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5. Conociéndote



Treinta años. Ese era el tiempo que mi mente no podía procesar hasta este momento. Mitad de mi vida la pasaría dentro de una nave, junto a alguien que al parecer detesta cada parte de mí.

Tan solo quería desaparecer por un momento y tal vez fue cuando caí en cuenta de que era eso lo que inconscientemente hice en la tarde de ayer. ¿En verdad quería acabar conmigo? No era algo que yo apoyará al cien por ciento, esa no era yo, y aunque quisiera escapar, terminar con mi vida no era una solución.

El mundo se estaba deteriorando y sentía ir a su misma velocidad, sin embargo, yo tenía el control. No dudaba que sería difícil pero confiaba en que después de todo, valdría la pena, de alguna u otra manera.

Y así como el chico de ojos mieles mencionó ayer, me tenían de camino hacia el salón a la misma hora que ayer. Me era incómodo tener que ir, ahora que tenía un moretón en mi brazo a causa de él. Procure ocultarlo cada vez que venía mi tía o Newt hacia mi habitación, no quería que se preocuparan y tener más problemas de lo que ya tenía. Me encontraba tan atenta a mis pensamientos que me perdí entre los largos pasillos del edificio, mi suerte iba de mal en peor.

Unas voces masculinas se hicieron escuchar entre el pasillo y cada vez se iban haciendo más sonoros. De pronto, unas siluetas se formaron en el piso, dando entrada a dos chicos, uno castaño con unos destellos rubios y ojos azules al igual que su acompañante, solo que este era castaño por completo.

¿Es que acaso todos aquí eran atractivos?

Primero con Shawn y ahora ellos, debería darle un nuevo cambio a mi guardarropa aunque eso ya era demasiado tarde.

Intente pasar desapercibida entre aquellos hombres de traje, sin embargo, al parecer todos aquí sabían quién era.

—Espera... —dijo el chico de destellos rubios deteniendo mis pasos colocándose frente mío —¿Tú eres Neith Brand? ¿Cierto? —preguntó con un destello de asombro.

Lo miré, asintiendo con una ligera sonrisa.

—Que sorpresa, soy Niall —se presentó, tomando mi mano mientras le daba un pequeño beso a esta, estaba pasmada con aquél gesto —Él es mi hermano, Nash.

—Un gusto —dijo este imitando el gesto con una pequeña sonrisa —Técnicamente hermanos no, solo tenemos la misma madre, le gusta presumir nuestra genética.

Este bromeó haciendo que ría mientras que Niall solo ponía los ojos en blanco, que por consiguiente, se volvieron a fijar en mí.

—Eres muy inoportuno, Nash —le dijo a su hermano.

—Lo sé —dijo con orgullo, dándole palmadas en el hombro —Tengo que ir a una reunión, los veo después, fue agradable verte, Neith. Aunque sea solo por cinco segundos.

Reí ante ello, estrechando su mano.

—Igualmente —añadí, mientras este se iba.

—¿Estás perdida? —musito con diversión el ojiazul.

—¿Cómo lo sabe? —le pregunté con curiosidad, dando una risa tímida.

—Bueno, vi a un grupo con la misma bata que traes hace unos minutos, al parecer se les perdió un cisne más —bromeó, mostrando sus blancos dientes.

Y después de tantos momentos oscuros, al fin encontré a alguien que fuera amigable conmigo.

—Si estuviera con ellos créame que no me hubiera perdido —le respondí, él solo frunció el ceño confundido.

T I M E » S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora