CAPÍTULO 3

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#enelpresente2

Las horas pasaban y ni siquiera una llamada, una señal de Daiki. La joven azabache lloraba desconsolada al no tener noticias de su pequeño.
-mami, todo esto es culpa mia- dijo Rin entre llanto.
-no mi amor tú no tienes la culpa de nada- respondió kagome abrazando a su hija. Irasue permanecía a su lado tratando de tranquilizarla.
-hija, todo estará bien; cuando ellos regresen iré yo a buscarlo- aseguró la ojidorada.
-mi lady, usted me va disculpar pero nunca debió enseñarle a ocultar su presencia… por eso ni los sirvientes ni sesshomaru han podido encontrarlo y puede estar corriendo peligro- dijo firmemente la azabache secando sus lágrimas.
-Tienes razón, cometí un error al enseñarle tal cosa pero no olvides que Daiki es un youkai y aún siendo un niño puede cuidarse sólo y defenderse… que de malo le podría pasar si hoy en día hay pocos youkais? O lo que te preocupa es que vaya matando humanos a diestra y siniestra- soltó irasue sin tomar en cuenta la presencia de su sensible nieta.
-mami!- gritó Rin al escuchar a su abuela decir tal cosa y se echó a llorar muy asustada.
-como todo respeto querida suegra- dijo la azabache levantando una ceja. -podria dejar de asustar a mi hija? Preferiría estar a solas con ella si me lo permite- agregó poniéndose de pie pues la falta de tacto en las palabras de irasue no ayudaban en nada.
La ojidorada suspiró y salió volando a toda velocidad; también iría en busca de Daiki después de todo ella tenía parte de culpa y el sol ya se estaba ocultando.
Sesshomaru recorría las autopistas repletas de autos; el tráfico era un caos y de haber utilizado uno de sus autos habría pasado hora y horas en las vías. Menos mal iba en su motocicleta y podía pasar tranquilamente entre auto y auto. Viajar en ella era lo más parecido a volar pues era super rápida (400km/h) y a medida que se desplazaba podría sentir si su cachorro estaba cerca; claro, si éste llegaba a descuidarse y dejaba de ocultar su presencia. Salió del bullicio de otra ciudad y ni rastro del pequeño Daiki. Tomó la autopista y aceleró… al aproximarse a una curva tuvo que disminuir la velocidad y ahí lo esperaba una patrulla de camino. (Agentes de tránsito)
-75114338, orillese y detenga la motocicleta- ordenó el oficial por el altavoz de la patrulla.
-demonios!- espetó el ojidorado pues odiaba los retrasos… pensó que no sería más que para ver sus documentos o ponerle una multa por exceso de velocidad. Respiró profundamente tratando de calmarse y se estacionó a un lado de la carretera. Se quitó el casco de seguridad y esperó que el oficial se acercara.
-buenos noches- saludó el oficial; un hombre mayor, pasado de peso que traía unos papeles en las manos.
-hmph! que sucede oficial, por que me detiene?- preguntó visiblemente fastidiado.
-sus documentos por favor- ordenó el uniformado. Sesshomaru sacó de su chaqueta una billetera y le entregó sus documentos al oficial.
-todo está en orden?- preguntó sesshomaru al ver al oficial anotar cosas en sus papeles y guardarse los documentos entre sus ropas.
-no señor Tanaka, tendrá que pagar una multa por exceso de velocidad además de pasarse cinco luces rojas según me informan… mientras tanto su licencia de conducir será retenida- respondió serio el obeso hombre.
-solo esto me faltaba!- espetó molesto el peliplateado bajando de la motocicleta. -vea oficial, no puedo andar sin una licencia de conducir, aún me faltan varias ciudades que recorrer… usted no puede retener me esa licencia- dijo frunciendo el ceño.
-lo siento mucho señor, pero en eso debió pensar al conducir a 400km/h- dijo el oficial.
-tengo mucha prisa- respondió clavando su friamirada en la del oficial.
-ese no es mi problema- espetó altaneramente el uniformado… mala combinación de palabras… el ojidorado se acercó lentamente a él y ladeó la cabeza.
-usted sabe quien soy yo?- preguntó secamente moviendo sus dedos.
-no lo sé y no me interesa- respondió sin miedo alguno pues traía un arma en las manos… Otra mala combinación de palabras.
-devuelveme mi licencia, te daré un cheque que cubra la multa- dijo el peliplateado sorprendiendose a si mismo por la paciencia que estaba teniendo con aquel insignificante humano que le hablaba tan insolentemente.
-las cosas no son así de fácil- respondió el oficial esbozando una sonrisa.
