~ Killian POV~
No entendía porqué estaba ahí, Halloween era divertido cuando tenía diez años; ahora era una ridiculez.— ¡Feliz Halloween Kill! — Kai choca conmigo y dejo escapar aire para que note que no estoy de humor para sus cosas.
Sonriendo, saca de su mochila unas antenas de color amarillo, muy parecidas a las que ya traía puestas. Ni siquiera oculta sus intenciones, deja la mochila en el suelo y se inclina levemente alzando sus brazos.
— ¿Quieres morir? — intervengo mirándolo por el rabillo del ojo.
— Que poco espíritu tienes macho.
Ignoro su comentario y comienzo a buscar mis libros para la tercera clase del día.
Tenía decido no venir hoy, pero aquí estoy. Últimamente me da igual todo. No me quedo en la casa para evitar a mi padre, y no quiero venir a aquí para evitar a todo el mundo. Bueno, a todo el mundo no. En realidad, no me quedo en la casa porque la hora del desayuno es la única hora en que la veo. Me levanto por las mañanas solo para disfrutar veinte minutos con ella; y ni siquiera me hace caso.
— Te iba a preguntar que si vas a ir a la fiesta, pero no me voy ni a molestar.
— Anda mira, no eres tan tonto después de todo. — dije mirando al frente.
Unos minutos más tarde ambos caminamos hasta la cafetería y nos sentamos hasta que pasara el poco tiempo que teníamos libre.
Nos sentamos en una de las mesas del centro, Kai tomó su teléfono y yo me puse a transcribir partituras. Estaba más que harto del grupo de música. Teníamos nuestra primera exhibición para la navidad, aun faltaba, pero ni aunque tuviéramos un año para practicar, estábamos listos. Aquel grupo parecía un mal chiste. Aunque Fisher se tome su tiempo y les expliques seguirán sin hacer nada bien. De tantas veces que tenía que detenerme para corregir a alguien ya me comenzaba a sentir culpable. Espero que me lleguen a odiar tanto que un día decidan entre todos echarme; me harían un favor.
— ¡Mira! — Kai me muestra una foto del disfraz que tenía preparado. Él nunca se emocionaba por Halloween, así que imaginé que se trataba de una chica; una pobre chica a la que tenía que impresionar. — Deja que me veas. Este año me lo he currado mucho.
— No voy a ir a la fiesta— dije cansado, casi sin molestarme en alzar la voz.
— Ya lo sé, me verás cuando vaya a tu casa.
— ¿Cómo que cuando vayas a mi casa? — pregunto con los dientes apretados. Espero que no sea lo que me estoy imaginando.
— Si— Kai asiente mientras pone el teléfono sobre la mesa. — Brave va conmigo a la fiesta. Ella si es una buena amiga.
—¿Le pediste a Brave que fuera contigo? — le pregunto.
Kai asiente. — Increíble. — Añadí con los dientes apretados.
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Estaba Esperándote ✔️
RomanceCuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar. Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...