enamoraste de mi madre cuando ella tenía 15 y no tomaste en cuenta que era una niña comparada contigo!- adujo poniéndose las manos en la cintura y frunciendo el entrecejo. Demonios! Esa niña había copiado toda la expresión corporal de su madre.
-hmph! Pero te olvidas de algo niña... Yo no tuve nada con tu madre en ese tiempo... Yo le expresé mis sentimientos y la hice mi compañera cuando ella tenía 24- respondió levantándo una ceja.
-eh..Ah.. aún así papá! Que tiene de malo que yo tenga novio? Todas las chicas de mi edad tienen novios!- dijo sonrojada y mirando fijamente al piso.
El ojidorado se acercó y sin previo aviso la abrazó.
-no quiero que nadie te haga daño... Para mi siempre serás mi niña- le susurró mientras aspiraba el olor de su cabello.
-él no es un mal muchacho, tú casi matas a su abuelo y aún así él no te guarda rencor- dijo la jovencita abrazando a su padre. -él comprende que lo que hiciste lo hiciste por miedo a perder a mi madre- agregó.
-quizá me veas cómo un loco, ridículo, celoso, posesivo y sobreprotector pero trata de comprenderme Rin, tu eres mi niña y quien te lastime o te haga llorar pagará con su vida- dijo deshaciendo el abrazo para verla a los ojos. -hay hombres que sólo buscan sexo por diversión yo no quiero eso para ti; quizás creas que soy anticuado que el uso de preservativos evitan embarazos y que puedes disfrutar del sexo sin problemas pero recuerda que...- decía el ojidorado hasta que la jovencita lo interrumpió.
-ya lo sé papá, los youkai y los hanyou se dan cuenta por medio del aroma que eres alguien promiscuo- completó muy avergonzada.
-eso sin mencionar que perdería tus poderes espirituales por alguien que quizá no valga la pena- dijo mientras con una de sus garras acariciaba el rostro sonrojado de su hermosa hija, rayos! Cuanto había crecido, ya era una hermosa jovencita con la que ahora discutía por los pretende que le salían.
-pero papá! Yo no pienso en eso todavía; me gustaría tener un novio para conocerlo, ver cuáles son sus intenciones, como se comporta y eso- alegó girandose de espaldas.
-quizá tengas razón pero también sé que podrías dejarte llevar por el deseo y terminarías entregándote a él- respondió el ojidorado frunciendo el entrecejo.
-no piensas ceder verdad?- preguntó girando hacia su interlocutor.
-no- fue la firme respuesta del ojidorado quien se sentó, se sirvió un trago de whisky y subió los pies al escritorio.
La joven azabache suspiró pesadamente, rodó los ojos con fastidio y salió en completo silencio del estudio.
Un mes después...
Kagome estaba sola con Rin y kioshi en la mansión ya que el ojidorado y Daiki habían ido a una exhibición de autos donde Daiki escogería uno y los sirvientes había tenido la noche libre.
-vuelve acá Rin!- gritó muy molesta kagome al ver a su hija montar en ah-un y salir a toda velocidad.
-madre, entre más le prohíban ver a ese chico más rebelde se pondrá mi hermana; ella está enamorada de él y él de ella, no entiendo por qué no los dejan estar juntos- dijo el pequeño ojidorado mirando fijamente por donde se había ido su hermana.
-kioshi, tú aún eres muy pequeño para hablar de estas cosas, si le prohibimos que lo vea es por evitar problemas con Masahiro e Inuyasha- dijo la joven madre acariciando las orejitas de su cachorro.
Rin se fue directo a la mansión Taisho y se encontró con quien ahora era su novio; el joven koichi.
-Rin, que haces aquí? Estas bien?- preguntó el joven hanyou ayudando a bajar de ah-un a la hermosa azabache.
-estoy bien koichi, quería verte!- dijo abrazándolo fuertemente y el joven correspondió aquel caluroso abrazo sintiendo su corazón henchido de alegría.
-yo también quería verte Rin, están pasando la exposición de autos en tv y ví que entrevistaron a tu padre así que justo iba para tu casa- dijo soltando el abrazo y levantando el rostro de la joven con su dedo índice.
Acercó su rostro al de ella y juntaron sus labios en un dulce y tierno beso.
-Rin?- la imponente voz masculina detrás de ellos hizo que los jóvenes deshicieran el beso.
-amo Masahiro!- saludó avergonzado el joven hanyou.
-masahiro!- dijo la jovencita roja hasta las orejas.