-y como son las cosas?... Haremos esto… te daré un cheque que cubra la multa y te daré un cheque para ti- dijo suspirando pesadamente; ya estaba empezando a perder la poca paciencia que le quedaba… se alejó del oficial y suspiro nuevamente.
-me está ofendiendo señor, retirese o tendré que llevarlo detenido- amenazó el uniformado. Sesshomaru entrecerró los ojos y recordó la vez que había estado detenido por la muerte de aquel periodista idiota y soltó la carcajada haciendo alertar al otro oficial en la patrulla. Se quedó callado unos segundos y miró a ambos oficiales; el que estaba en la patrulla le apuntaba con una pistola y al parecer pretendían llevarlo detenido.
Se acercó a una velocidad imperceptible al ojo humano y el oficial quedó perplejo.
-que rayos!- dijo al tenerlo frente a frente… sesshomaru lo tomó del cuello, tenía sus ojos enrojecidos de la furia y le sacó los documentos que éste le había quitado.
-ya te dije que tengo prisa y me estás quitando mi valioso tiempo con estupideces; traté de resolver esto por la via pacífica pero tú no me dejas otra opción- habló levantando al oficial. El asustado hombre trato de darle una descarga eléctrica pero al ver sus intenciones el ojidorado apretó su agarre aplicando su letal veneno y en un abrir y cerrar de ojos el oficial había muerto.
El otro oficial permanecía temblando viendo la escena y no pudo pedir refuerzos pues no podía creer lo que veia; sus ojos eran rojos como brazas… si pedía refuerzos diciendo eso; sus compañeros se burlarian de él, no le creerian pero si trataba de enfrentarlo correría con la misma suerte que su compañero… así que subió a la patrulla y trató de huir pues nadie se negaría a creer lo ocurrido viendo el vídeo que había grabado la cámara instalada en la móvil.
Sesshomaru pudo percibir el pánico en aquel hombre y pensó en dejarlo ir pero recordó que las patrullas estaban equipadas con cámaras al igual que los uniformes de los oficiales así que tomó al oficial que había matado y voló dando alcance a la patrulla en un santiamén… se paró frente a la patrulla que venía a toda velocidad con la sirena activada y lanzó fuertemente el cadáver contra el parabrisas y la patrulla salió del camino, llendo a estrellarse contra unos árboles… sacó de su bolsillo su fiel espada bakusaiga y la miró sobre la palma de su mano; cuanto le gustaba el trabajo realizado por Oriushi, aún no dejaba de sorprenderlo.
Se elevó a una altura considerable y lanzó su ataque contra la patrulla y hubo una gran explosión… no quedó ni rastro de la patrulla ni de sus ocupantes.
-antes no me habría importado estar preso… no tenía a nadie a quien cuidar… pero hoy en día… tengo una compañera, tengo dos hijos pequeños y no pienso perderme su infancia por pagar una deuda con las autoridades… tengo que cuidar de ellos que son lo más importante en mi vida- se dijo a si mismo el ojidorado mientras volaba de regreso hacia el lugar donde había dejado su motocicleta… al llegar vió su medio de transporte, su casco y los papeles que el oficial traía en sus manos cuando le pidió sus documentos; tomó los papeles del oficial y miró la dichosa multa que éste le había aplicado… sonrió al ver la suma que debía pagar, se puso su casco nuevamente y subió a su motocicleta abandonando aquel solitario lugar en un santiamén.
-en donde rayos estás Daiki?- se cuestionaba incesante el ojidorado.
Por otro lado… Oriushi llevaba consigo una de sus famosas sortijas la cual lo volvía aparentemente humano y aún entrada la noche seguia buscando algún rastro del pequeño.
-no he recibido llamada de la mansión, ni del amo, ni de los chicos… el joven amo sigue desaparecido- se dijo para si mismo entrando a otra ciudad.
Ishiro y Takashi tampoco habían tenido suerte pues el viejo sapo continuaba su búsqueda refunfuñando y Takashi había tenido que dejar su auto a un lado de la carretera para que la grúa se lo llevará ya que había presentado problemas en el motor y continuó su viaje volando; menos mal ya era de noche y nadie podría verlo pues volaba a una altura prudente y se guiaba por su olfato, también andaba una sortija para ocultar sus rasgos youkai.
En las cercanías de la ciudad la ojidorada sobrevolaba expectante pero tampoco podía percibir nada; su nieto había desaparecido y el no encontrarlo era culpa suya.
-maldita sea cachorro, donde estás?- espetó molesta pues ni su hijo ni ninguno de los sirvientes se había reportado para dar noticias y sabía que eso significaba que Daiki aún seguía desaparecido.

EN EL PRESENTE 1 Y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora