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~Killian POV~¿Qué demonios acabas de hacer Killian?

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~Killian POV~
¿Qué demonios acabas de hacer Killian?

Entro a mi estudio dejando un portazo detrás de mi y sin pensar tiro al suelo todo lo que hay en mi mesa.

Hoy había tenido un buen día.

Para mi sorpresa la nueva encargada del grupo de artes resultó ser la profesora Fisher. Cuando la ví en el auditorio no me lo creía. No paró de admirar mi trabajo y aunque usualmente no me gusta la atención, tener sus ojos posados en mi arte me puso de muy buen humor. Tiene muy buenas ideas para este año y la verdad estoy contento por eso. El señor Sanders era buen profesor pero el año pasado no supo como llevar el grupo. Las partituras que nos daba eran malas y no se entendían, no tenía iniciativa y aunque vino a despedirse hoy diciendo que nos echará de menos y todas esas mierdas, yo sé que odia la idea de que Fisher nos guíe ahora. Yo por el contrario, no podría estar más contento.

Claro que eso fue antes. Ahora estoy rabiando.

Me siento en la silla de madera y reposo mi cabeza sobre la mesa con mis manos a los costados.

—¿Qué coño hice?—Susurro.

Con solo recordar la cercanía de Brave mi corazón se acelera formando una extraña sensación en mi estómago. Las cosas se salieron de control demasiado rápido. Era solo un juego. Un juego del que no debería estar arrepintiéndome. Lo intenté, intenté llevarme bien con ella, y estaba funcionando.

Pero esa sensación, esa sensación de cercanía y química que se formó a nuestro alrededor una vez entramos en contacto nunca antes la había sentido.

Brave estaba diferente, atónita, confundida, ¿exitada?. Sus ojos seguían a los míos con tensión, profundidad. Sus pupilas se dilataban con cada roce, con cada caricia. Sus cejas aún húmedas y despeinadas se veían sin expresión. Estaba paralizada. Aunque no era la única.

Yo tampoco supe que hacer. Lo único que sabía era que no podía parar. No podía dejar de tocarla, de mirarla, de sentirla. En mi cabeza se repetían las palabras alejate una y otra vez. Pero no podía, mis pies no respondían, mi corazón se aceleraba como nunca antes.

En un segundo todo de ella llamó mi atención, mi curiosidad. Quería saber hasta donde la situación iba a llegar antes de que ella me detuviera. Pero no lo hizo. Al contrario su cuerpo seguía al mío, sus piernas se enroscaron en mi cintura pidiéndome que no parara. Ella me quería, me deseaba de la misma manera que yo a ella.

La iba a besar, estaba dispuesto a ello y no me importaban las consecuencias.

Mierda. ¿Porqué no la besé?

Me levanto de golpe y comienzo a quitarme la camiseta. Tengo calor, mucho calor. Camino hasta el aire acondicionado y bajo la temperatura hasta el mínimo. Enciendo el altavoz y pongo el nuevo álbum de The Score (mi banda favorita) en aleatorio. Necesito dejar de pensar.

Estaba Esperándote ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora