~Brave POV~
Unos fuertes puños chocan con la puerta una y otra vez. Abro los ojos despacio y pese a que estoy un poco desorientada consigo levantarme. Mi habitación está completamente oscura, no veo hacia donde camino por lo que alzo mis brazos buscando la puerta.—¡¿Qué?!—gruño de mala manera.
La claridad del pasillo me ciega por unos segundos pero en cuanto me recupero veo a Killian delante de mi, parado en mi puerta. Este da un paso atrás de la impresión y comienza a reir.
Unas ganas de aniquilarlo recorren mi cuerpo pero restrocedo hacia un lado cuando veo que tiene toda la intención de entrar a mi habitación—y lo hace—.
Camina hasta mi cama y se sienta en el borde. Está vestido de una manera bastante diferente a la usual. Lleva unos pantalones cortos de playa que dejan ver sus piernas y también lleva esa camiseta blanca con la cual lo he visto pintar algunas veces.—Mmmm. ¿Vas a hablar, o estamos esperando por alguien más?—pregunto cruzándome de brazos.
—La casa está llena de gente—me mira aún sentado en mi cama—¿Duermes con eso?—señala a mi camiseta ancha y mis pantalones cortos.
Asiento y miro mi atuendo—¿Qué tiene?
Él no contesta. Se me queda mirando y de pronto se levanta de un salto.—Ven—ordena tomándome de la mano.
Me arrastra por todo el pasillo hasta las escaleras sin ni siquiera dar una explicación. Cuando consigo desprenderme de su agarre ya estamos en el final de la escalera y puedo ver que Killian no exageraba. La casa si está llena de gente.
Más de veinte empleados reorganizaron todo el salón y lo decoraron con una temática de algo que supongo que es ¿My Little Pony?, no estoy muy segura, la verdad. Unas cortinas de arcoíris cubren las ventanas dejando que la luz ilumine cada color de una forma bastante agradable. También trasladaron el sofa hacia otra habitación y ahora solo quedan unos sacos de dormir individuales. Las sábanas y mantas también tienen ponis por todos lados. Aunque definitivamente lo que más destaca es el enorme proyector que cubre una de las paredes.
—Creía que era algo pequeño—le susurro a Killian quien parece que está a punto de perder la cordura.
—Pues creías mal—se burla. Ambos estamos apollados en la barandilla de la escalera observando la tormenta.
Mañana es el cumpleaños número seis de los gemelos. Y como tradición los niños organizan la fiesta de pijamas más extravagante que haya visto jamás. Por una parte tenemos los invitados de Lucas, quienes se quedarán en el piso de arriba, con los videojuegos y todos los recreativos. Y por otro lado, tenemos las invitadas de Lucy. Más de veinte niñas dormiran en la sala de estar junto a una mesa llena de maquillaje y tratamientos faciales. Lo celebran hoy porque en la noche todos haremos una hoguera para esperar a las 12.
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Estaba Esperándote ✔️
RomanceCuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar. Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...