~Brave POV~
Un minuto es suficiente.Una decisión, una mentira, un error; toda tu vida puede cambiar en un minuto. En un segundo.
La habitación se había hundido en un silencio angustioso. Mi madre había comenzado a hablar, explicando detalle a detalle lo que había sucedido. La señora Jones había sufrido un infarto.
— Voy a ir. — Killian dijo, caminando frenéticamente hacia su armario.
— ¡No hables tonterías! — su padre exclamó, aunque había sonado más como una orden.
Mirando hacia la nada, permanecí quieta. La señora Jones siempre fue parte de mi vida; y ahora mismo era incapaz de visualizar algún rasgo, pecas, lunares..., no veía nada. Su rostro había sido eliminado de ente mis recuerdos. Poco a poco me sentía más y más frustrada. Estaba a punto de llorar.
Tampoco podía recordar su voz, o como sonreía. Me había quedado en blanco.
— Killian, escúchame. — su padre ordenó nuevamente. — Mañana podemos tomar el primer vuelo, o esta noche si quieres; pero ahora no. Ahora no puedes irte.
Resonando por encima de la música que provenía del jardín, Killian dejó caer su puño contra la pared de repente.
— Tal vez no haya un mañana, tal vez ahora mismo mientras hablamos mi abuela esté muriéndose. — Killian gritó. — No haberme despedido de mi madre fue el peor error de mi vida; no puedes pedirme que me quede aquí esperando.
Sus labios comenzaron a temblar.
— Por favor. — rogó. De sus ojos caían lágrimas, mientras que sus manos se movían inquitas a sus costados. — Nunca te he pedido nada papá. Por favor.
Sin palabras, el señor Hazer evaluó por un instante que decir y que hacer. Estaba desorientado. Como si se hubiera quedado en medio del desierto sin un mapa o sin agua. Tenía que pensar que hacer, y no lo culpaba por sentirse agobiado. El hombre estaba a punto de casarse y con más de cien invitados en el jardín.
— Haré unas llamadas. Tú y Brave saldrán ahora. Los gemelos y yo tomaremos un vuelo esta noche.
Killian parecía frustrado, como si tuviera la necesidad de romper algo más. Mi madre tomó mi mano entre las suyas, y entonces me di cuenta de que todos me estaban mirando a mi.
— Está bien. — acepté, mirando a Killian a los ojos.
Entre mi madre y yo hicimos mi equipaje. No sabíamos por cuanto tiempo estaríamos allá, aunque eso tampoco importaba. El día había tomado un giro inesperado para cualquiera. Tenía mil cosas en la cabeza, y aunque la preocupación me superaba intenté todo el tiempo estar calmada.
Me quité el vestido y los zapatos; poniéndome ropa cómoda y suelta. Salí al jardín donde ya nos estaba esperando un taxi. Killian acomodó nuestro equipaje, buscando mi atención cada vez que sus ojos caían sobre mi.
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Estaba Esperándote ✔️
RomanceCuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar. Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...