CAPÍTULO 5

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#enelpresente2
Capítulo 5
Entraron lentamente a la habitación; estaba oscuro, olía a historia; como si hubiesen cosas muy antiguas y en esa habitación hayan pasado siglos desde que alguien entró la última vez… en sus manos llevaba su celular y al reaccionar después de sentir la extraña energía de esa habitación encendió la linterna de éste para iluminar un poco.
-madre, aquí no hay luz eléctrica- dijo Rin al no ver lámparas o bombillos en ese lugar.
-si, ya me di cuenta- respondió en un susurro. -este lugar es muy extraño, hay tantas cosas viejas y esa vela sobre esa mesa me hace recordar…- se detuvo, pues sabía que Rin era muy curiosa y si le decía que le recordaba a la época antigua; tendría que contarle su larga historia y no era el momento adecuado para remembranzas.
-asi está mejor- dijo la pequeña abriendo una ventana. -aaaaah!!!- exclamó al dejar entrar la claridad pues ésta lastimó sus ojos.
-es el…- dijo la azabache mayor abriendo los ojos como platos, su cuerpo sintió otra pulsación al acercarse. -arco de la sacerdotisa- completó tomándolo entre sus manos.
-sabes usar eso madre?- preguntó la azabache menor.
-pues… hace tiempo que no uso uno… mi puntería debe ser muy mala a estas alturas- respondió kagome un tanto nostálgica.
-toma, dice papá que lo que bien se aprende nunca se olvida- dijo la nena entregándole a kagome un carcaj con varias flechas. Kagome tomó el carcaj y su cuerpo sintió otra pulsación pero esta vez fue seguido de un fuerte escalofrío.
-salgamos de aquí Rin, tengo un mal presentimiento- dijo kagome tomando de la mano a su hija y ambas salieron de la extraña habitación.
-que hacían ahí adentro?- la imponente voz del ojidorado hizo tensar a ambas; kagome tragó fuerte y giró sobre sus talones muy lentamente quedando así frente a su marido.
-solo tenía curiosidad por esa habitación- respondió nerviosa la azabache.
-curiosidad?... Después de casi siete años viviendo aquí te dio curiosidad esa habitación?... Y por curiosidad sacaste ese arco y flechas de ahí?- cuestionó sin creerle una sola de sus palabras pues podía oler la mentira, el nerviosismo y el enfado en ella.
-Rin, ve a alistarte… saldremos a buscar a tu hermano- dijo kagome sin despegar su mirada de la de sesshomaru.
-si madre- respondió la aludida. -no vayan a pelear- dijo en un tono suplicante.
-no lo haremos- aseguró el ojidorado sin despegar su vista de kagome y Rin entró a su habitación… kagome dio media vuelta y empezó a caminar en silencio. -necesito hablar contigo- dijo sesshomaru.
-no hay nada de que hablar, eres un abusivo- espetó la azabache sin detener su andar pero el ojidorado se desplazó a gran velocidad parándose frente a ella e impidiéndole el paso.
-perdon- seis letras que conformaban una aparente simple palabra, una palabra tan grande en significado y verdad, una palabra que jamás pensó diría a nadie.
Ella en silencio dió un paso más y se abrazó fuertemente al ojidorado, él la recibió y correspondió al abrazo… de repente la azabache ya no pudo más y se soltó en llanto; sesshomaru se sintió tan miserable pues él era quien había jurado cuidarla y protegerla por toda la eternidad y había sido tan estúpido, tan bruto, tan bestia y se había dejado llevar por el enojo, por el estrés de saber desaparecido a su hijo y la había abofeteado cuando ella le reclamaba; en ese momento no le había prestado atención a lo que había hecho pues sólo quería callarla, no quería oír reclamos pero ahora se daba cuenta de su error… al verla así tan frágil, preocupada, desesperada pero aún confiando en él, se dio cuenta de que era una basura; había sido capaz de lastimarla a ella, a la mujer que tanto amaba, que tanto había deseado, que tanto había esperado.
-soy una basura, no te merezco mujer- le susurró al oído. -te juro por mi vida que eso jamás volverá a ocurrir- agregó besándola en la cabeza.
-realmente eso espero; sino, tendré que irme con los niños- dijo la joven soltandose del abrazo.
-esto no va suceder, tu lugar está a mi lado, eres mía y serás mía por toda la eternidad, te amo mujer- dijo con un tono que sonó muy seductor y se acercó a su mujer y la tomó posesivamente y la besó desesperadamente. La azabache rodeó con sus brazos el cuello de su amado youkai y correspondió al beso tan apasionado que éste le daba… de un momento a otro sesshomaru deshizo el beso pues sintió la presencia de su sirviente llegar a la mansión.
-buenos días amo sesshomaru- saludó el joven chef al toparse con la pareja. -buenos días mi lady- agregó.
-buenos días Takashi- respondió kagome.
-alguna noticia?- preguntó sesshomaru sin tanto rodeo.
-no amo, aún no- respondió el joven youkai visiblemente agotado.
-que pasó con tu auto? Por que llegaste volando?- cuestionó el ojidorado.
