Cuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar.
Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...
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~Brave POV~ El día había transcurrido con normalidad y más rápido de lo que esperaba. Teniendo en cuenta de que era un lunes, no me esperaba que el tiempo precisamente volara.
De todas mis clases, la de Ingles; pasó entre lecturas, como si fuera en cámara rápida. Habíamos tenido uno de los primeros repasos de nuestro final. La clase fue básicamente el profesor hablando y nosotros tomando notas, ni siquiera pude hablar con Bruno o Hannah. Cuando ellos llegaron ya la clase había comenzado y lo único que pude hacer fue un triste gesto con la mano.
— Bueno chicos. Mañana seguimos. Las últimas estrofas serán las más difíciles, así que empezaremos con ellas pronto. Les recomiendo que lean un poco esta noche, asi mañana se les hará más facil la lectura....
— ¿Cansada? —Bruno pregunto. Tenía una cuantas ojeras que delatavan mi inusual insomnio.
— Un poco— hice una mueca— ¿Qué tal tú fin de semana?
— Mhm, ya sabes. Trabajé casi todo el tiempo. Aunque, un cliente me regaló unas entradas para un club. El fin de semana que entra, estará tocando una banda y ya todo estaba reservado. Si quieres vamos juntos. Tengo tres entradas.
Sonreí— Eso estaría genial. Pediré ese día libre, entonces.
— Hola— Hannah se acercó — ¿Nos vamos?
No me había dado cuenta, pero media clase ya había salido. — Claro.
El sol afuera de la universidad estaba listo para derretir cualquier ser humano. Por suerte para mi, hoy había decidido usar un vestido ancho, de tirantes. La poca brisa que se podia sentir, era suficiente para que los volantes del vestido se movieran de un lado hacia el otro.
— Me tengo que ir. Mándame todas tus notas, se me ha pasado mucha informacion— Hannah se despidió con un gesto antes de salir corriendo hacia otra direccion.
La pobre estaba pasando mucho trabajo para mantener su puesto en el grupo de musica en UCLA. Al parecer la competencia ahí es altísima y pese a todos sus sacrificios, mantener su puesto es mucho más difícil para alguien que ni siquiera estudia en la universidad.
— ¿Quieres ir a comer algo? — Bruno preguntó. Yo me había estacionado cerca de donde él lo había hecho, asi que ambos caminábamos hacia una misma direccion.
— No puedo. Tengo que trabajar.
No mentía. Mi horario ahora que los gemelos estaban en clases era mucho más movidito. Para empezar tenía las prácticas de soccer de Lucas. Tenía que ir a recogerlo todas las tardes, y al llegar a casa asegurarme de que se duchara y hiciera los deberes. Con Lucy, era otra batalla. La niña no tenía prácticas, pero siempre que yo llegaba a casa se había pasado toda la tarde jugando y sus deberes estaban sin hacer. Si, todo formaba parte de una guerra de la cual parecía no tener ninguna oportunidad.
