~Killian POV~
Ahí estaba otra vez, la intrusa.No me había hecho ninguna gracia que una desconocida viviera en mi casa, y mucho menos que cuidara de mis hermanos. Comprendo que lo lleven difícil con esto de las niñeras pero esta chica no tiene ni idea, se le nota en la cara—¿Te pregunté qué haces aquí?—Repetí mientras contaba hasta diez.
Hoy no había tenido un buen día. Para empezar no había podido terminar ningún cuadro en semanas. Mi inspiración se había ido a la mierda y eso me frustraba. Y encima las pinturas que había pedido las mandaron a la dirección equivocada y justo cuando iba saliendo a recogerlas mi padre me hizo ir a buscar a la intrusa. Me dijo que solo sería un momento y estuve esperando por ella más de dos horas. ¿Quién se cree que es?. Tiene suerte de que no la haya dejado tirada en el aeropuerto. Ganas no me faltaron. Es increíble que ahora tenga que hacerle de niñera a la niñera de mis hermanos, es absurdo. En vez de ir contratando niñeras a diestro y siniestro porqué no deja el maldito trabajo a un lado y se ocupa de sus hijos por una vez en su vida.
—Este... yo—Balbucea nerviosa. Lo que hace que mi paciencia se consuma.
Tengo que admitir que es algo linda. Demasiado bajita para mi gusto pero por todo lo demás no está mal. Tiene el cabello corto, apenas le llega a los hombros. Es un poco oscuro pero no mucho, también diría que un poco rizado, aunque estoy seguro de que lo lleva planchado. Sus ojos son verdes y sus labios bastante carnosos, no lleva mucho maquillaje, diría que un poco de pinta labios y sombra. Lo que no entiendo es porqué se viste así. Nunca he ido a Australia pero sé que las chicas no visten así. Lleva puesto un vestido blanco bastante ancho que le llega por debajo de las rodillas y unos zapatos altos negros. Tiene un tatuaje de una carita sonriente en su antebrazo. Es increíble que hasta el tatuaje sea patético, aunque un poco adorable.
—¿Tú qué?—Bramo.
¿Es que no sabe hablar o qué?.
—No me gusta que entren aquí—Ladro con la esperanza de que salga corriendo del susto. Pero para mi sorpresa pasa todo lo contrario.
Sus ojos verdes observan mis cuadros con atención y un poco de admiración. Lo que me resulta interesante.
—¿Tú pintaste eso?—Señala a una de las paredes de tiza donde dibujé la ciudad de New York.
New York es mi santuario. Ahí es donde quiero vivir. Nunca me ha gustado Los Ángeles. Aquí todos son falsos, especulan de un dinero que no es de ellos y se pasan el día posteando una vida que ni siquiera tienen. Yo no tengo redes sociales. No me gusta que se metan en mi vida, es absurdo las cosas que veo diariamente con mis "amigos". Se pasan una hora tomándose fotos y ni siquiera están realmente felices. Todos tienen sonrisas falsas pintadas en la máscara que se ponen cada día. Lo triste es que una vez se quitan la máscara no soportan mirar la vida que están viviendo. Por eso me gusta New York, la gente camina por la calle sin interesarse una mierda de nada. Cada uno tiene su vida, cada uno tiene su mierda.
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Estaba Esperándote ✔️
RomanceCuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar. Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...