-que tierno primita, has venido por koichi... Es un buen muchacho pero... Creo que a tu padre no le agradará- dijo el joven de ojos azules con una sonrisa.
-mi familia no está de acuerdo con esta relación Masahiro- dijo Rin abrazando a su novio.
-koichi, últimamente hemos vivido en relativa calma; resuelvan esto antes de que Sesshomaru y Daiki quieran venir a destruir nuevamente esta mansión... Ésta vez yo estaré aquí para defender mi propiedad y uno de los dos morirá sin viene a molestar- dijo mirando al enamorado hanyou.
-que propone que haga amo?- preguntó apretando la cintura de la joven azabache.
-ve a la mansión Tanaka y habla con sus padres- recomendó dando media vuelta. -lo que a ellos no les agrada de ti no es que seas híbrido sino tu falta de valor para dar la cara- agregó caminando hacia la mansión.
-mi falta de valor? Rin, tu padre casi me mata!- dijo mirando a la joven.
-quizá Masahiro tenga razón, posiblemente mi padre sólo quería ver que tan valiente eres y si eras capaz de enfrentarte a él y Daiki- dijo la joven levantando una ceja.
-muy bien Rin, no soy un chico que le gusten las peleas pero por ti soy capaz de enfrentarme a quien sea y eso incluye al gran lord sesshomaru y al príncipe, no voy a perderte Rin, te amo y quiero que tú seas mi hembra en un futuro- dijo el joven hanyou apretando los puños y frunciendo el entrecejo.
-yo también te amo koichi- dijo Rin dándole un corto beso en los labios, subió a ah-un y regresó a la mansión.
Dos días después el joven hanyou llegó a la mansión Tanaka y encontró al imponente lord sentado bajo el árbol de sakura junto a Daiki y kagome; Rin estaba en la habitación de kioshi ayudándole a hacer su tarea.
-buenas tardes señor Sesshomaru, joven Daiki, mi lady- saludó al acercarse.
-que demonios haces aquí?- preguntó el lord sin inmutarse.
-viene a buscar la muerte- repuso Daiki arrogantemente.
-por que no lo dejan hablar!- regañó la azabache mirando al joven de profunda mirada oscura.
-hmph- soltó el ojidorado.
-señores, se que ustedes no están de acuerdo con que yo corteje a Rin, se que por ser prácticamente un sirviente de los Taisho me ven como alguien que no es digno de su hija, se que tienen un hijo hanyou y me detestan no por que yo sea uno sino por que creen que no tengo el suficiente valor para hablarles de frente... lord sesshomaru, mi lady... Estoy profundamente enamorado de su hija; lord, usted y su hijo fácilmente se dan cuenta que no miento, mis intenciones son buenas, yo la amo y nunca haría nada que la haga sufrir; vengo a solicitar de su permiso para poder cortejarla- dijo Firmemente el joven de ojos negros.
Sesshomaru desapareció de donde estaba sentado y apareció frente al joven.
-si la haces sufrir y veo que derrama una sola lágrima por causa tuya date por muerto- dijo el ojidorado mirándolo fijamente a los ojos.
-que mierdas dices padre!!!- objetó el joven ojidorado.
-tu te callas!- espetó el imponente lord. -koichi, no quiero exhibiciones en la escuela, si de verdad la amas vendrás aquí por ella- dijo caminando hacia la mansión.
Kagome se puso de pie y se acercó al joven pelinegro, lo abrazó y éste muy atónito correspondió al abrazo.
-tranquilo, tienes nuestro permiso pero cuídala mucho, de lo contrario no haré nada cuando Sesshomaru y Daiki quieran matarte- susurró la azabache y soltó el abrazo.
-muy bien koichi, puedes pasar, mi hermana está en la habitación de kioshi- dijo Daiki mirando como su madre se iba hacia adentro y cuando ella ya no podía escuchar lo que ellos hablaban reiteró su amenaza. -no olvides que si la haces sufrir te voy a cortar los que te conté y te los pondré en la boca mientras te desangras como cerdo- espetó empujando al joven; ésta vez koichi lo tomó por la camisa y respondió.
-ya le dije a tu padre que nunca la haría sufrir deja de amenazarme o quien se quedará sin descendencia serás tú- dijo muy serio mirando a los ojos al estoico ojidorado.
-mas te vale pendejo- espetó Daiki soltandose del agarre del joven hanyou. Se vieron fijamente a los ojos, ambos con semblantes muy serios, Daiki levantó una ceja y luego ambos sonrieron al mismo tiempo.
-ven acá- dijo el joven hanyou y lo haló para darle un abrazo al que Daiki muy maduramente correspondió.

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