~Killian POV~
—Adiós—Digo aunque sé que probablemente no me escuchó.Definitivamente hoy está de malas. Tomé valor de donde no tenía y me disculpé y lo único que fue capaz de decirme fue: ¿no pasa nada?. Por esto precisamente nunca me disculpo. Dicen que disculparse vale mucho, pero es mentira. El perdón no significa nada. Dejando a un lado mi patética disculpa, Brave estaba diferente hoy. Distante, callada y eso no es normal en ella. Tal vez era porque estaba nerviosa, hoy es su primer día y encima tiene resaca. Aunque sé que le irá bien, desde luego tonta no es, estoy al tanto de sus premios escolares y sé perfectamente que es una chica muy inteligente. Le irá bien, estoy seguro.
Me parece que la estoy viendo, caminando perdida por los pasillos. Me apuesto lo que sea a que se perdió antes de su primera clase. La manera en que leía y releía su horario era un poco penoso. Ella misma se pone la presión en sus hombros. No tiene que saberse el horario, con solo preguntar ya está. A parte, seguro que los babosos que andan desesperados por cruzar palabra con una chica ya la andan persiguiendo como perros abandonados. Aunque en defensa de los desesperados tengo que admitir que no es fácil mirar hacia otro lado cuando la tienes a ella enfrente. El vestido rojo que se puso hoy llama la atención y esos zapatos, esos zapatos no se veían cómodos.
—¡Dios!—Recito en voz alta al darme cuenta que llevo más de veinte minutos pensando en la intrusa—¿Qué coño me pasa?—Pegunto extrañado de mi atención hacia alguien que según yo no me importa.
Pero como no voy a tener la cabeza así, después de todas las tonterías que dijo ayer bajo la influencia de el alcohol fue muy difícil para mi dormir. Mi plan era hacerle preguntas hoy, o con un poco de suerte ella me las haría a mi. Quería ver a la Brave curiosa que no cierra el pico ni para comer. Pero no, hoy doña perfecta estaba callada y sin comentarios.
¿Qué clase de broma del universo es esta?
Subo el volumen de la música y dejo mi mente pensar en otra cosas. Como por ejemplo el hecho de que tal vez este sea mi último año UCLA, bueno, medio año. Si todo sale como espero, pasaré las pruebas y me aceptarán en la universidad de artes de New York. Ese es mi plan. Un plan que por mi salud mental espero que salga bien. La idea de tener que pasar aquí los dos años que me quedan me provoca náuseas. No puedo, ni hablar. Me tengo que largar de aquí cuanto antes.
Llego por fin a la facultad y aparco justo enfrente del edificio de artes. Ahí tengo la mayoría de mis clases y moverse en este campus es una mierda. Tomo mi mochila de la parte de atrás y verifico si tengo todo. Odio esta época del año. Lo único que ves son estupidos niños jugando a ser universitarios. Tienen tanta energía y ganas que es agotador. Después de posponer lo inevitable por unos minutos salgo del coche y me dirijo a mi primera clase. Historia del Arte. La elegí especialmente por Elena Fisher. Es la mejor profesora que tiene esta maldita universidad. Solo tiene 28 años, la más joven en graduarse de la universidad de artes de New York y la mejor de su clase. No entiendo como alguien como ella dejó su trabajo en New York por venir a vivir aquí, la verdad no le veo el sentido.
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Estaba Esperándote ✔️
Roman d'amourCuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar. Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...