4. Inicio
A pesar de la mala noche que pasé, me levanté a las siete de la mañana como se había programado. Esto era parte del único requisito que se nos había impuesto, ya que para asegurar que en el proceso de hibernación todo salga correcto, debemos retener la respiración por lo menos un minuto y aunque no era principiante en ello, no lo practicaba desde los catorce años y aún tenía ciertas inseguridades.
Iban a ir por grupos, por lo que no me preocupe mucho, Newt estaría conmigo.
Esta vez, me coloque el traje de baño blanco que me habían asignado y debajo de este una bata del mismo color. Una voz proveniente de los altavoces de afuera, indicaba que ya era hora de la práctica. Tocaron mi puerta dos veces, guarde mis cosas en su lugar antes de salir, encontrándome con Newt.
—¿Estás bien? —me pregunto sobre lo ocurrido de ayer con una pequeña sonrisa.
—Si —suspire, tratando de aceptar, que después de todo, era decisión de mi tía y no podía cambiarla por más que quisiera —¿Tú lo estás? —le pregunté cerrando la puerta a mis espaldas.
—Hubo días peores, estaremos bien, te lo prometo —aseguró él mientras me abrazaba —Vámonos, que no quiero que nos regañen luego.
Reí, mientras íbamos juntos hacia la sala asignada, de repente otros más salían de los pasillos siguiendo a la guía quien traía puesto un traje de buceo con manga corta. Seguimos al grupo hasta llegar a una de esas piscinas olímpicas y hacia nuestra derecha tenía vista desde las paredes de vidrio que daban hacia el campo verde.
—Buenos días a todos, por favor retiren sus batas y pasen a la orilla —anunció la mujer mientras todos obedecían.
Todos vestíamos igual, las mujeres con el mismo traje blanco y los hombres con el mismo short negro.
Dejamos las batas encima de los asientos para dar paso hacia la orilla de la piscina. Íbamos a dar paso para entrar hasta que el portón se abrió, haciéndose escuchar en el eco, dando pasé a ese chico de ojos miel. Lo que más me impresionó además de el hecho de su presencia aquí, fue ver como todos lo saludaban y lo llamaban doctor, al menos ya tenía una idea de cómo referirme a él y no de señor cómo la última vez. Recordarlo solo me hacía avergonzarme.
Me voltee antes de tener que mirarlo a los ojos nuevamente, a pesar de eso, sentí su mirada sobre mi. Y mi hermano tan solo me miraba confundido.
—Parece muy serio, no me digas que te asusto —susurro mientras le hacía algunas señas para que se callara.
—Te pueden escuchar, cállate —le insistí mientras mi mirada iba hacia el agua celeste.
—Está hablando con la guía. Te acaba de señalar, Venus. —me dijo, información que no me esperaba.
—Señorita, Brand —me llamó la mujer, gire sobre mis tobillos viéndola a ella —Acompañará al doctor.
—Suerte —susurró mi hermano a la misma vez que la guía gritaba para que los demás entrarán al agua.
Asentí, caminando hasta las bancas y poniéndome la bata nuevamente. Lo que necesitaba no era suerte, era un milagro, después de lo de ayer no me sentía lista para volverlo a ver, pero no podía negarme, no después de todo lo que pasé, solo tenía en mente hacer esto por ellas, mi madre y mi tía.
—Sígueme —ordenó una vez que estaba lista.
Lo seguí fuera del lugar, dirigiéndonos a otro pasillo donde al abrirlo era otra piscina más, pero esta vez solo daba vista hacia arriba donde se veía el cielo y todo estaba únicamente alumbrado por la luz que entraba de está.
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T I M E » S.M
FanfictionAño 2119, la tierra ya no es capaz de solventar vida humana, obligándolos a abandonar su hogar. Para ella, escapar fue un instinto de supervivencia, sin embargo, ¿Quién dijo que el proceso sería fácil?. Pues puede que el mismo catástrofe esté a cen...