-anoche mi auto se dañó del motor y tuve que continuar mi búsqueda hasta el amanecer por mis propios medios- informó.
-llama al resto- ordenó sesshomaru y tomó de la mano a su mujer y ambos caminaron hacia la habitación.
-si señor- respondió Takashi y volvió abajo y llamó a Oriushi, a Ishiro y por último a Lady Irasue y les dijo que sesshomaru los quería de vuelta en casa.
Cerca de medio día Oriushi llegó de regreso a la mansión.
-Takashi, saben algo de Daiki?- preguntó Oriushi.
-no, aún no- dijo Takashi cabizbajo.
-esto será mucho más difícil de lo de creí, Daiki no es para nada un tonto… no se descuidó, no bajó la guardia; por eso no lo encontramos- dijo Oriushi negando con la cabeza.
-tienes razón Oriushi- respondió el joven chef.
-maldicion, no puede encontrarlo y ustedes tampoco lograron encontrarlo- espetó Ishiro entrando en la mansión; se quitó la sortija que traía puesta y volvió a su verdadera forma.
-Jaken, de casualidad no te encontraste con lady Irasue?- cuestionó Takashi.
-no, no la he visto- respondió el viejo sapo mientras se dejaba caer sobre uno de los sillones.
-que extraño, ella debió haber venido antes que ustedes- dijo el joven chef cruzándose de brazos.
-tienes razón, pues ella prácticamente se teletransporta- concluyó Oriushi.
-iré por el amo sesshomaru- exclamó Takashi y salió corriendo con rumbo al jardín donde se encontraban sesshomaru, Rin y kagome. Kagome practicaba con el arco.
-si Rin, claro que era muy buena con el arco; incluso en una de esas peleas que tuve con mi hermano hubo una ocasión en la que pude sujetar a colmillo de acero y tú madre anuló la transformación del colmillo con una de sus flechas- comentaba el ojidorado cuando su hija preguntó si en verdad kagome sabía usar el arco pues habían pasado ahí toda la mañana y la azabache no había logrado acertar ni uno solo de sus disparos en la marca que sesshomaru había hecho en uno de los árboles del jardín.
-es cuestión de practicar un poco más- dijo la azabache disparando otra flecha que le pasó de largo al árbol.
-si claro, Ah mira otra vez se movió el árbol- se burló el ojidorado al verla fallar.
-sesshomaru, por que no querías que entrara a esa habitación?- preguntó pensando el arco nuevamente.
-acaso no es obvio? Hace mucho tiempo cuando la mujer de inuyasha murió me fue entregado ese arco y yo lo guardé sin saber por qué… al encontrarte nuevamente; tu misma me dijiste que no eras una miko y al ver como purificaste a la okami comprenderás que ni loco iba poner en tus manos el arma con que podrías sellarme o purificarme- explicó el ojidorado esbozando una sonrisa.
-me tuviste miedo?- preguntó la azabache.
-amo sesshomaru, Oriushi y Jaken han vuelto pero lady Irasue quien debió venir primero aún no ha llegado- interrumpió Takashi justo a tiempo.
-probablemente haya encontrado algún rastro de Daiki- dijo kagome con emisión.
-llamala- ordenó el peliplateado. Inmediatamente Takashi sacó su celular y llamó pero la ojidorada no contestó. Takashi miró a su amo y negó con la cabeza. -demonios!- espetó el ojidorado y se puso en pie; empezó a elevarse pero sintió el brazo de su mujer rodearle el cuello y el otro aferrarse a su hombro.
-yo voy contigo, no me quedaré aquí esperando noticias mientras mi hijo sigue desaparecido- dijo la azabache.
-hmph, será muy peligroso- dijo deteniéndose.
-pero tu estarás ahí para protegerme cierto?- dijo la azabache con el corazón acelerado pues no quería quedarse.
-hasta el día de mi muerte- respondió besando la mano que su mujer había posado sobre su hombro. -vamos!- dijo y Takashi se elevó pero la pequeña Rin se aferró a su pierna.
-princesa!- susurró Takashi al sentir a la pequeña. Se detuvieron y sesshomaru volteó a ver a su sirviente… vió a su hija y frunció el ceño.
-que crees que haces Rin?- dijo molesto el peliplateado.
-yo también quiero ir, mi hermano se fue por mi culpa y le quiero pedir una disculpa para que regrese; mi abuela dice que él podría representar un peligro para los humanos y yo no quiero que mi hermano termine en la cárcel por matar gente- dijo la pequeña azabache.
-no irás Rin- dijo firmemente el peliplateado.
-pues no soltaré a Takashi y si tratas de obligarme lo purificaré!!!- gritó la niña.
-Queeee!!!- exclamaron horrorizados Takashi y kagome al unisono.
-kagome, mi protegida jamás habría dicho algo así… considera la idea de cambiarle el nombre- dijo el ojidorado esbozando una sonrisa pues no le desagradaba del todo lo intrépida que era su pequeña pues le recordaba a su protegida pero también a la kagome quinceañera que conoció y creyó sería la mujer de su hermano. -vamonos!- ordenó y Takashi lo siguió.


EN EL PRESENTE 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora